El binomio Unicaja-Martín Carpena, aliñado por la muñeca caliente de Kalinoski (21 puntos) y un nuevo ejercicio coral a partir del segundo cuarto de los Ibon Navarro, ha dado con el equipo cajista en la semifinal de la ACB tras ganar el segundo partido de la serie a Lenovo Tenerife (97-74) para cerrar los cuartos con 0-2 con el factor cancha en contra. Y, si mantiene la versión de estos partidos, con mucho que decir todavía en el devenir de la temporada, haya quien haya enfrente. 

Solo un mal desempeño en el primer cuarto, con un Unicaja muy atascado en ataque, enturbió otro capítulo casi perfecto de esta máquina de jugar colectiva que ha construido Ibon Navarro con el Unicaja de Málaga. Sin la oposición de Shermadini, MVP de la Fase Regular que no llegó a los nueve minutos en pista, y con el aliento de un Martín Carpena lleno hasta la bandera, el Unicaja vuelve donde tenía acostumbrada a su gente.

Al Unicaja se le atragantando el primer cuarto, en el que se frenó en los 13 puntos y no encontraba el camino del aro. Kravish falló dos situaciones claras llevando los nervios a la grada, pero inmediatamente después del run, run reaccionó con aplausos. Con 13-22 llegó un tiempo muerto de Ibon Navarro a falta de 2:11 intentó cambiar el rumbo de la primera manga. Pero no hubo reacción y el cuarto se cerró igual, con un tiro de tres de Carter que escupió el hierro. 

Kalinoski salió enchufado del parón y con un triple y un dos más uno, aunque falló el tiro libre, metió al equipo malagueño en el partido. Un triple de Osetkowski reducía la ventaja a uno, con Marcelinho tirando en el suelo y Vidorreta protestándole a los árbitros. Dos tiros para Huertas, y posesión para Lenovo. Carter y Kalinoski, desde los 6.25, le dieron la vuelta como un calcetín al partido (27-23). A empezar de nuevo. La polémica avivó el partido, y se empezó a correr en la pista del Carpena. El resultado, un 50-36 para Unicaja. Otro Unicaja al del primer cuarto, quizás, el mejor visto en años en el Carpena. 37 puntos firmaron los de Ibon Navarro en este tramo. Brizuela afinó la puntería con nueve puntos en este periodo. 

Y no levantó el pie el cuadro cajista tras el descanso, que a falta de 5:42 para el final del tercer cuarto levantó a las gradas para entonar el himno. Un +21 (66-45) fue el interruptor. Era un Lenovo mermado, sin el MVP de la Liga Regular, un Shermadini que salió para intimidar más que para sumarle a su equipo. Fueron casi nueve minutos intrascendentes en pista. Eso, sumado a un Marcelinho Huertas frenado por el Unicaja, impedía reaccionar a los canarios, que solo encontraban la vía Salin (13 puntos). Hasta el final del cuarto, Unicaja mantuvo la tensión, encarando los últimos diez minutos con un +19 (76-57). 

Y de ahí ya no se bajó el equipo de Ibon Navarro, en el que todos iban sumando lo suyo. Un triple de Thomas, un gorro de Ejim, un mate de Djedovic, la omnipresencia de Osetkowski... La máxima llegó a falta de un minuto +24 (95-71), con las bufandas verdes al aire y el pabellón tronando. Así se ponía fin al serial mantenido esta temporada contra Tenerife, al que le ganó la final de Copa, con el que peleó por la cuarta plaza de la ACB y se midió en el tercer y cuarto puesto de la Final Four de la BCL.

Lo siguiente, las semifinales, para las que como cantaba la afición: "Ibon tiene un plan".