El exjefe de ETA 'Txeroki', en una imagen de 2014.

El exjefe de ETA 'Txeroki', en una imagen de 2014. Efe

Tribunales ETA

La barra de pan en el salpicadero de un Peugeot que permite investigar al exjefe de ETA 'Txeroki'

La Audiencia Nacional dice que ese dato hace "verosímil" la responsabilidad del dirigente de ETA en el ataque de 2008 contra la comisaría de Ondarroa.

17 julio, 2022 03:42

Algo tan prosaico como una barra de pan colocada en el salpicadero de un Peugeot ha resultado clave para que un juez de la Audiencia Nacional pueda investigar al exjefe de ETA Txeroki

Así lo señala un reciente auto del juez Alejandro Abascal, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1. En esta resolución, el magistrado admite a trámite una querella de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) dirigida contra cuatro jefes etarras: Aitzol Iriondo (Gurbitz), Mikel Kabikoitz Carrera (Ata), Ainhora Ozaeta Mendicute (Kuraia) y Garicoitz Aspiazu Rubina (Txeroki).

Dignidad y Justicia les señaló al considerarles "presuntos autores detrás del autor"; es decir, los responsables de ordenar los atentados de la banda. En este caso, por el ataque con coche-bomba en 2008 contra un cuartel de la Ertzaintza ubicado en Ondarroa (Vizcaya). Los autores materiales de aquel ataque —los dos miembros del comando Tontor— ya fueron condenados en 2013.

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Lo sorprendente es que Abascal incluye a Txeroki en el listado de investigados, pese a que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le exculpó, hace escasas semanas, y archivó provisionalmente la causa contra él, al considerar que no hay pruebas de que éste ordenase el atentado. La Fiscalía apoyó dicha postura.

Sin embargo, una barra de pan ha dado un vuelco a la situación de Garicoitz Aspiazu. Posteriormente a la resolución de la Sección Segunda de la Sala Penal, Dignidad y Justicia aportó al Juzgado un escrito con el que ampliaba su querella inicial.

En él, subraya que la sentencia que condenó a los autores materiales daba por probado que el coche-bomba que emplearon, un Peugeot 307, fue facilitado por Txeroki, que lo dejó aparcado en la localidad de Escoriaza (Guipúzcoa). ¿Qué señal les dejó el jefe de ETA a los miembros del comando para que reconocieran el vehículo? Una barra de pan en el salpicadero.

Luego, los etarras Ibon Iparraguirre Burgoa y Asier Badiola Lasarte, "siguiendo las indicaciones de la organización", eligieron un objetivo y ejecutaron, finalmente, el ataque contra la comisaría de la Policía vasca.

Fachada de la Audiencia Nacional.

Fachada de la Audiencia Nacional. Europa Press

Pero no fue ésa la única barra de pan colocada en el salpicadero de un coche usado por la banda para atentar. Como recordaba el escrito de Dignidad y Justicia, en otro atentado, perpetrado en Santoña (Cantabria) ese mismo 21 de septiembre, se usó el mismo modus operandi. Una barra de pan en el salpicadero como pista para identificar el vehículo facilitado por la dirección de ETA.

"Podría ser en los asientos de atrás, por ejemplo. Pero no, siempre en el salpicadero. Era la señal inconfundible y totalmente exacta en la entrega de los explosivos", reza el escrito de DyJ, consultado por EL ESPAÑOL.

"[Se trata de] un fuerte indicio racional, una idéntica barra de pan en el salpicadero en ambos casos, [prueba de la] centralización y planificación superior desde la zuba [cúpula dirigente de la banda], de su propia presunta implicación criminal en ambos hechos", añadía la defensa de la asociación de víctimas, ejercida por los letrados Miguel Ángel Rodríguez Arias y Vanessa Santiago.

Con todo ello, el juez Abascal, en el auto de admisión a trámite de la querella de Dignidad y Justicia por el atentado en Ondarroa, incluye también a Txeroki, considerando que este exjefe del aparato militar de la banda podría estar implicado en los hechos.

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El magistrado de la Audiencia Nacional considera que este nuevo dato permite "hacer una valoración provisional, en este momento, para reabrir la causa contra Aspiazu Rubina", ya que estos nuevos indicios se desconocían antes de que la Sala de lo Penal optara por archivar la causa para él.

Por todo ello —concluye el juez—, "es verosímil su participación y responsabilidad en la comisión del atentado contra la comisaría de Ondarroa".