Los dirigentes de ERC Oriol Junqueras y Elisenda Alemany este jueves en el Parlament de Cataluña.

Los dirigentes de ERC Oriol Junqueras y Elisenda Alemany este jueves en el Parlament de Cataluña. Efe

Política

Sánchez y Junqueras cerrarán el cupo en Moncloa: financiación singular y calendario para la cesión de impuestos a Cataluña

Será la primera reunión oficial entre Sánchez y Junqueras y llega tras "las alarmas" en ERC por los últimos casos de corrupción que cercan al PSOE.

Más información: Junqueras exigió ir a Moncloa tras el arresto del expresidente de la Sepi: "Ahí puede estar la financiación ilegal del PSOE"

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Las claves

Pedro Sánchez y Oriol Junqueras se reunirán oficialmente en Moncloa en enero de 2026 para cerrar un acuerdo sobre el cupo fiscal y la financiación singular de Cataluña.

El pacto prevé la cesión del 100% de los tributos generados en Cataluña y un calendario específico para su implementación, diferenciándola del resto de Comunidades Autónomas.

La reunión responde tanto a exigencias de ERC tras recientes casos de corrupción vinculados al PSOE, como a la necesidad de impulsar el acuerdo que facilitó la investidura de Sánchez.

El acuerdo ha generado tensiones internas en ERC y críticas de otras autonomías, que consideran que rompe la igualdad constitucional entre españoles.

Será la primera reunión oficial entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras.

Se celebrará en Moncloa durante el mes de enero de 2026. Y servirá para culminar el acuerdo de "fondo y forma" sobre el cupo fiscal para Cataluña.

Se trata de una reunión que anunció el presidente del Gobierno, el pasado lunes, escondida dentro de su rueda de prensa para hacer balance del año.

Y, sobre todo, de una cita que el líder republicano exigió tras conocer la detención del expresidente de la Sepi, de la fontanera del PSOE, de Antxon Alonso (socio de Santos Cerdán) y de Julio Martínez, presidente de Plus Ultra.

La semana pasada, esta investigación secreta de Anticorrupción saldada con estos arrestos levantó "las alarmas" en la sede de ERC en Barcelona.

Junqueras tuvo que sortear resistencias internas en su partido para impulsar la reunión. En su círculo más cercano preocupa que una fotografía pública con Sánchez suponga "prestarle legitimidad política" en un momento de extrema zozobra del Ejecutivo.

"Sánchez nunca ha estado más debilitado", explican fuentes republicanas consultadas por este periódico. Y una imagen así, creen algunos en Esquerra, puede resultar más perjudicial que beneficiosa en términos electorales.

Sin embargo, el líder de ERC cree oportuna la cita, precisamente, por un doble motivo estratégico. Por un lado, sirve para construir lo que sus allegados denominan una "puerta de salida", permitiendo al partido independentista mantener su opción de abandonar el apoyo a Sánchez en el momento en que lo considere necesario.

"Ahí puede estar la financiación irregular del PSOE, en la conexión del de la Sepi con Cerdán", explican.

Pero es que además, por otro lado, la reunión debe servir para dar un impulso definitivo al principal acuerdo por el que ERC facilitó la investidura de Sánchez, en noviembre de 2023: el cupo fiscal para Cataluña.

Según ha podido saber este diario, en el encuentro de enero, en Moncloa, se abordará este compromiso en su doble vertiente.

Tanto la llamada "financiación singular" (es decir, privilegiada respecto al resto de Comunidades Autónomas todavía en régimen común) como "la cesión del 100% de los tributos que se generan en Cataluña", previsiblemente con un calendario concreto para su despliegue.

La influencia extremeña

Fuentes de ERC consultadas por este periódico confirman que el acuerdo está prácticamente cerrado. Uno de los únicos motivos del retraso responde a cuestiones meramente electorales que atañen al PSOE.

"No convenía ir a las elecciones extremeñas anunciando un acuerdo fiscal con los catalanes", explica otra fuente conocedora de las negociaciones. La articulación del "modelo" de financiación específico para Cataluña y la "forma" en que la Agencia Tributaria de Cataluña recaudará los impuestos ya están más allá del borrador.

La otra razón de la demora es que María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno, ha estado "ocupada" las últimas semanas.

Ella ha sido la principal negociadora de este asunto, como ministra de Hacienda. Pero ha debido de contener los incendios políticos derivados de la detención de Vicente Martínez, su expresidente de la Sepi, por un caso de corrupción que incluye presuntas mordidas del 2% y enriquecimiento personal.

La propia Montero se ve salpicada porque le guardó el puesto a Martínez durante año y medio, sin nombrar otro presidente para la Sepi, después de que éste debiera dimitir por su implicación en el caso Aznalcóllar.

Tras no lograr su desimputación, Martínez renunció a volver a la empresa pública y encontró trabajo... en Servinabar.

Ésa es la constructora de Cerdán y Alonso que supuestamente amañaba contratos públicos a cambio de "mordidas", también, del 2%.

Antecedentes desde el 23-J

En ERC estos detalles han "hecho saltar alarmas", según sus fuentes. El partido teme que un entramado tan embarullado acabe desmadejando un caso de financiación ilegal del PSOE.

Y ésa es la "línea roja" absoluta que ERC ha marcado para desmarcarse del apoyo parlamentario a Sánchez.

Después del 23-J, la única opción para el PSOE de mantener el poder consistió en un pacto a múltiples bandas, donde ERC y Junts tuvieron el mayor peso, con Junqueras y Carles Puigdemont, los dos líderes responsables del procés de 2017, al mando.

Con Esquerra, el PSOE pactó una especie de "cupo a la vasca" cuya negociación se detalló después, en la investidura de Salvador Illa, al frente de la Generalitat de Cataluña. Pero los avances se paralizaron en febrero de 2025.

Entonces, ambas partes acordaron constituir grupos de trabajo para que la Generalitat comenzase a cobrar el IRPF en 2026. El pacto de noviembre de 2023 exigía más celeridad, pero los plazos han transcurrido sin avances "ni en fondo ni en forma".

Junqueras advirtió ya en junio de que debería replantearse su apoyo a Sánchez si no se producían avances en la "financiación singular". Y en abril, tanto Junqueras como Puigdemont habían advertido a Moncloa de que no votarían los presupuestos si no se cerraba el pacto.

Los dos líderes independentistas demandaban que el Gobierno saldase "la deuda con Cataluña", referida a "inversiones no impulsadas" (cifradas en 22.000 millones) y a "la quita de la deuda" con el Fondo de Liquidez Autonómica (otros 15.000 millones).

Por su parte, no sólo CCAA del PP, sino el propio presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, anunciaron un recurso ante el TC de "cualquier reforma legislativa que suponga la cesión a Cataluña" del 100% de los tributos, al considerar que "rompe la igualdad constitucional entre españoles".

Ahora, la fragilidad política del Gobierno explica por qué Junqueras ha considerado conveniente la fotografía de su entrada en Moncloa. Y por qué Sánchez la ha aceptado sin pestañear.