Felipe VI y el presidente de China, Xi Jinping, durante la recepción de honor en el Gran Palacio del Pueblo en la Plaza de Tiananmen.

Felipe VI y el presidente de China, Xi Jinping, durante la recepción de honor en el Gran Palacio del Pueblo en la Plaza de Tiananmen. Casa Real

Política VISITA DE ESTADO

Felipe VI estrecha la mano de Xi Jinping y defiende un "orden mundial basado en normas, multilateralismo y cooperación"

La "puerta trasera" española alerta en Bruselas tras el viaje de Estado de los monarcas a Pekín después de las tres visitas de Sánchez a Xi en dos años.

Más información: Felipe VI pide resolver las dificultades que existen para las empresas españolas en China: "Debe haber confianza mutua".

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El rey Felipe VI se ha reunido este miércoles con el presidente chino, Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. La cita ha sellado la "profundización" del acercamiento español a China, con la celebración de los 20 años de "asociación estratégica integral" entre ambos países.

En el encuentro, el monarca ha defendido la amistad entre España y China, subrayando que beneficia a ambos y además de ser "coherente" con dos países que tienen "una amplia historia y vocación global".

Felipe VI ha aprovechado para recordar la "historia de visitas" entre los dos países que arrancó con la primera realizada por Juan Carlos I y Sofía en 1978, a las que siguieron otras dos en 1995 y 2007. En los casi 50 años transcurridos, ha destacado, "se ha ido trazando una relación de confianza, una relación sólida, de confianza mutua, bajo los principios de respeto y de prosperidad compartida". "Creemos que la amistad entre España y China sin duda beneficia a ambos pueblos", ha añadido.

Durante su discurso en la cena de gala, el rey de España recordó sus recientes palabras en la Asamblea General de Naciones Unidas cuando pidió tener memoria y no olvidar "las duras lecciones que nos ha dejado el siglo XX. No abandonemos jamás, por difícil que sea, la búsqueda de la concordia”.

El monarca se refirió, en relación a esa memoria, al futuro, aseverando que "en un marco geopolítico complejo y lleno de incertidumbres, España cree imprescindible preservar un orden mundial basado en las normas, el multilateralismo y la cooperación".

Vídeo | Las imágenes que deja la visita oficial de los reyes a China, donde han sido recibidos por Xi Jinping

Defendió que "en el diálogo sobre cómo afrontar los grandes retos globales, la voz y el compromiso de China tienen y tendrán una enorme importancia" y dejando claro que de cara al futuro los dos países aspiran a "seguir ahondando en una relación que haga especial hincapié en la innovación y la sostenibilidad".

"Muchas de las grandes revoluciones tecnológicas de la humanidad fueron posibles gracias a un caudal de sinergias, de creatividad, de cooperación, entre oriente y occidente", ha sostenido. "Un caudal que ha brotado, a menudo, de esta tierra", ha añadido, tras recordar que el papel llegó a Europa desde China. Así las cosas, ha animado a brindar "porque ese caudal siga alimentando nuestro futuro".

Los monarcas llegaron el martes a la capital china procedentes de Chengdú, acompañados por los ministros de Exteriores, José Manuel Albares, y de Economía, Carlos Cuerpo. Tras una cena privada previa con Xi y su esposa, Peng Liyuan, iniciaron este miércoles la agenda oficial, que incluye la firma de acuerdos bilaterales y una cena de gala en honor de los Reyes. La visita es respuesta a la que realizó Xi a España en 2018 con un nivel diplomático equivalente.

Aquella había sido organizada inicialmente por Mariano Rajoy, con la intención de que España pudiese participar en el proyecto de la "nueva ruta de la seda", antes del viraje geopolítico de los últimos años... pero finalmente la disfrutó Pedro Sánchez, aupado a Moncloa unos meses antes, tras la moción de censura. Desde entonces, los lazos entre Madrid y Pekín no han cesado de estrecharse.

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

De hecho así lo atestiguan las palabras de Xi Jinping durante el encuentro con el Rey, en las que ha destacado que esta vista de Estado "reviste una gran importancia para promover las relaciones bilaterales y la cooperación amistosa entre nuestros dos países".

"China está dispuesta a trabajar junto con España para construir una asociación estratégica integral más firme en su orientación, más dinámica en su desarrollo y con mayor influencia internacional, con el fin de contribuir de forma aún más significativa a la prosperidad, la paz y el desarrollo del mundo", ha sostenido el mandatario chino.

Alianza económica

Este viaje demuestra que lo que Sánchez comenzó en 2022, con tres viajes a China en poco más de dos años, ahora lo consolida Felipe VI, como embajador de máximo rango de la política exterior del Gobierno.

Este viaje de Estado refuerza una apuesta por lo que desde Exteriores llaman una política exterior "con voz propia", diferenciada de la posición mayoritaria de sus socios europeos y atlánticos.

El objetivo declarado es "acelerar las relaciones económicas, comerciales y de inversiones" con la firma de 10 acuerdos, entre ellos la creación de una comisión mixta de cooperación económica y otros en materia de agricultura, pesca, investigación y cine.

Cuerpo fue explícito: la "relación es todavía muy asimétrica en lo comercial" con un déficit de 40.000 millones de euros. España quiere "atraer inversiones que tengan valor añadido, que tiren de cadena local y generación de empleo" y promuevan transferencia de tecnología. La delegación reunió a más de 400 empresas españolas y chinas.

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

Sin embargo, esta estrategia ha generado críticas crecientes desde Bruselas, que no ve ese "valor añadido" ni para España, cuyo modelo critica como "poco afortunado", ni para la propia Unión Europea y sus Estados miembros.

El vicepresidente de la Comisión Europea encargado de Industria, Stéphane Séjourné, cuestionó abiertamente la estrategia de Sánchez hace ahora dos meses. Señaló que "no es buena" porque no impulsa realmente la industria de la Unión Europea.

La preocupación de Bruselas es que los proyectos por los que apuesta España que "generan empleo de baja calidad", centrando las inversiones en el "mero ensamblaje" con componentes mayoritariamente importados desde China, "sin transferencia de tecnología real ni valor añadido para Europa".

Séjourné ejemplificó con la fábrica de Chery en Barcelona, antigua planta de Nissan.

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

Xi Jinping recibe al rey Felipe VI en Pekín

Allí se ensamblan vehículos con kits CKD (Completely Knocked Down) donde la mayoría de componentes siguen siendo chinos, y ya armados, los vehículos tienen mejor acceso al mercado único europeo.

La Comisión aboga por exigir un mínimo del 60% de componentes europeos para que estas operaciones tengan auténtico valor industrial. España, en cambio, facilita inversiones con criterios menos exigentes.

Pero este desacuerdo puntual refleja una tensión más profunda y política.

Madrid defiende la necesidad de "diversificar mercados" ante un "EEUU que se ha mostrado como socio agresivo".

Cuerpo argumenta que la UE debe ser "actor principal" en la redefinición de las reglas geoestratégicas, lo que requiere "hablar con todos los actores principales". Pero para Bruselas, ser actor principal no significa abrir puertas traseras que erosionen la autonomía industrial europea.

La mano y la "traición"

Cuerpo defiende que España tiene "normativa específica para acoger inversión extranjera e imponer condiciones". Pero también reconoció que China es "la segunda o primera economía del mundo" y, sin embargo, es "apenas la 20ª en inversión en España", sugiriendo que los nuevos proyectos responden a una apertura deliberada tras años de restricciones.

El rey Felipe VI en Pekín, donde ha sido recibido por Xi Jinping.

El rey Felipe VI en Pekín, donde ha sido recibido por Xi Jinping. Reuters

La comitiva española fue recibida por la prensa oficialista china con agasajos... y la celebración de las posiciones "audaces" de la España de Sánchez "traicionando" las posiciones tradicionales de sus socios y aliados.

De hecho, preguntado sobre el tema de los derechos humanos a su llegada a Chengdú, Cuerpo fue rotundo: "Ese asunto tiene sus ámbitos específicos". Los derechos humanos se tratan en "foros multilaterales que compartimos con China, como Naciones Unidas o el G-20".

Esta compartimentalización divide también a Europa.

Mientras Madrid abraza el acercamiento económico, Washington amenaza con represalias contra empresas españolas por los contratos tecnológicos con Huawei. Y Bruselas apuesta por el "control de riesgos", advirtiendo a Madrid que los modelos de inversión española erosionan la soberanía industrial del continente.

Culminando el acercamiento del Gobierno español a Pekín, Felipe VI estrechó este miércoles la mano de Xi. Pero ese saludo también lleva implícitas las tensiones que la "audacia" de Sánchez suscita entre sus socios y aliados.