Esqueletos en la necrópolis de hace 2.000 años de Jabuticabeira , en Brasil. Los huesos destacados en amarillo conservaban ADN de la bacteria.

Esqueletos en la necrópolis de hace 2.000 años de Jabuticabeira , en Brasil. Los huesos destacados en amarillo conservaban ADN de la bacteria. Jose Filippini

Historia

Una necrópolis de 2.000 años arroja luz sobre el origen de la sífilis: existía en América antes de Colón

Un estudio genético de los restos de unos individuos precolombinos de Brasil logra secuenciar el genoma más antiguo hasta ahora conocido de la bacteria causante de esta enfermedad infecciosa.

24 enero, 2024 17:04

A finales del siglo XV se desató en Europa una devastadora y misteriosa epidemia con una alta tasa de mortalidad. Se trataba de la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum que diezmó la población del viejo continente, provocando la aparición de sarpullidos por todo el cuerpo de los infectados, ceguera, trastornos mentales y su muerte en pocos meses. De la misma forma que los europeos, encabezados por Cristóbal Colón, llevaron la viruela, el sarampión o la varicela a América, también se trajeron consigo esta infección. O al menos eso se creyó durante mucho tiempo.

Sin embargo, un estudio científico publicado en 2020 descubrió que los patógenos causantes de esta enfermedad y otras similares como el pian —se trasmite por contacto con la piel, aunque no a través de la penetración sexual— ya estaban en el Viejo Mundo a principios del siglo XV, bastantes décadas antes de los viajes colombinos. La culpabilidad del almirante genovés y sus acompañantes ya había sido puesta en duda con anterioridad. Algunos investigadores incluso sugirieron que las primeras formas de treponemas pudieron haber sido introducidas en América en la época de las primeras migraciones humanas, hace entre 23.000 y 15.000 años.

Una nueva investigación publicada este miércoles en la revista Nature añade otro capítulo a la compleja historia de los orígenes de la sífilis. Un equipo de investigadores liderado por Verena Schünemann, de la Universidad de Basilea (Suiza), ha logrado secuenciar el genoma más antiguo hasta ahora conocido de una bacteria T. palladium. La información genética se ha logrado recuperar de los restos humanos de una serie de individuos sepultados hace 2.000 años en una necrópolis prehistórica de enterramientos individuales y múltiples localizada en el estado costero de Santa Catarina, en el sur de Brasil.

Imagen de otro de los enterramientos de Jabuticabeira.

Imagen de otro de los enterramientos de Jabuticabeira. Jose Filippini

Los análisis en el laboratorio han revelado que el patógeno que infectó a cuatro sujetos prehispánicos de la cultura sambaqui está estrechamente relacionado con la subespecie moderna que causa el pian, que en la actualidad solo se suele desarrollar en las regiones áridas de África y Asi. Un hallazgo, defienden los investigadores, que confirma que las civilizaciones de América experimentaron este tipo de enfermedades infecciosas como la sífilis mil años antes de la llegada de Cristóbal Colón y las tripulaciones de sus primeros viajes.

"Nuestra investigación genómica, junto con la datación por radiocarbono de restos humanos y la estratigrafía, sitúa la treponematosis recién descubierta en América del Sur mucho antes del contacto europeo en el siglo XV, incluso antes de las expediciones vikingas a la costa de América del Norte, lo que atestigua firmemente la presencia de enfermedades como pian en el Nuevo Mundo con anterioridad al contacto", escriben los autores del artículo. "Nuestro estudio ha podido demostrar que la sífilis endémica ya estaba presente en las zonas húmedas de Brasil hace unos 2.000 años", añade Verena Schünemann. 

Aparición de la bacteria

Los especialistas e historiadores de la medicina todavía mantienen profundos debates sobre si los marineros y soldados de Cristóbal Colón trajeron la sífilis de transmisión sexual del Nuevo Mundo a Europa a su regreso en 1492. La enfermedad se propagó rápidamente a partir de finales de esa centuria, especialmente en ciudades portuarias.

"El hecho de que los hallazgos representen un tipo endémico de enfermedades treponémicas, y no una sífilis de transmisión sexual, deja aún sin resolver el origen de la sífilis de transmisión sexual", explica Kerttu Majander, investigadora posdoctoral en la Universidad de Basilea y una de las autoras principales del estudio. Sin embargo, los autores consideran que hay muchos indicios de que las treponematosis ya estaban muy extendidas en el norte de Europa, en zonas de las modernas Finlandia y Polonia, antes de la época del descubrimiento. "Como no hemos encontrado sífilis de transmisión sexual en América del Sur, la teoría de que Colón llevó la sífilis a Europa parece más improbable", comenta Schünemann. 

Cristóbal Colón pide permiso al príor de La Rábida para ir a descubrir América.

Cristóbal Colón pide permiso al príor de La Rábida para ir a descubrir América. Museo del Prado

Muchas especies de bacterias intercambian rasgos que son beneficiosos para la evolución a través de lo que se conoce como transferencia horizontal o recombinación de genes. Una comparación entre el ADN prehistórico de los huesos de Brasil y los patógenos actuales muestra que tales eventos tuvieron lugar. "No podemos precisar exactamente cuándo tuvo lugar este intercambio, pero probablemente sea uno de los mecanismos impulsores de la divergencia entre las subespecies que causan diferentes infecciones treponémicas", dice Marta Pla-Díaz, de la Universidad de Basilea y otra autora principal del estudio.

La comparación del ADN también ha permitido deducir la fecha de aparición de la familia Treponema pallidum. Sus investigaciones muestran que estos patógenos surgieron en algún momento entre 12.000 y el 550 a.C. Por lo tanto, la historia de estas bacterias se remonta mucho más atrás de lo que se pensaba anteriormente.

"Aunque el origen de la sífilis aún deja lugar a la imaginación, al menos ahora sabemos sin lugar a dudas que las treponematosis no eran ajenas a los habitantes americanos que vivieron y murieron siglos antes de que los europeos exploraran el continente", concluye Schünemann.