Ek escritor Pablo D'Ors, en una imagen antes de su encuentro en Málaga.

Ek escritor Pablo D'Ors, en una imagen antes de su encuentro en Málaga. Azahara Memberg

Cultura

Pablo d'Ors: "La plenitud consiste en descubrir lo extraordinario de lo pequeño como una mirada"

El sacerdote y escritor madrileño, convertido en un fenómeno editorial a raíz de su libro 'Biografía del silencio', ha visitado esta semana Málaga.

29 enero, 2022 05:00
Málaga

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Hace justo diez años, Pablo d'Ors (Madrid, 1963) publicaba un breve ensayo sobre la meditación. Biografía del silencio lo convirtió en un auténtico fenómeno editorial que hasta hoy arrastra a miles de lectores. En el volumen, el sacerdote católico recoge "una obstinada búsqueda de sí mismo" a través de la contemplación, con la que cualquier puede percatarse de que se puede vivir de otra forma.

Desde entonces, el escritor no ha parado de cosechar triunfos literarios. El consejero cultural del Vaticano elegido por designación expresa del Papa Francisco fundó en 2014 junto a Franz Jalics la asociación Amigos del Desierto, cuyo propósito es profundizar y promover la práctica de la meditación. Su último libro, Biografía de la luz, se trata de una lectura mística del Evangelio para creyentes y ateos.

El filósofo con una obra tremendamente humanista y necesaria en estos tiempos de fango ha inaugurado esta semana la programación del centro La Malagueta. El teólogo, dedicado al estudio de una corriente espiritual de la iglesia cristiana ortodoxa que busca la paz por medio del silencio del cuerpo, ha participado en la primera sesión del ciclo Más allá de ego.

En primer lugar, ¿qué tal ha pasado casi estos dos años de pandemia?

Temo haber vivido esta pandemia tal y como la ha vivido la mayoría: con preocupación, miedo, ansiedad, hipocondría… Ahora bien, la meditación me ha enseñado a observar mis emociones y, por ello, a separarme de ellas y no ser su víctima.

Algunos se han replanteado su modo de vida (insostenible) a raíz de la crisis sanitaria. ¿En un sistema que quiere que produzcamos sin parar, el desafío es optar por la reflexión, el silencio y la contemplación?

Sí, tal cual. Hasta ahora hemos funcionado con una visión mecanicista del universo: el universo era algo que las personas podíamos observar y sobre lo que nos sentíamos llamados a intervenir. Con la física cuántica hemos entrado en un nuevo paradigma: el universo no es independiente de mí, el observador interviene en lo observado. La tarea ya no está fuera de nosotros, sino que el trabajo es sustancialmente en uno mismo.

En una entrevista afirmó que "el ruido es el principal terrorismo". ¿Cómo asiste a la pelea de gallos en la que se ha convertido el Congreso de los Diputados?

No asisto. Procuro evitarlo. Es intrascendente y lamentable. La vida va por otra parte.

¿Cómo nos enfrentamos hoy día al ruido informativo, al ruido en las redes sociales y al ruido en las calles?

El ruido es el principal problema. El ruido es un atentado permanente contra el individuo. Las redes son tan maravillosas como cualquier espejismo: prometen mucho, pero dan poco. El principal problema, sin embargo, no es el ruido externo, sino el interno. Esa es la mala noticia. La buena es que podemos silenciarlo. Podemos sanar y aprender a ser quienes somos.

Usted se dedica al estudio del hesicasmo, una forma de vida contemplativa donde se busca la comunión con Dios por medio de la soledad. ¿Qué le ha enseñado a usted la soledad? ¿Por qué está tan mal vista por la sociedad?

El hesicasmo, una corriente espiritual de la iglesia cristiana ortodoxa, busca la paz por medio de la quietud, es decir, del silencio del cuerpo. Los Amigos del Desierto, la red de meditadores de la que soy fundador, quieren ser los nuevos hesicastas para el mundo de hoy. Nada grande hay en el ser humano que no haya nacido de la soledad. Pero la soledad -también esto hay que decirlo- es un mito, en realidad no existe. Estamos profundamente acompañados, profundamente interconectados unos con otros.

La gente en general prefiere consumir y hacer planes continuamente a aburrirse. ¿A qué tienen miedo?

Aburrimiento, abatimiento y angustia son las tres sombras fundamentales que hemos de atravesar para el encuentro con uno mismo. Quien no se aburre nunca es porque se entretiene demasiado. El aburrimiento es la antesala de la verdadera experiencia interior. Pasar por el aburrimiento es necesario. Aburrirse es bueno, son pocos los que lo entienden.

En su libro El estupor y la maravilla habla sobre la virtud de lo pequeño, lo diminuto, en nuestra vida. ¿En lo cotidiano está la grandeza de la vida?

Todo lo grande empieza siendo pequeño. Sin fe en lo pequeño, no podría nacer lo grande. La plenitud consiste en descubrir lo extraordinario de lo ordinario, que siempre es pequeño: una mirada, una sabana bien doblada, un geranio en la ventana, una llamada telefónica…

¿Qué lugar ocupa la escritura y el arte en su vida?

La escritura es, junto a la meditación, mi práctica espiritual cotidiana. Tanto a la escritura como a la meditación las dedico una hora y media cada día. Mis libros quieren ser obras de arte, no sé si lo consigo. Pero la verdadera obra de arte es para mí la propia biografía: ahí es donde procuro que todo sea justo, necesario, significativo y hermoso.

¿Nuestra sociedad, la más avanzada en términos tecnológicos, es cada vez más pobre a nivel espiritual?

Así ha sido hasta ahora: los países más desarrollados son aquellos donde prolifera más el agnosticismo, el nihilismo, el escepticismo, el suicidio… Sin embargo, los científicos empiezan a decir hoy lo que los místicos llevan siglos diciendo, de modo que preveo que ciencia y conciencia están empezando a darse la mano y, si vivimos lo suficiente, veremos cómo se dan un abrazo.

Dos obispos lo llegaron a tachar de hereje. ¿Quién le parece que hoy día es el verdadero hereje?

Ellos. Pero no suelo decirlo porque no quiero crear mal rollo.

Creo que uno de los principales debates en el seno de la Iglesia católica debería ser el celibato. ¿No cree que es hora de abrir el melón después de todos los casos de abusos?

Con franqueza, veo muchos temas bastante más importantes que el celibato: el hambre en el mundo, la destrucción de los recursos del planeta, la manipulación genética, la injusticia social, el diálogo interreligioso… Prácticamente casi todo. Su pregunta presupone un vínculo necesario entre la abstinencia sexual y la pederastia, lo que es al menos discutible.

El primer caso de eutanasia de Andalucía se llevó a cabo el pasado 13 de enero. ¿Qué opina sobre la conocida como muerte digna?

El problema no es para mí la muerte, sino el desamor. Mientras haya amor, para mí la vida siempre es digna.

Otro de los temas que en los últimos meses ha salido en medios es el de las organizaciones católicas frente a las clínicas de abortos coaccionando a mujeres. ¿Le parece bien?

Ningún tipo de coacción me parece bien, como no podía ser de otra manera: ni la de las abortistas para que las mujeres aborten ni la de las de provida para que no lo hagan. A las personas hay que respetarlas. Pero respetarlas no significa ser indiferentes a su destino, sino informarlas de las posibilidades y dejarlas libertad de elección.