Jordi Sevilla volvió con EL ESPAÑOL al Hotel Palace, 42 años después de celebrar allí la victoria de González.

Jordi Sevilla volvió con EL ESPAÑOL al Hotel Palace, 42 años después de celebrar allí la victoria de González. Sara Fernández

Política

Page no se suma a Jordi Sevilla pero aplaude que dé la cara: la corriente socialdemócrata del PSOE necesita 7.650 firmas

Para crear una corriente en el PSOE hace falta el apoyo de un 5% de los militantes, pero debe ser autorizada por el Comité Federal.

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Las claves

Jordi Sevilla propone a los militantes descontentos del PSOE organizarse en corrientes democráticas para recuperar la socialdemocracia del partido.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, apoya la iniciativa de Sevilla sin comprometerse a unirse a ningún movimiento.

Para formar una corriente interna se requieren 7.650 firmas de militantes del PSOE, según los estatutos del partido.

La constitución de nuevas corrientes deberá ser autorizada por el Comité Federal del PSOE, que está dominado por la mayoría sanchista.

El exministro Jordi Sevilla lanzó este lunes el guante y propuso un reto a los militantes desencantados con el rumbo del PSOE: que se empiecen a organizar "aprovechando que los estatutos permiten la existencia de corrientes perfectamente democráticas".

El anuncio lanzado en su entrevista con EL ESPAÑOL sacudió este lunes el PSOE.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, abiertamente crítico con la dirección de Pedro Sánchez, agradeció que dé la cara.

"Están ejerciendo un derecho que tendría que ser absolutamente normal: el de poder opinar sin sentir miedo", aseguraba el barón, quien añadió que, de momento, "no está en ningún movimiento".

Sevilla admitía que, por ahora, solo está "intentando ver con algunos compañeros si detrás de eso hay suficiente agua en la piscina". Su idea, es recuperar como ideario del partido la socialdemocracia, tras años de "podemización".

Los Estatutos del partido son claros. Para crear una corriente interna se necesita "un 5 % de firmas de militantes pertenecientes a un mínimo de cinco federaciones".

Según los datos del PSOE ante el Tribunal de Cuentas en 2023, contaban con 153.000 militantes. Así que necesitarían 7.650 firmas de afiliados que estén al corriente del pago.

Aun así, la última palabra la tendrá el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, que "autorizará" la constitución de nuevas corrientes "a propuesta de la Comisión Ejecutiva Federal".

Ambos con mayoría sanchista, estudiarán "la solicitud" que, además de las firmas, deberá estar "motivada". Hasta ahora, la única corriente interna que ha sido admitida es Izquierda Socialista, fundada en 1980 por Pablo Castellano.

Las normas actuales también establecen que estas corrientes participen "dentro del respeto a los Estatutos, Programa, Resoluciones y decisiones de los órganos del Gobierno del PSOE", desarrollando "su actividad en el seno del Partido" como "instrumentos de deliberación y debate, en el ámbito federal de los congresos".

Alternativa joven

También exigen que toda la documentación "fruto de su reflexión y trabajo" se ponga en conocimiento de la "Comisión Ejecutiva Federal" y que las reuniones se realicen en los locales del partido, "sin que trasciendan al exterior expresiones contrarias a las resoluciones" del PSOE.

De momento, como aseguraba Sevilla, "la solución al PSOE hay que buscarla entre la siguiente generación, entre la gente joven". Queda por ver si consigue armar una generación de menores de 50 años críticos con la actual deriva del partido.

Hasta ahora, la única reunión crítica con Sánchez ha sido una comida en el restaurante El Luarqués, en la que, además de los exministros Jordi Sevilla y Virgilio Zapatero, estaban los ex eurodiputados Pedro Bofill y el exalcalde de Alcañiz y exdiputado nacional Ignacio Urquizu.

Aunque algunos de los asistentes se desvinculan de la creación de cualquier corriente crítica y afirman que se trató solo de una toma de contacto para debatir el estado del PSOE, otros ponen el foco en que, al no encontrarse jóvenes y sí muchos veteranos, era complicado crear una alternativa al actual partido.

De momento, nadie se mueve en el PSOE, aunque el carrusel electoral —que comenzará el 21 de diciembre y seguirá el 15 de marzo en Castilla y León para culminar más tarde en Andalucía— será determinante.

Será entonces cuando se pulse el estado de opinión del sanchismo y si algunos cargos intermedios —alcaldes, diputados autonómicos, diputados o senadores— empiezan a ver viable crear una corriente interna para empezar a debatir el estado de la socialdemocracia dentro del PSOE.