Infografía EEM.

Infografía EEM. J. R.

Málaga

Málaga, infrarrepresentada en los Consejos de Ministros de la democracia: solo cinco en 45 años

Alberto Garzón ha sido el último vinculado con la provincia que ha ocupado un cargo en el Ejecutivo. 

21 noviembre, 2023 05:00

Noticias relacionadas

A lo largo de las XV legislaturas que conforman la democracia española, ha habido un total de 238 personas que, en algún momento de la historia, han ocupado una cartera ministerial. Los datos avalan que los miembros del ejecutivo han sido en su mayoría hombres, vinculados al derecho y las ciencias jurídicas, y con una clara vocación para con la administración pública. 

Pero el análisis del conjunto ofrece algunos datos más relevantes. La cuestión territorial (es decir, la procedencia de los mismos) es otro aspecto a valorar, especialmente si se tiene en cuenta el aporte numérico que las comunidades autónomas efectúan en el Congreso. Solo por poner un ejemplo, Andalucía es la región más poblada de España y por ende la que más escaños reparte (61), seguida de Cataluña (47) y Madrid (36). 

En ocasiones, esta lectura no obedece únicamente a aspectos geográficos, sino que también trata de contentar a los barones autonómicos que en un momento determinado han apoyado con más vehemencia al candidato. Véase el caso del PSOE, quien hasta la fecha había construido sus cimientos sobre Andalucía hasta que la propia deriva de Pedro Sánchez, próxima a los nacionalistas y a los independentistas tras su victoria en las primarias del partido, le llevó a necesitar el respaldo del PSC. 

No obstante, en el nuevo Consejo de Ministros, parece que la “cuota” andaluza cuenta con dos pesos pesados dentro del partido. María Jesús Montero, como vicepresidenta del gobierno (y con proyección a ocupar el puesto de Nadia Calviño si consigue la presidencia del Banco Europeo de Inversiones) y Luis Planas, al frente de Agricultura y con una tradición suficientemente amplia como para ser considerado uno de los “históricos” del PSOE. Por poner un ejemplo, fue uno de los diputados que vieron la jura de la constitución de Felipe VI en 1986 y que a día de hoy continúan en el Congreso. 

Sin embargo, esa norma de la representatividad territorial no siempre se cumple. Málaga es el segundo territorio más poblado de la comunidad y el sexto a nivel nacional; además es la novena con mayor PIB del país. Estos dos valores, a tenor de lo sucedido, parecen no ser suficientes para que haya ministros procedentes de la Costa del Sol en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Pero no es algo propio del secretario general de los socialistas, sino endémico a todos los gobiernos.

En estos 45 años, solo ha habido cinco ministros que han nacido en la provincia o que cuya actividad se haya desarrollado en el sur con tanta importancia que se les considera oriundos de la tierra de Picasso. 

Rosa Conde fue una de las primeras mujeres en ocupar una cartera en un gobierno. Nacida en Ronda en 1947, ocupó el cargo de ministra portavoz del gobierno de España durante la III legislatura, entre 1988 y 1993. Sin embargo, obtuvo el acta de diputada por la circunscripción primero de Jaén (donde pasó su infancia) y después de Madrid, por lo que su actividad política no se desarrolló como tal en Málaga.

Algo similar ocurrió con Trinidad Jiménez, que pese a haber nacido en este municipio, su papel político más relevante lo ejerció en la capital de España. Allí fue candidata a la alcaldía de Madrid por el PSOE en 2003, siendo concejala de ese consistorio hasta 2006. Su paso por las Cortes Generales llegó de la mano de Madrid en 2008) y en este caso también de Málaga (2011-2016). Durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero desempeñó sus funciones al frente del Ministerio de Sanidad y Política Social (2009-2010) y Asuntos Exteriores y Cooperación (2010-2011).

Quién sí tiene el sello 100% malaguita es Celia Villalobos (Arroyo de la Miel, Benalmádena, 1949). La alcaldesa de Málaga entre 1995 y el año 2000 dejó sus funciones al frente de la Casona del Parque cuando fue llamada por José María Aznar para ocupar la cartera de Sanidad y Consumo, puesto en el que estuvo durante dos años. Del mismo modo, ha sido diputada por la provincia en el Congreso entre 1986 hasta 2019.

Con Magdalena Álvarez sucede justamente lo contrario que con Rosa Conde y Trinidad Jiménez. Aunque Álvarez no ha nacido en ningún municipio de la Costa del Sol, su desempeño profesional y su vinculación emocional están absolutamente ligados a Málaga, provincia con la que llegó al Congreso de Diputados entre el 2 de abril de 2004 y el 14 de julio de 2009. Fue ministra de Fomento entre esos años, destacando su papel por haber permitido que el tren de alta velocidad llegara a Málaga. 

El último caso, de índole similar al anterior, es el de Alberto Garzón. Aunque riojano de nacimiento, toda su actividad política siempre ha estado vinculada a la Costa del Sol (primero concurriendo como concejal de IU al ayuntamiento del Rincón de la Victoria en las municipales de 2007 y después como diputado por Málaga al Congreso). Su papel al frente de Consumo ha estado marcado por las polémicas con respecto al consumo excesivo de carne y las macrogranjas, poniendo como objetivo la necesidad de una alimentación saludable en los niños y teniendo que hacer frente al aumento de los precios de la compra por la subida del IPC.