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Visto para sentencia. Este jueves terminó el juicio en el que Álvaro García Ortiz, máximo responsable de la Fiscalía española, ha declarado como acusado por, supuestamente, filtrar a la prensa el correo electrónico en el que el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, admitía que su cliente había cometido dos delitos fiscales.

Durante seis sesiones, a lo largo de dos semanas, el Tribunal Supremo ha sido testigo de una imagen inédita: la de un fiscal en el ejercicio de su cargo siendo juzgado.

El fiscal negó haber facilitado a la prensa —ni a nadie ajeno a la Fiscalía de la que es máximo responsable— el mencionado e-mail.

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    Un fiscal general del Estado en el banquillo (metáfórico)

    Por vez primera, un fiscal general del Estado en ejercicio, máximo responsable del Ministerio Público, se ha sentado en el banquillo de los acusados.

    En el del Tribunal Supremo, concretamente, ya que García Ortiz es aforado. Y lo es porque, pese a las peticiones de multitud de voces políticas y jurídicas, se negó a dimitir.

    En realidad, García Ortiz se ha sentado en un banquillo de los acusados metafórico, tal y como se conoce, coloquialmente, al lugar desde el que declaran los acusados de un juicio.

    Durante toda la vista oral, salvo para su declaración, estuvo colocado, al ser un jurista, en estrados, junto a su defensa. 

    El Gobierno respalda a García Ortiz, quien se enfrenta a, como máximo, una petición de seis años de cárcel y a inhabilitación.

    El acusado quiso finalizar su declaración con una frase que aseguró que una persona, a la que no conocía de nada, le había dicho instantes antes de su interrogatorio: "La verdad no se filtra, se defiende".

    En respuesta, durante su turno, el abogado de Alberto González Amador tachó esta sentencia de "maquiavélica".

    Cuando el pasado enero García Ortiz declaró como investigado en el Supremo, optó por llevar una corbata azul con pequeñas balanzas rojizas, símbolo de la Justicia.

    Durante las seis sesiones del juicio, ha lucido una corbata negra, a juego, como manda el protocolo, con la toga de fiscal general del Estado.

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    González Amador y la "muerte pública"

    El empresario Alberto González Amador declaró durante más de una hora y media como perjudicado por la filtración del correo en el que uno de sus abogados admitía que cometió dos delitos fiscales.

    La publicación de aquel mail, lamentó, le provocó ser considerado "el delincuente confeso, el delincuente de España".

    Ante el tribunal, González Amador señaló a García Ortiz —le señaló, de hecho, con la mano— como el responsable de su "muerte pública".

    No fue su única mención a la muerte. "O me voy de España o me suicido", llegó a plantear, en un arrebato.

    El presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, le disuadió de ambas posibilidades. "No le recomiendo ninguna de las dos cosas", le dijo.

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    Gabriel Rodríguez Ramos y el "alineamiento" Fiscalía-Gobierno

    El abogado en este juicio de González Amador, Gabriel Rodríguez Ramos, criticó el "alineamiento" de la Fiscalía, liderada por García Ortiz, con la política comunicativa del Gobierno en lo tocante a su cliente.

    De hecho, en el juicio, atribuyó a Moncloa el "impulso" de la difusión de la imagen del correo en el que otro letrado admite que el novio de Ayuso cometió dos delitos fiscales.

    "Un documento A antijurídico [el e-mail filtrado] se publica en un medio y se transforma en un documento B para blanquearlo".

    González Amador solicita que el fiscal general del Estado le abone una indemnización de 400.000 euros.

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    Una fiscal que pide la absolución del acusado

    La teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, es la número dos de García Ortiz.

    Tanto durante la investigación judicial como en el juicio, ha solicitado la exoneración del acusado. Esto es, de su jefe.

    García Ortiz se negó a contestar a las preguntas de la acusación particular (el abogado de González Amador), a la que atribuye "mala fe" y un uso espurio del procedimiento judicial.

    El acusado tan sólo contestó a las preguntas de su defensa y de la Fiscalía. Sánchez Conde únicamente le formuló dos: si filtró el correo y si se ratifica en lo declarado durante la instrucción.

    A lo primero, no. A lo segundo, sí. 

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    Ignacio Ocio, defensor de García Ortiz

    Quien ha ejercido la defensa de García Ortiz durante todo el procedimiento ha sido Ignacio Ocio, miembro de la Abogacía del Estado.

    En el juicio, ha estado acompañado por la exabogada general del Estado Consuelo Castro.

    García Ortiz se sentó junto a ambos en estrados, vestido con la toga de fiscal general del Estado, que tan sólo se quitó para declarar desde el banquillo de los acusados.

    Ocio, durante su informe final, insistió en las decenas de personas que, como García Ortiz, tuvieron acceso al correo filtrado. Y apuntó a la Fiscalía de Madrid como el origen de la filtración.

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    La fiscal Pilar Rodríguez y el "poquito de cianuro"

    La fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, estuvo investigada en este procedimiento. Sin embargo, no llegó a ser juzgada, a diferencia de García Ortiz.

    No obstante, su despacho también fue registrado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

    En el juicio, Rodríguez declaró como testigo. Y expresó que fue un "desahogo" cuando, en conversación con García Ortiz, la noche del 13 de marzo de 2024, a las 23:25, expresó que tenía "ganas de incorporar un poquito de cianuro" a la nota de prensa que preparó la Fiscalía para desmentir a El Mundo.

    Poco antes, a las 21:29 h, este diario había publicado que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo a González Amador.

    El correo filtrado, publicado esa misma noche, algo más tarde, por prensa afín al Gobierno, demostraría que sucedió al revés.

    Fue el abogado del empresario quien planteó el pacto, que incluiría que su cliente reconociera dos delitos fiscales.

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    La nuca del teniente coronel Balas

    Al tratarse de mandos de la Guardia Civil, las cámaras encargadas de la grabación del juicio no enfocaron los rostros de los tres agentes que declararon como testigos.

    Tan sólo se pudo ver sus nucas y espaldas, sentados frente al tribunal.

    Uno de ellos, no obstante, es el teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) Antonio Balas.

    Él estuvo personalmente en el registro del despacho de García Ortiz el 30 de octubre de 2024. Y fue el instructor del atestado en el que se dio cuenta al Supremo del resultado del registro practicado ese mismo día a la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez.

    En el juicio, Balas apuntó a García Ortiz por la filtración del correo: "Se ve un dominio a todos los niveles del fiscal general".

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    Martínez Arrieta, el presidente del tribunal que está "más guapo sin gafas"

    El presidente de la Sala Segunda del Supremo es el magistrado Andrés Martínez Arrieta.

    En noviembre de 1998, se convirtió en el magistrado más joven de la misma, al acceder a este tribunal con sólo 43 años.

    Miembro de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, es considerado de sensibilidad progresista.

    Al inicio del juicio, Martínez Arrieta optó por quitarse las gafas. Los micrófonos captaron cómo bromeó con el juez Manuel Marchena, sentado a su izquierda, y le dijo: "Yo creo que me voy a quitar las gafas, porque estoy más guapo sin gafas".

    Este magistrado, en su función de presidente del tribunal, ha sido el encargado de pronunciar el "visto para sentencia" que, este jueves, puso fin al juicio.

    También ha sido el encargado de supervisar y, en ocasiones, reconducir los interrogatorios.

    En los tres primeros días de vista oral, sólo planteó una pregunta una cuestión clave para determinar si varios periodistas conocieron o no, antes que García Ortiz, el e-mail en el que el abogado de la pareja de Ayuso admitía que "ciertamente se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública".

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    MÁR: "Se está cometiendo una injusticia con un español porque sale con una rival política"

    Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso y conocido por las siglas MÁR, declaró como testigo en el juicio contra el fiscal general del Estado.

    Durante su declaración, defendió a González Amador. Lamentó que se haya cometido "una injusticia con un español porque sale con una rival política".

    El jefe de gabinete de Ayuso también defendió la existencia de una "trama" contra el empresario, que irá a juicio en el procedimiento sobre su presunto fraude fiscal.

    "Se le está causando un daño profesional irreparable", declaró MÁR.

    Su declaración como testigo, celebrada el pasado día 4, debió suspenderse durante unos minutos, al quedarse la sala de prensa sin luz.

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    Lastra: "Le dije [a García Ortiz]: 'Has filtrado los correos'"

    La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, declaró como testigo el pasado día 3.

    Y confirmó el testimonio de cargo contra el fiscal general que ya vertió ante el magistrado instructor.

    Aseguró que, al inicio de una conversación telefónica que mantuvo con García Ortiz a las 09:08 de la mañana del 14 de marzo de 2024, le reprochó la filtración.

    "Cogí la llamada de Álvaro García Ortiz y no le di ni los buenos días. Le dije: '¿Has filtrado los correos?'. Y me dijo: 'Eso ahora no importa'", relató Lastra.

    No obstante, en el juicio, matizó que quizá pudo decir "habéis filtrado".

    "Yo creo que dije 'has filtrado', pero mi pareja, que estaba a mi lado, dice que dije 'habéis filtrado'", señaló. La pareja de Lastra es el fiscal Pedro Crespo, jefe de la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.

    En todo caso, García Ortiz niega la veracidad de este testimonio en su contra y explicitó la mala relación existente entre ambos. "Yo no escuché esas palabras", señaló el fiscal general acerca de lo declarado por Lastra.