Encerrados en casa de Pablo d'Ors: "Los líderes políticos deben aprender a practicar el silencio"

11º episodio: el autor del fenómeno editorial titulado "Biografía del silencio" relata los riesgos y ventajas del viaje al interior de uno mismo.

8 mayo, 2020 03:01

Daniel Ramírez @danielramirez99

"Mientras dure el encierro" es el título de una serie de podcast que publicará EL ESPAÑOL hasta que se levante el estado de alarma. En cada episodio, el entrevistado escapará virtualmente de su habitación y romperá el aislamiento. Con una libertad radical por bandera -cuatro paredes no bastarán para encorsetarla-, artistas, periodistas, poetas, escritores... abrirán las puertas de su conciencia, de sus creencias, de sus miedos y de sus ilusiones. Desvelarán una rutina reconstruida a marchas forzadas después de que el coronavirus la hiciera volar por los aires.

En el viaje al interior de nosotros mismos, encontramos fuego, tempestades, vientos huracanados y tormentas eléctricas... Pero ahí al fondo, como en el tango de Gardel, parpadean las luces que marcan el retorno. La vuelta al origen. Al ser. A la plenitud. Al desierto.

Pablo d'Ors lleva muchos años dedicado a la contemplación. Se atrevió a biografiar el silencio y su libro se convirtió en un fenómeno editorial. La prueba de que la meditación esconde un atractivo ineludible en la era del ruido.

Ahora que, por fin, nos hemos quedado encerrados... tampoco miramos hacia dentro. Armados de creatividad, hemos fabricado mil coartadas para evitar ese descenso a la propia catacumba. Pablo lo dice así: "Somos incapaces de aguantarnos la mirada".

D'Ors, nieto del lingüísticamente todopoderoso Eugenio, es también sacerdote. Hasta hace nada, consejero cultural del Papa Francisco. Pero es un sacerdote... que no escribe como un sacerdote. Sus novelas hablan del poder seductor de una mujer, de las turbulencias adolescentes, del sexo, del deseo, del desamor, de la traición... Pablo d'Ors, como ordenaba Hemingway al escritor, está estrechamente mezclado con la vida.

Lo cristiano, discurre este maestro de la meditación, parece ahora políticamente incorrecto. El coronavirus ha dejado vacías las iglesias, pero eso, según explica, no es una novedad. Profundamente autocrítico, asevera que los templos vacíos son el signo de este tiempo. Por eso llama a la reinvención.

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