Obras en la A-5 de Madrid.

Obras en la A-5 de Madrid. Europa Press

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Giro radical en las obras de la A-5: este es el nuevo desvío de tráfico que afectará a miles de madrileños los próximos meses

Las obras del soterramiento de la A-5 y del Paseo Verde del Suroeste entran en esta nueva fase que traerá consigo nuevos contratiempos para los vecinos.

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Los madrileños tienen un verano muy complicado por delante y es que la capital se encuentra asediada por las obras. Hasta en tres puntos claves de la ciudad se están realizando trabajos de reforma y mejora de las infraestructuras. Aunque sin duda el más importante son las de la A-5.

Ya se han cumplido los primeros nueve meses de las obras de soterramiento de la A-5 para ejecutar el Paseo Verde del Suroeste. De momento, los trabajos de excavación del futuro túnel se desarrollan según lo establecido. Sin embargo, los madrileños se enfrentan ahora a un nuevo cambio.

Este martes 15 de julio se producirá una nueva afectación para continuar con la ejecución de estos importantes trabajos. El Ayuntamiento desviará el tráfico de la A-5 entre la Avenida del Padre Piquer hasta el nuevo bypass del enlace con la carretera de Boadilla.

Una decisión que pretende dar continuidad a unos trabajos que están ocasionando muchos contratiempos a los madrileños, pero que en el futuro convertirán esta zona de Madrid en un espacio mucho más funcional a la par que bonito, con una nueva y destacada área verde.

Sin embargo, esta actuación obliga a realizar una incómoda y molesta desviación del tráfico para liberar la zona de la futura rampa que habrá en dicho punto. Una nueva transformación urbana que se une a un largo historial de cambios producidos en los últimos nueve meses.

Nuevos cambios en las obras de la A-5

Madrid sigue viendo día a día cómo avanzan sus transformaciones. Especialmente las de las obras de soterramiento de la A-5 y que darán forma al Paseo Verde del Suroeste. Sin embargo, a partir de este martes se suma un nuevo cambio.

Se trata de la desviación del tráfico de la A-5 entre la Avenida del Padre Piquer hasta el nuevo bypass que hace de enlace con la carretera de Boadilla. Así se podrá proceder a la ejecución de los pilotes del túnel norte en sentido Badajoz y la ejecución de las primeras losas de ese tubo.

Las consecuencias de esta fase de las obras son la desviación del tronco de la A-5 por un trazado que libera la zona de la futura rampa y que discurrirá, en parte, sobre las losas ya ejecutadas del túnel sur, en un tramo entre la calle de Illescas y el enlace de Boadilla.

Eso sí, los usuarios habituales de estas carreteras deben saber que se mantendrán abierta la salida de la calzada norte de la A-5 hacia Boadilla del Monte y el giro a la izquierda desde el ramal citado hacia la calle Carabias.

A partir de ahora, esta salida gana una importancia total, ya que se convierte en el itinerario alternativo para los vecinos de la zona. Es importante saber que se encontrará cerrado el acceso a la calle Carabias desde el tronco de la A-5.

Para muchos madrileños se vienen meses incómodos, pero estos trabajos son necesarios para obtener una gran mejora en el futuro. El Ayuntamiento de Madrid recuperará para los vecinos el espacio que ahora ocupa la autovía que separa los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas.

Estas zonas han estado separadas de los de Campamento y Casa de Campo, núcleos muy cercanos a la A-5 y marcados por estas obras. Esta es una vía por la que circulan diariamente más de 80.000 vehículos.

La nueva cubrición de la A-5 permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer en una actuación que comprende más de 3 kilómetros. Además, servirá para priorizar la movilidad peatonal y ciclista.

Bajo tierra, el nuevo túnel tendrá una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.