Felipe VI junto al presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, posa para la foto de familia durante la clausura de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional.

Felipe VI junto al presidente del Tribunal Constitucional (TC), Cándido Conde-Pumpido, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, posa para la foto de familia durante la clausura de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional. Efe

Tribunales

El rey Felipe VI reivindica la justicia constitucional como el "último baluarte en la defensa del Estado de derecho"

Tribunales de 85 países piden respetar la independencia judicial y garantizar los derechos, las libertades y la dignidad de las generaciones futuras. 

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L. Villajos | Agencias
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Las claves

El rey Felipe VI enfatiza la justicia constitucional como esencial para la libertad y el Estado de derecho.

Durante el VI Congreso de Justicia Constitucional en Madrid, se destacó la independencia judicial y la necesidad de proteger los derechos futuros.

El evento abordó desafíos como la preservación del orden multilateral, las nuevas tecnologías y el medio ambiente.

Los tribunales subrayaron la importancia de defender marcos legales contra daños ecológicos y preservar el patrimonio cultural.

Felipe VI ha defendido este jueves la importancia de la justicia constitucional como garantía de la libertad y como "el último baluarte en la defensa del Estado de derecho", al tiempo que también ha advertido de los riesgos a los que se enfrentan las generaciones futuras.

Así la hecho durante la clausura del VI Congreso de la Conferencia Mundial de Justicia Constitucional en Madrid, organizado por el Tribunal Constitucional (TC) y la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, que ha congregado esta semana en la capital a más de 300 participantes.

El Rey ha incidido en que la Constitución de 1978 es "un espacio lleno de ideas, las ideas que apuntalan nuestra libre voluntad de vivir juntos, vivir como parte de una sociedad, una nación bajo un Estado de derecho democrático".

"La justicia constitucional garantiza nuestra libertad, nuestras libertades: es el último baluarte en la defensa del Estado de derecho", ha subrayado el monarca ante representantes de los tribunales constitucionales de 124 países, tras haber citado al Quijote y las célebres palabras de su protagonista: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos".

Según Felipe VI, "en los estados democráticos, la justicia constitucional, llevada a cabo de forma independiente, es inseparable del concepto moderno de soberanía". Esta idea "se ha convertido en la espina dorsal de una comunidad internacional cada vez más interconectada e interdependiente".

En estas circunstancias, el Rey ha querido abordar algunas de los principales desafíos que afectarán a las vidas de las generaciones futuras. En primer lugar, se ha referido a la necesidad de preservar el orden multilateral que emergió tras la Segunda Guerra Mundial.

En segundo lugar, ha mencionado las nuevas tecnologías, en particular la Inteligencia Artificial, y ha insistido en la necesidad de "asegurarnos de que evitamos o minimizamos los riesgos que todos tenemos muy presentes en nuestras mentes" para lo que hace falta que su desarrollo tenga en cuenta "los derechos y libertades recogidos en nuestras normas fundamentales".

También se ha referido al medio ambiente y a los eventos climáticos extremos, que "nos obligan a gestionar adecuadamente los bienes públicos que son realmente globales, como la calidad del aire, los recursos de agua y la biodiversidad". "No debemos alejarnos de la senda del desarrollo sostenible", ha sostenido.

Por último, Felipe VI ha hablado de "la herencia". "La cultura y sus productos tangibles e intangibles, es el espejo en el que nos reconocemos a nosotros mismos como país y una ventana al mundo", ha subrayado. "Debemos conocer nuestra cultura y preservarla en toda su riqueza y diversidad, compartiéndola y haciéndola a accesible a otros".

El respeto a la independencia judicial

Entre las conclusiones de este congreso, representantes de tribunales y cortes de 85 países han hecho un llamamiento este jueves a respetar la independencia judicial y garantizar los derechos, las libertades y la dignidad de las generaciones futuras. 

Uno de los puntos principales del encuentro ha sido la denuncia de las amenazas a la independencia de los tribunales y cortes constitucionales miembros de la conferencia mundial.

La conferencia ha puesto de manifiesto que las mismas "no son ni hipotéticas ni aisladas y que muchos se enfrentan a injerencias políticas en los nombramientos, retrasos en la ejecución de sus decisiones o campañas dirigidas a minar la confianza pública en ellos".

Igualmente que en algunos casos se ha intentado incluso debilitar el control constitucional mediante restricciones presupuestarias o procesales, lo que a juicio de los miembros de la conferencia "erosiona el Estado de derecho".

Los participantes en el congreso han concluido que "la independencia judicial no es un privilegio de la magistratura sino una salvaguarda para todos, una garantía de que los derechos se defienden sin miedo ni favoritismos".

"Precisa recursos adecuados y respeto institucional y protegerla es una responsabilidad permanente compartida por todos", han afirmado los tribunales constitucionales reunidos en Madrid, que han destacado que las sentencias crean marcos jurídicos que perduran más allá de ciclos electorales y programas políticos.

Conclusiones del Congreso

Las conclusiones han sido presentadas en la última sesión del congreso, moderada por la vicepresidenta del TC de España, Inmaculada Montalbán, quien ha subrayado que "cada generación tiene el deber ineludible de salvaguardar los derechos de las que están por venir, no actuar solo en función de los intereses del presente".

Para ello ha destacado el papel esencial de los tribunales constitucionales, puesto que "sus decisiones no solo corrigen vulneraciones de derechos fundamentales sino que contribuyen a orientar políticas públicas, limitar los excesos del poder y trazar el rumbo hacia un desarrollo más equitativo y sostenible".

En este contexto los participantes en el congreso han subrayado la necesidad de garantizar el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, y han destacado su capacidad para resolver asuntos relativos a daños medioambientales y para aplicar la justicia climática.

Así se han comprometido a defender marcos jurídicos que impidan daños ecológicos irreversibles y que confirmen las obligaciones del Estado para las generaciones futuras.

Asimismo han defendido la importancia de preservar el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, porque sustenta la identidad y la resiliencia de los ciudadanos del futuro.

También han concluido que la conectividad digital, el acceso justo a la información y la gobernanza ética de las tecnologías emergentes son elementos vitales para el desarrollo humano.

Para ello ven "imperativo que los tribunales y cortes protejan a las personas contra los abusos de la vigilancia, la discriminación algorítmica y las violaciones de la privacidad de datos", así como que garanticen "el acceso equitativo a la infraestructura digital y a los sistemas de conocimiento".

Montalbán ha concluido solicitando que se garantice la participación de las mujeres en la toma de decisiones y ha advertido de que la igualdad constituye en sí misma "un precioso legado y su cuestionamiento, aplazamiento o pérdida impactará negativamente en el desarrollo de las democracias”.