Render de la fachada de Santa Catalina, 5 una vez reformada.
Los pisos de lujo en un edificio del siglo XIX de la "nueva Milla de Oro de Madrid": con piscina interior, sauna y vinoteca
El inmueble, del que es propietario Dazia Capital, comenzará sus obras próximamente para reformarlo y crear 11 viviendas en sus cinco plantas.
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Normalmente, cuando se habla de la zona del lujo de la capital, lo primero que viene a la cabeza es el barrio Salamanca. Pero las nuevas viviendas de Santa Catalina, 5 pretenden ser un lugar único, empezando por su ubicación: en pleno Barrio de las Letras.
En unas calles colmadas de la tradición de Madrid y a un paso de lugares emblemáticos para la cultura como es el Ateneo, el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía, los tres grandes museos madrileños, no es de extrañar que estos pisos hayan nacido con el objetivo de aunar en sí mismos el romanticismo y el arte con la vanguardia y la modernidad.
Y para ello adquirió Darya Homes, la marca promotora de Dazia Capital, el inmueble ubicado en la calle Santa Catalina número 5. Un edificio que data de finales del siglo XIX y que prácticamente no ha sufrido ninguna modificación en todos estos años.
Incluso, algunos de los pisos todavía estaban habitados hasta hace cuatro años. "Tiene alma y es diferente. Es como vivir en un museo viviente", dice el CEO de Messer, Ignacio Pan de Soraluce, encargado del diseño de marca.
En él, la promotora, en colaboración con la consultora inmobiliaria Knight Frank, presentan un proyecto de hasta 11 viviendas de unos 200 metros cuadrados en una altura de cinco plantas, con precios entre 2,22 y 3,55 millones de euros. Es decir, entre 11.000 y 16.000 euros el metro cuadrado.
Render de un salón de una de las viviendas.
"Están destinadas a un cliente finalista que conozca Madrid, que le guste y quiera vivir entre una mezcla de modernismo y clasicismo", explica Natalia Pérez, consultora de obra nueva de Knight Frank, durante un acto con medios de comunicación este jueves en el Gran Hotel Inglés -de gran similitud estilística con el proyecto entre manos-.
Así, define el lugar donde se instala, el barrio de los poetas y escritores del Siglo de Oro, como "la nueva Milla de Oro de Madrid".
Un edificio protegido
Al ser un edificio protegido por su interés arquitectónico e histórico, como apunta el arquitecto al que se le ha confiado el proyecto, Moisés García González, la reforma no va a ser total. Con una inversión de 18 millones de euros, se mantendrán y recuperarán elementos originales como la fachada, las escaleras, el portal y las puertas, así como detalles decorativos como molduras y chimeneas. "Volverá a ser lo que era entonces: un edificio de señores de la época", expresa.
Se trata de 11 viviendas -cada una con el nombre de un pintor del barroco y del renacimiento- de dos a cuatro habitaciones con un "diseño flexible", es decir, con la posibilidad de que cada cliente pueda personalizar las distintas estancias, adaptándose a sus necesidades. De hecho, podrán convertirse en nueve pisos si finalmente alguno quiere unir dos.
Una de las chimeneas del edificio actualmente.
Asimismo, aseguran que se hará con "las mejores calidades". Para el interiorismo se encargará el parisino Óscar Lucien.
En cada planta se ubicarán dos viviendas, siendo el segundo nivel el de más prestigio: "Eran las más señoriales", señalan. Los techos de todas ellas tienen unos 3 metros de altura, llegando a los 5 metros en algunos puntos.
Una peculiaridad es que no tiene ático. Las últimas dos plantas albergarán tres dúplex. Además, habrá 200 metros cuadrados de zonas comunes: un patio central lleno de vegetación donde se ubicará la piscina climatizada y la sauna, además de una sala social con vinoteca y un gimnasio.
El arquitecto apunta que una de las características principales de estas casas es que están llenas de luminosidad. "Gracias a su distribución, la luz llega a todas partes. Tiene tres patios de luces: el central y dos laterales compartidos con edificios colindantes". Uno de ellos, el hotel Villa Real.
Cinco vendidas
Por ahora, ya hay cinco viviendas vendidas. "La media normalmente de decisión de los clientes es de un mes o mes y medio, pero en este se ha acortado a una semana. Es tan especial que hubo alguno que, en cuanto lo vio, firmó", asegura Pérez.
Todos los compradores son nacionales, salvo uno norteamericano. Entre los pisos vendidos se encuentran los bajos, que en un principio pensaron en hacerlos locales comerciales. Finalmente, se descartó la idea para que fueran "más discretos".
![Recreación de los pisos de Retamar de la Huerta.](["https:\/\/s3.elespanol.com\/2025\/03\/31\/actualidad\/935417032_254332844_320x180.png"])
Tampoco era la idea inicial hacer pisos destinados a la venta. Cuando se adquirió, en el año 2022, a una familia de Chamberí -propietaria del edificio desde hacía más de 50 años-, se pensó convertir en pisos turísticos por su ubicación estratégica en pleno centro de Madrid.
"Pero al madurar la idea, hemos concluido que para intentar sacar el máximo partido al edificio, tenía todo el sentido mantener su uso residencial", explican desde Dazia Capital.
Desde la promotora afirman que el inicio de las obras es inminente. De hecho, ya cuentan con licencia para ellas. En este sentido, se espera que las viviendas se entreguen a finales de 2027.
