
Francisco Correa, junto a su abogado, este lunes, en la Audiencia Nacional.
Correa admite que recibió 25 millones de Martinsa por amañar un contrato en Arganda: "Los cobré en Suiza"
El exdiputado regional y teniente de alcalde de Arganda, Benjamín Martín, declara que Correa "se comportaba como amo y propietario" del consistorio.
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Los empresarios Francisco Correa y Pablo Crespo, considerados los cabecillas de la trama Gürtel, han reconocido este lunes haber pagado dinero y dádivas a varios ex cargos del Ayuntamiento de Arganda del Rey (Madrid) con el objetivo de amañar contratos en su favor y en el de empresas afines.
Además, Correa ha precisado que recibió una comisión de 25 millones de euros de la constructora Martinsa para hacer "lobby" y lograr que resultara adjudicataria de un contrato para edificar decenas de viviendas en la localidad.
Así se han pronunciado ambos empresarios durante la primera sesión del juicio por la llamada pieza Arganda del caso Gürtel. En concreto, los cargos políticos que habrían recibido estas mordidas son Ginés López, antiguo alcalde de la localidad; Benjamín Martín (que fue teniente de alcalde y diputado en la Asamblea de Madrid) y Juan Francisco Fernández Caballero, quien fuera responsable de Sociedad de Fomento y Desarrollo.
Todos los acusados mencionados han firmado sendos acuerdos con la Fiscalía y, uno a uno, han reconocido los hechos por los que se les acusa.
Tal y como ha admitido Correa, las adjudicaciones amañadas no sólo beneficiaban a las empresas de su grupo, el llamado Grupo Correa, sino también de las compañías Teconsa y Constructora Hispánica, de las que luego éste recibía comisiones, de entre el 2 y el 3%, por su intermediación.
De la constructora Martinsa, según ha asegurado, Francisco Correa percibió una abultada comisión (25 millones en dos pagos) a cambio de efectuar un "lobby de presión" para que la constructora de Fernando Martín fuera la adjudicataria de un contrato para edificar decenas de inmuebles en Arganda. "Yo saqué un porcentaje por cada vivienda", ha precisado.
El empresario, desde el banquillo de los acusados, ha reconocido, a cambio de estos amaños, "pagos en efectivo y en especie" hacia miembros del consistorio, como regalos de lujo o viajes.
Por su parte, Crespo, que ejerció como número dos del anterior, ha reconocido que estos supuestos pagos irregulares quedaban anotados "en la llamada caja B de nuestro grupo de empresas".
"Amo y propietario"
El propio Correa ha reconocido que, para efectuar estos supuestos amaños, se reunió con Ginés López y de Benjamín Martín, con los que le unía una "relación personal muy estrecha".
Este último ha declarado que Correa "se comportaba en el Ayuntamiento de Arganda como un amo y propietario" del consistorio, ya que, según su versión, imponía qué contratos debían ser amañados en su favor. "No había fiscalización y la poquita que hubiera se evadía", ha subrayado Martín.
Por su parte, Juan Francisco Fernández Caballero, por videoconferencia, ha reconocido que la agencia turística del Grupo Correa, Pasadena Viajes, pagó la luna de miel de su hijo, por un valor de unos 13.000 euros. Ahora bien, de forma confusa, se ha contradicho con lo que expresó en su pacto con la Fiscalía y ha avalado el buen hacer de los técnicos del Ayuntamiento; los mismos sobre los que había expresado que colaboraron en el amaño de los contratos. Finalmente, se ha ratificado en dicho escrito.
El exalcalde López, durante su interrogatorio, ha tachado de "errónea" su decisión de aceptar estas comisiones ilegales que le ofreció Correa. En su caso, el supuesto beneficio ilícito alcanzaría los 545.000 euros, de los que ha puesto a disposición de la Justicia 292.000.
Cuenta en Suiza
Correa, además, ha declarado que la enorme comisión que asegura que cobró de Martinsa fue depositada en la cuenta bancaria denominada Soleado, en el banco Credit Suisse, y gestionada por Arturo Fasana, afamado financiero y gestor suizo.
Este lunes, en la primera sesión del juicio —que ha transcurrido a ritmo ágil, ya que los acusados que han declarado ya habían firmado acuerdos con la Fiscalía— también ha sido interrogado José Luis Izquierdo, el considerado como contable de la Gürtel.
Y ha detallado su rol dedicado a, entre otras funciones, anotar en un Excel y en documentos en papel el funcionamiento de la contabilidad paralela (la mencionada caja B) del Grupo Correa.
Tanto Crespo como Isabel Jordán, trabajadora de Correa, han confirmado que, para ocultar las mencionadas irregularidades, determinados contratos se fraccionaban y decenas de facturas se troceaban. "Yo impartía las instrucciones para los fraccionamientos", ha declarado Pablo Crespo.
Este martes, durante la segunda sesión del juicio, declararán, entre otros, Fernando Martín, propietario de Martinsa, empresa que habría pagado la comisión de 25 millones a Correa.