El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso pedirá al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana que revise el Código Técnico de Edificación, que entró en vigor en 2006, después del trágico incendio ocurrido el pasado jueves en un edificio de Valencia. 

Así lo ha avanzado la presidenta regional en una entrevista en 'Antena 3', recogida por Europa Press. El código técnico de la edificación es el marco normativo por el que se regulan las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios, incluidas sus instalaciones, para satisfacer los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad.

"Vamos a pedir al Ministerio de Vivienda que lo revise desde el año 2006 para ver si se determina finalmente qué es lo que ha hecho prender como una tea este edificio, si es algo que se tiene como norma general en muchos otros edificios", ha señalado. 

El incendio de Valencia se produjo en una construcción de 14 plantas y dejó una decena de fallecidos en su interior. Las llamas se propagaron en un corto lapso de tiempo por todo el edificio, dejando sin hogar a numerosos vecinos del barrio de Campanar. Por ahora, todo apunta a que los materiales con los que se edificó el bloque fueron claves en la rápida propagación del fuego. 

El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad, Jorge Rodrigo, mantendrá este mismo lunes un encuentro con el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, Sigfrido Herráez.

36 fotos

Ayuso ha mostrado su sorpresa por la "virulencia" del incendio y, aunque ha reconocido que no es habitual, cree que es necesario revisar "las normas y ver qué ha sucedido para poner todas las medidas" para que no se repita.

El bloque de viviendas se proyectó teniendo en cuenta las medidas de protección contra incendios aprobadas en el año 1996, mucho más laxas que las actuales. A partir de 2006, cuando se dio el visto bueno a un nuevo Código Técnico de la Edificación, se endurecieron las exigencias que debe cumplir la composición de materiales y los paneles de revestimiento para poder ser comercializados.

Entre 2017 y 2019 volvió a restringirse todavía más el uso de determinados materiales. 

[Miles de edificios construidos entre los años 1996 y 2006 tienen fachadas inflamables como la que ardió en Valencia]