Luli Pampín con su saludo característico

Luli Pampín con su saludo característico Josep María Garrido

Ocio

Luli Pampín, la nueva 'Xuxa' que fue militar y tiene más fieles que Rosalía: "El Ejército era incompatible con ser madre"

Con siete fechas cerradas en el Teatro Capitol (desde este sábado al 30 de diciembre y del 2 al 4 de enero), traslada su show de Youtube a las tablas en Madrid estas Navidades.

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Las claves

Luli Pampín, nacida en Mendoza y exmilitar del Ejército de Tierra español, es una de las youtubers infantiles más populares, superando en suscriptores a artistas como Rosalía.

Tras dejar el Ejército por incompatibilidad con su vida de madre, creó el personaje Luli Pampín con la ayuda de su hermano y comenzó a triunfar en YouTube en 2016.

Actualmente presenta su espectáculo en el Teatro Rialto de Madrid y prepara una gira por diversas ciudades de España, llevando su música y bailes a niños y familias.

Luli Pampín reside en Andorra, donde encuentra inspiración en la naturaleza y compagina su faceta artística con la vida familiar.

Primero, para los que hayan caído aquí fruto del algoritmo, hablemos de su dimensión. Luli Pampín, desconocida para gran parte del público adulto —salvo que usted tenga un niño pequeño, claro—, cuenta en su canal de Youtube con más suscriptores que Rosalía (12M), Dani Martín (510 K) o C. Tangana (2,4 M) juntos. En total, casi 21 millones que, en realidad, son poca cosa si tenemos en cuenta que algunos de sus vídeos —como Juguemos en el bosque— suman 429 millones de visualizaciones. Una barbaridad.

Ocurre, sin embargo, que Lucía Pérez Gerardi, sin capa, es una madre normal. “Pegajosa”, sí. Y “bailona”, también. Pero, sin ese pelo rosa tan suyo, sin esa armadura a lo ‘Xena la guerrera’ —pero con colorines—, sin esos bailes, sin esos 12 discos en el mercado, sin esos shows en teatros que recorren medio mundo... Sin todo eso, qué decir, es como usted o como el que escribe: alguien que se preocupa por sus hijos, que trata de darles lo mejor, que busca conciliar lo máximo posible y que, por qué no decirlo, dice “disfrutar mucho” con su trabajo.

Estos días, presentando su espectáculo en Madrid (Teatro Rialto), con siete fechas cerradas (desde este sábado al 30 de diciembre y del 2 al 4 de enero). Quién se lo iba a decir cuando, con 12 años, llegó a España y, con 18, decidió meterse al Ejército de Tierra. Entonces, no lo creyó. Hoy, es una realidad. O, mejor dicho, un éxito.

P.— ¿Cómo ha sido su adaptación de Youtube al teatro?

R.—Raro. No es lo mismo ponerte delante de la cámara, sin ruido, que hacerlo delante de los niños. Los primeros shows fueron muy duros, pero también lo disfruté mucho. Es muy hermoso, porque el directo te regala muchas cosas diferentes. Ves bailar a los niños, a los papás, a las abuelas...

P.—¿Se ha planteado tener un espectáculo fijo?

R.—Ahora tengo dos shows, pero no son fijos. Uno es el del Teatro Capitol de Madrid y el otro el que va rotando por España y Latinoamérica. Estamos trabajando en un tercero, para celebrar que somos muchos millones en Youtube, y además tratamos de llevar los shows que ya tenemos a donde no hemos ido.

De Mendoza a Alicante

Lucía, o Luli, como ustedes quieran, tuvo una vida anterior que dista mucho de la actual. Nació en Mendoza (Argentina). Era la segunda de cinco hermanos y, como cualquier niña, disfrutaba “jugando en la calle, subiendo a los árboles o yendo al campo”. Pero, a los 12 años, tuvo que emigrar a España junto con toda su familia por la situación económica que vivía el país. Y, aunque no lo puedan creer, por aquel entonces le daba “mucha vergüenza” cantar y bailar en “público”.

A Alicante se adaptó rápidamente. No tuvo problemas para hacer amigos, no sufrió en el colegio y llegó hasta Bachillerato sin demasiados problemas. Pero, entonces, tomó una de esas decisiones que marcan la vida de cualquiera.

Luli Pampin, durante las actuaciones de Navidad.

Luli Pampin, durante las actuaciones de Navidad.

P.—¿Por qué decidió meterse en el Ejército?

R.—No sabía qué estudiar y una amiga me contó que se iba a alistar al Ejército. Me pareció muy interesante todo el tema de viajar y al final decidí no estudiar para hacer carrera como militar. Parece que es algo muy diferente a ser Luli, pero a mí me ha servido mucho lo que aprendí allí para trabajar ahora.

P.—Estuvo en Cartagena, en el Ejército de Tierra. ¿Qué aprendió allí?

R.—Constancia, esfuerzo, compañerismo y toda esa fuerza mental que se necesita a veces para aguantar, seguir el camino e ir a por todas. Luli es lo que es hoy en día gracias a lo que fue en el Ejército.

P.—¿Por qué decidió irse? Al fin y al cabo, ya tenía su vida encauzada y un sueldo fijo allí.

R.—Sí, tenía ese sueldo fijo, pero se juntaron muchas cosas. Yo ya había aprendido determinadas cosas en el Ejército y sentí que después de tantos años ya no tenía mucho más que aprender, que ya había cumplido con esa parte, y estaba un poco frustrada.

Y luego todo eso coincidió con que mi hijo era muy pequeñito y yo tenía problemas para estar a su lado porque a veces estaba lejos. Entonces, mi vida en el Ejército empezó a ser incompatible con lo que iba a ser mi vida como mamá.

Yo entonces, además, bailaba y cantaba con mi hijo. Le empecé a dar hueco a Luli y a esa parte artística y se lo quité al trabajo, que me había hecho ser una persona que ya no me gustaba ser. Me sentía muy dura y la maternidad me devolvió esa vulnerabilidad. No lo veía compatible con ser madre.

P.—¿Por qué la dureza del Ejército era incompatible con ser Luli?

R.—Cada mujer lo siente de forma diferente y supongo que hay algunas que no se sintieron como yo, pero si eres militar tienes que mantener esa dureza de la que hablo. Al convertirme en madre, empecé a sentir que volvía a ser la Lucía anterior a entrar en el Ejército. Sentí que me reencontraba conmigo misma y con la persona que le gustaría enseñarle a mi hijo que soy. Por eso cambié.

Crear a Luli Pampín

Lucía, que por aquel entonces todavía estaba lejos de ser youtuber, dejó el Ejército con una excedencia —por si aquello salía mal— y concentró todos sus esfuerzos en crear a Luli. “Junto con mi hermano menor, Sebas, fueron surgiendo y tomando forma todas las ideas”, cuenta a este periódico. Él la enseñó a utilizar el ordenador para editar y le ayudó a crear al personaje. “Hubo mucha gente que me apoyó, pero también los hubo que no lo hicieron y, sin embargo, contribuyeron sin saberlo a darme fuerzas”, explica.

Su primer vídeo lo subió en agosto de 2016 y lo grabó usando una caja de cartón pintada con spray como cajita musical. “Un día ganaba para un café, otro para dos... Y así iba sumando poco a poco”, cuenta. Durante los dos primeros años no tuvo sueldo, pero entonces se puso en contacto con ella Alberto Mantovani, productor de Alman Kids, y se interesó por su trabajo. Luli viajó a Italia y desde entonces comparten proyecto.

Luli Pampín, en una de sus actuaciones en el teatro.

Luli Pampín, en una de sus actuaciones en el teatro. Cedida.

Así se creó, poco a poco, su mundo. Ya saben, Luli sale de la caja musical que un día, fortuitamente, llegó a casa de la familia Pampín para, a través de los bailes y las canciones que salen de esa radio mágica, convertirse en una superheroína que es capaz de viajar a mundos inimaginables.

P.—¿Cómo es su vida cuando se quita la capa de superheroína?

R.—Tengo mi horario laboral. Cuando los niños están en el cole, trabajo. Lo disfruto mucho y estoy todo el día pensando en Luli porque soy algo obsesiva. Y cuando no trabajo soy una mamá muy corriente: hago la comida, estoy con mis hijos.

P.—Es una de las muchas youtubers que se han ido a Andorra a vivir. ¿Por qué?

R.—Me gusta la naturaleza. Tengo la montaña frente a mi casa y todo eso me lleva a mi infancia, me genera inspiración.

P.—¿Es difícil ser madre en España?

R.—Supongo que la situación de cada madre es muy particular. A mí me costó mucho todo el tema de la conciliación y por eso decidí cambiar, pero no puedo hablar por todas las madres de España. Pero sí, la conciliación al ser madres es difícil.

Con esto, Luli, o Lucía, se despide. Dice adiós a un gran año, con más lulimPampineros -así llama a sus seguidores- y una gira por España que, tras Madrid, pasará por buena parte de la geografía española: Valladolid, Cartagena, San Sebastián, Burgos, Ávila, Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Bilbao y Pamplona.