La actriz Elisa Mouliaá, en una imagen de archivo.

La actriz Elisa Mouliaá, en una imagen de archivo. Efe

Tribunales

Errejón recurre a la Audiencia de Madrid la propuesta del juez de llevarle a juicio: "Mouliaá ha cometido falso testimonio"

La defensa afirma que la declaración de la actriz, en la que se basa el instructor, no puede ser valorada como prueba de cargo y remarca que "se ha embolsado 54.000 euros" por ir a las televisiones a hablar de su denuncia.

Más información: El juez ve indicios para llevar a juicio al exportavoz de Sumar Íñigo Errejón por una agresión sexual a Mouliaá

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Las claves

La defensa de Íñigo Errejón ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid la propuesta de llevarle a juicio por presunta agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá, acusando a la denunciante de falso testimonio.

El recurso sostiene que no hay indicios racionales de un contacto sexual inconsentido y argumenta que la versión de Mouliaá es inverosímil, incoherente y desmentida por testigos y pruebas documentales.

Se destaca que la denunciante eliminó mensajes y conversaciones posteriores a los hechos con Errejón, lo que la defensa interpreta como intento de ocultar la realidad y contradicción en su comportamiento.

La defensa alega que Mouliaá ha obtenido notoriedad y 54.000 euros por su participación en programas de televisión tras la denuncia, insinuando un interés económico y mediático en el caso.

La defensa del exportavoz de Sumar Íñigo Errejón ha pedido a la Audiencia Provincial de Madrid que revoque la decisión del juez instructor Adolfo Carretero de proponer su enjuiciamiento por un presunto delito de agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá. "En su declaración judicial cometió un delito de falso testimonio", afirma.

El recurso sostiene que no hay indicios racionales de un contacto sexual inconsentido por parte de Mouliaá, cuya declaración es la base de la decisión del instructor.

Para la defensa, el testimonio de la denunciante "no reúne los requisitos para ser valorada como suficiente prueba de cargo tras haber sido desvirtuada por innumerables diligencias de prueba testificales, periciales y documentales que han sido ignoradas por el instructor".

El recurso considera inverosímil e incoherente la versión de Mouliaá ya desde la propia denuncia que interpuso tres años después de los hechos: la actriz dijo que ocurrieron en septiembre de 2021 en una vivienda de unos amigos en la calle Alonso Cano, de Madrid, cuando en realidad fue el 8 de octubre de 2021 en la calle Modesto Lafuente. "La denunciante no acertó ni en el tiempo ni en el espacio", señala la defensa.

Reprocha a Carretero no haber tenido en cuenta el testimonio "coincidente y sin contradicciones" de los amigos de Mouliaá presentes durante la fiesta en la que, según ella, Errejón la llevó a una habitación y realizó tocamientos no consentidos, tras haberla besado de forma sorpresiva en el ascensor. Los testigos han desmentido la versión de la denunciante y han aportado mensajes intercambiados con ella que la contradicen.

También considera "extremadamente llamativo" que el instructor "no mencione la reprochable conducta procesal que ha venido desplegando Mouliaá a lo largo de la instrucción", algo que, afirma, "corrobora que ha pretendido ocultar la realidad de lo ocurrido la noche de los hechos denunciados, no facilitando la investigación judicial, incluso poniendo trabas al esclarecimiento de los hechos".

Destaca, a este respecto, que la denunciante "ha reconocido la destrucción de pruebas al eliminar de su dispositivo móvil y de la aplicación Instagram determinadas conversaciones con Errejón" posteriores a la presunta agresión sexual.

"Ni tiene sentido ni es coherente que, si realmente hubiera sido víctima de un delito de abuso
sexual, siguiera contactando con Errejón", sostiene la defensa.

Destaca que seis días después de los hechos Mouliaá escribió a Errejón "lamentando no haber podido hacer un plan juntos por haber transcurrido la fecha del concierto de Silvio Rodríguez".

Posteriormente le volvió a contactar "nada menos que para que le proporcionara el nombre de una abogada penalista en relación con un procedimiento en curso precisamente por agresión sexual contra su ex marido".

"Y lo que es todavía más incongruente es la actitud de la denunciante de borrar esos mensajes para evitar dejar rastro, evidentemente porque era consciente, de cara al presente proceso penal, de la incoherencia de su comportamiento posterior a los hechos imputados, que descarta, de plano, la realidad de los hechos mismos", señala.

La defensa afirma que Mouliaá no solo no ha promovido sino que "más bien ha intentado evitar" que tres testigos presentes en la fiesta testificaran, negándose a facilitar al Juzgado su correo electrónico.

También aportó con su denuncia una conversación "parcial y recortada" con su amiga J., "omitiendo el final de la misma, que pudo ser rescatado por la Policía". En ese diálogo por Whatsapp, la denunciante comentó que "estábamos conectando y podía ser algo muy guay pero iba muy rápido".

Mouliaá "se negó", igualmente, a mantener una entrevista clínica con el psiquiatra forense designado por la defensa y a aportar el informe médico de la psiquiatra que la había atendido.

"Lo más incomprensible e incoherente de los hechos denunciados es que Mouliaá, tras todos los actos sexuales supuestamente inconsentidos sucedidos durante la noche y la madrugada (en un ascensor y en una habitación) y supuestamente cometidos por Errejón accediera a subirse en un taxi con él para acudir a su domicilio, a pesar de que minutos después, en el mismo trayecto, había recibido una llamada de su padre advirtiéndole de que su hija tenía fiebre alta", afirma el recurso.

La defensa indica que "que conozcamos oficialmente, Mouliaá, tras la denuncia interpuesta contra
Errejón, se ha embolsado la cifra total de 54.000 euros" por su participación en programas de televisión para hablar de su denuncia.

"El único ánimo que la ha movido a denunciar a una persona de la relevancia pública de Errejón ha sido obtener una notoriedad e ingresos de los que carecía hasta ese momento, después de varios años sin trabajar, aprovechándose del impacto mediático de la dimisión del denunciado para 'subirse a una ola' de la que, a fecha de hoy, no se ha bajado, habiendo adquirido una evidente popularidad y conseguido una frecuente presencia en medios de comunicación", concluye.