93-79 | El Unicaja toca la cima y gana su tercera Copa del Rey

El Unicaja es campeón, otra vez, de la Copa del Rey de baloncesto. Nada más. Y nada menos. No de cualquier forma. Dominando al Real Madrid durante 40 minutos (93-79), minimizando al actual campeón con una exhibición más como las que ha ido dando desde el jueves en el Gran Canaria Arena para convertirse, quizás, en el mejor Unicaja de la historia. Un equipo tremendo, una obra monumental construida por Ibon Navarro. 

No importaron las faltas con las que se cargaron los interiores para defender a Tavares en los primerísimos minutos del juego. No importó la lesión de Alberto Díaz ni la de Jonathan Barreiro, dos de los principales soladados de este ejércirto pletórico de fe que se pone la camiseta verde y morada cada fin de semana. No importó nada. Era el momento del Unicaja, de certificar uno de los títulos de esta segunda época dorada del club contra uno de los giganes. Es cierto que ya se le ganó al Madrid la Supercopa de España, pero la Copa del Rey es un escalón más. El telón que cuelgue del Carpena a partir del próximo partido pesa más, brillará de otra manera. 

Kendrick Perry, cada vez más líder de este equipo y MVP de la Copa, un Kameron Taylor que con un clínic en el tercer cuarto o un David Kravish facturando todo lo que le caía en las manos, especialmente en los momentos calientes, guiaron a un Unicaja empujado por el viento del bloque, un bloque sideral, que ya tiene sus nombre con letras de oro en el deporte malagueño. Tres títulos en un año y las expetativas por las nubes.

En el arranque Sima se cargó de faltas por su defensa contra Tavares, aunque respondió con personalidad. También sumó dos faltas rápidas Barcelowski, de vuelta a la convocatoria en detrimento de Tillie. Los malagueños tuvieron tino desde el triple en el primer cuarto para sostener al Real Madrid en el primer cuarto. La irrupción de Hugo González con cinco puntos en el segundo cuarto condicionó el dominio malagueño. A falta de 4 minutos para el descanso el Madrid tomó la iniciativa en el marcador (26-27). Coincidió con la energía que metió Ibaka en el poste bajo blanco. Pero enfrente había un equipo que no duda. Y Perry puso la máxima con un triplazo cuando se le iba el tiempo (34-27). Con una defensa del de Florida sobre Tavares que encendió al pabellón y una antideportiva de Osetkowski que permitió al Madrid reducir la distancia se entró en el último minuto. Con 39-36 se llegó al descanso, con el juego interior cajista castigado por las faltas.

Otro tercer cuarto decisivo

Pero Unicaja volvió a protagonizar otro tercer cuarto de mucha altura disminuido por otra jugada de Lllull marca de la casa sobre la bocina. Se provocaron muchas pérdias en el Real Madrid, aunque no se aprovecharon. Pero estaba siendo una noche muy sólida del Unicaja, con un Kameron Taylor emergiendo desde todos lados. Estableció una ventaja en torno a los diez puntos con la que entró al último cuarto. 

A los 14 de ventaja se fue a falta de 6:37 tras un triple de Kravish, pérdida blanca y contra de Perry para anotar. A Llull no le entraban las habituales mientras que el Unicaja seleccionaba bien los ataques. A falta de cinco minutos Chus Mateo puso toda la madera en el campo y dos triples de Hezonja y Campazzo reducía la renta a la mitad. Unicaja estaba en bonus y tenía a un ordenador sobre la pista llamado David Kravish. Triple para poner la final muy de cara (82-70). Pero lo mejor llegaría después con un triple de Kendrick Perry, héroe de Málaga, en la cara de Tavares para el 85-70. Respondió Llull desde la esquina, pero los de Ibon Navarro estaban respondiendo a todo. Se puso +15 a falta de 1:45 y el Madrid entregando la cuchara. Ya todo fue cuesta abajo para un cuadro verde y morado que saboreó los últimos segundos para ir tocando las gloria con las manos. Como en las manos levantó Alberto Díaz el trofeo, la imagen definitiva de esta Copa del Rey. La Copa del Unicaja.