El acusado, Miguel Frontera, minutos antes del juicio en su contra, este lunes.

El acusado, Miguel Frontera, minutos antes del juicio en su contra, este lunes. Europa Press

Tribunales

Miguel Frontera, acusado de acosar a Pablo Iglesias e Irene Montero en su chalé: "Fue jarabe democrático"

Iglesias, testigo en el juicio: "Irene Montero y yo éramos ministros y no podíamos permitirnos coger una baja por este acoso".

27 mayo, 2024 12:37

"Fue una protesta en plan mofa, en plan guasa, en plan risa... Por eso poníamos el Que Viva España, de Manolo Escobar". Miguel Frontera, el hombre acusado de acosar a Pablo Iglesias e Irene Montero en su chalé durante siete meses, ha justificado que las concentraciones en las que participó frente a la vivienda de los entonces ministros fueron "jarabe democrático".

Se trata de la expresión, precisamente, empleada por Iglesias ya desde antes de liderar Podemos para justificar los escraches a dirigentes políticos. Y este lunes la ha esgrimido, en su favor, Frontera, desde el banquillo de los acusados, para explicar por qué acudió a las caceroladas frente a la vivienda de Iglesias y Montero en Galapagar (Madrid), a las que llegó a acudir con un altavoz. Esas congregaciones se produjeron durante varios meses, mientras estaba vigente el estado de alarma derivado de la pandemia de la Covid-19.

Por otro lado, Frontera es conocido por haber participado también en las protestas frente a la sede central del PSOE en 2023, en la calle Ferraz, a las que acudía ataviado con un escudo de goma similar al del superhéroe Capitán América. Se hacía llamar El Capitán España.

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La Fiscalía solicita tres años de cárcel para Miguel Frontera —hostelero de profesión— por los delitos de acoso y revelación de secretos, además de por injurias graves. La defensa de Iglesias y Montero pide para él 18 meses de prisión.

Preguntado por su letrada, Polonia Castellanos (presidenta de Abogados Cristianos), el acusado ha respondido que, de hecho, Iglesias fue "el ideólogo de las caceroladas" como modelo de protesta, ya que el exsecretario general de Podemos vio con buenos ojos una protesta de este tipo contra el rey de España, Felipe VI.

El acusado, en el banquillo.

El acusado, en el banquillo. Europa Press

De hecho, Castellanos, que representa gratuitamente a Frontera en este procedimiento, le ha reprochado a Pablo Iglesias "que trajera a España los escraches" y le ha afeado que "no tenga ninguna prueba médica del estrés" que le habría provocado la actitud del encausado.

Por su parte, el exministro ha manifestado que las protestas frente a su domicilio alteraron su vida laboral y familiar. Así lo cree también la Fiscalía. "Irene y yo [ambos ministros, por entonces, durante un estado de alarma] no podíamos permitirnos pedir una baja", se ha quejado durante su interrogatorio. "Las protestas, además, se producían cuando la familia cenaba con sus hijos y tenía que acostarlos. Es un delito de acoso", le ha apoyado la fiscal.

Miguel Frontera, conocido como el 'Capitán América' de Ferraz, ante la sede nacional del PSOE, en Madrid.

Miguel Frontera, conocido como el 'Capitán América' de Ferraz, ante la sede nacional del PSOE, en Madrid. Europa Press EP

"El día de mi cumpleaños [de 2020] le veo [a Frontera] y me espeta: 'Felicidades, hijo de puta'. Él mismo difundía a diarios vídeos de sus acciones delante de mi casa", ha señalado Iglesias. El acusado, no obstante, ha señalado que lo único que le dijo aquel día fue: "Felicidades, señor Iglesias", tal y como se le oye en un vídeo que él mismo grabó y que ha sido exhibido en la sala.

Irene Montero: "Sentí miedo"

Además del exvicepresidente del Gobierno, también ha declarado como testigo su pareja, la exministra de Igualdad Irene Montero: "Esa casa era para nosotros, y para nuestros hijos, el lugar más seguro. Y toda España acabó sabiendo dónde estaba. Mucha gente venía allí, instigada por Miguel Frontera, que mostraba en redes sociales el perímetro [del chalé]". La hoy candidata de Podemos a las elecciones europeas ha manifestado que dicha situación le hizo sufrir "un estado de permanentes nervios" y de "miedo".

Tanto Iglesias como Montero han manifestado que el acusado "se encaramó" a una roca cercana a la finca, "con posibilidad de saltar a su interior", rodeado por un muro de tres metros y medio de altura. Por su parte, el acusado ha negado que tratase de grabar el interior de la vivienda y su defensa ha señalado que dicha piedra estaba a más de diez metros del perímetro del chalé. "Yo, de lejos y sin gafas, veo bastante regular", ha señalado Frontera, que niega haber intentado tomar imágenes de los exministros o de sus hijos. "Si hubiera querido hacerlo, hubiera comprado un palo selfie de tres metros, que vale 28 euros", ha subrayado.

El escrito de acusación de la Fiscalía recoge que el autodenominado Capitán España portó durante varios días de protestas una pancarta con los lemas: "Pablo Iglesias, hijo de... terrorista" e "Irene Montero, ministra analfabeta cuyo único mérito es tener las rodilleras gastadas".

Pablo Iglesias e Irene Montero, a su llegada al juicio contra Frontera.

Pablo Iglesias e Irene Montero, a su llegada al juicio contra Frontera. Europa Press

El Ministerio Público solicita, además de una multa de casi 14.000 euros, un año de cárcel para Frontera por el delito de acoso y 18 meses de prisión por revelación de secretos.

"El acusado, con la finalidad de protestar contra la gestión del Gobierno de la crisis de la pandemia, focalizó su protesta en un domicilio familiar ocupado también por tres niños muy pequeños, menores de edad", ha relatado la fiscal del caso. "Reprodujo, con un nivel de ruido importante, el himno de España y profirió gritos e insultos contra el entonces vicepresidente del Gobierno. El acusado está aquí sentado por traspasar la línea que ya le sitúa en conductas tipificadas en el Código Penal", ha indicado la representante del Ministerio Público.

"El 12 de julio de 2020, acudió al domicilio [de Pablo Iglesias e Irene Montero] antes de que la Guardia Civil estableciese allí un perímetro de seguridad. Se subió a una gran roca, de diez metros de altura, lo que le permitió grabar el interior de la vivienda de los querellantes y captar una imagen de Pablo Iglesias, que se encontraba allí y que le ve. No sólo graba estas imágenes, sino que, luego, las muestra", ha reprochado la fiscal. "Sus insultos y manifestaciones son gravemente atentatorias y ofensivas, y no tienen ninguna relación con lo que el acusado dice que le llevan a manifestarse: la gestión de la pandemia", ha manifestado la Fiscalía.

"Chepas, garrapata" 

Por su parte, el acusado ha señalado que también se reunieron frente al chalé "simpatizantes de Pablo Iglesias que ponían La Internacional y el Bella Ciao". "Nos increpaban, insultaban, escupían", ha manifestado Frontera. La letrada Polonia Castellanos ha reprochado a Iglesias su "audición selectiva", lo que le ha supuesto una llamada de atención de la juez titular del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid.

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También han declarado como testigos varios guardias civiles que custodiaban el perímetro de la vivienda de Iglesias y Montero. "El acusado asistía prácticamente todos los días. Protestaba, llevaba pancartas. No recuerdo las palabras exactas, pero sí hacía alusiones a los moradores de la vivienda", ha destacado uno de ellos.

—¿Le suena que [el acusado] dijera: "Chepas", "garrapatas" o "No vamos a parar hasta que os vayáis de España"?— ha preguntado la fiscal a uno de los agentes del Instituto Armado.

Sí, me suenan— ha respondido él.

Dos de los guardias civiles que han testificado han reconocido que el móvil de Miguel Frontera incluía un vídeo en el que se ve el interior de la vivienda de Iglesias y Montero, grabado desde la piedra a la que se subió. "Se veía el porche y la zona de piscina. Y alguien con una camiseta negra con letras blancas", ha detallado uno de los dos agentes. "Sale un perro y ropa tendida en el porche", ha precisado el otro. 

Insultos en la puerta

A su llegada al juzgado, Iglesias y Montero han sido increpados por varios ciudadanos, que llevaban más de una hora en la puerta de los mismos. Tal y como ha informado EL ESPAÑOL, han sufrido, entre otros insultos, los de "miserables", "asquerosos", "sinvergüenzas", "aprovechados" o "vendeobreros"

De hecho, una mujer se ha encarado con el exsecretario general de Podemos y un hombre lo ha hecho con la otrora titular de Igualdad.

Pablo Iglesias, a su llegada al juzgado, frente a una mujer que le ha increpado.

Pablo Iglesias, a su llegada al juzgado, frente a una mujer que le ha increpado. Reuters

Iglesias, increpado por varios ciudadanos congregados en la puerta de los juzgados.

Iglesias, increpado por varios ciudadanos congregados en la puerta de los juzgados. Europa Press

"El que ha sufrido un acoso dramático soy yo. Al que le rompieron la persiana del bar donde trabajo, al que llamaron 'acosador de niños', del que se ha publicado dónde estudian mis hijos, al que han llamado 180 veces números ocultos en estos dos últimos días...", se ha quejado el acusado durante su interrogatorio.

Tal y como recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, Miguel Frontera acudió a los aledaños del chalé de Iglesias y Montero durante siete meses. En efecto, compartió varios vídeos en su canal de YouTube en los que criticaba a los por entonces ministros y se grababa circulando por los aledaños de la vivienda.

En uno de ellos se aprecia cómo la Guardia Civil le obliga a retirar una bandera de España de grandes dimensiones que Frontera había colocado en una valla cercana al chalé. Otros vídeos, exhibidos en el juicio, muestran al acusado montando en monopatín alrededor de la residencia de Iglesias y Montero. "Un poquito de skateboard frente a la casa del bolivariano comunista", se le oye decir a Miguel Frontera. Varios clips no se han podido proyectar, dado que han sido borrados del canal de YouTube del acusado.

Este lunes, al filo de la una de la tarde, durante un receso del juicio, de poco más de media hora, se han producido momentos de tensión entre varios seguidores de Podemos y ultraderechistas, congregados en los exteriores del juzgado.

Ha sido durante ese lapso cuando Iglesias se ha metido en un coche negro y ha abandonado el lugar. No ha asistido a la segunda mitad del juicio, que ha terminado cerca de las 15h. Entretanto, la exministra y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la exdiputada en la Asamblea de Madrid Isabel Serra han acudido a los juzgados para arropar a Irene Montero, que ha asistido al juicio hasta su final.

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL pronostican que la sentencia se dictará una vez se celebren las elecciones europeas, a las que la exministra de Igualdad se presenta como cabeza de lista en la papeleta de Podemos. Es decir, no es probable que se conozca el fallo antes del 9 de junio.