José Manuel Albares, Pilar Alegría y Mónica García, atienden a los medios este martes en Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros.
El Gobierno se aferra a la denuncia de "deshumanización de Sánchez y su familia" para blindarse ante la oposición
Rehuirá debatir con el PP sobre asuntos como los negocios del suegro del presidente y dice afrontar con tranquilidad la declaración de Begoña Gómez.
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El Gobierno insiste en denunciar que hay "una campaña de acoso y deshumanización del presidente del Gobierno y su familia", con utilización de asuntos privados, a la que se ha subido la oposición, es decir, el PP.
Fuentes de la Moncloa incluyen en ese cajón las informaciones de EL ESPAÑOL sobre la sauna del suegro del presidente del Gobierno, las referencias del PP a ese asunto, los insultos de la oposición y hasta la declaración de hoy de Begoña Gómez ante el juez Peinado.
Y será la principal argumentación de Sánchez hoy en la primera sesión de control al Gobierno del nuevo curso político que, según el contexto y la previsión de ambas partes, se prevé especialmente dura.
Pocos miembros del Gobierno han hablado estos días en público sobre el asunto de la sauna en la que se practicaba prostitución y en la que trabajaba Begoña Gómez, pero en todos los casos las respuestas no se han movido de la referencia a "asuntos familiares" y a rechazar lo que tachan de "intentos por manchar la política".
En privado, fuentes oficiales de la Moncloa critican con dureza que el PP haga política con estos asuntos o que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, utilice la expresión "me gusta la fruta", que fue usada por Isabel Díaz Ayuso para encubrir que llamaba "hijo de puta" a Sánchez.
Consideran que el PP busca competir con Vox, pese a que las encuestas muestran un ascenso del partido de ultraderecha a costa del de Feijóo.
También sostienen que el PP busca desgastar al Gobierno y, sobre todo, lanzar "botes de humo" para eludir fijar posición sobre asuntos como el de Gaza o el cambio climático.
Moncloa entiende que los ciudadanos rechazan las descalificaciones entre políticos y prefieren que se debata sobre sus problemas, por eso intentan una cierta contención en las respuestas al PP.
Aseguran que su posición respecto a lo que califican abiertamente de "genocidio" de Israel cuenta con apoyo mayoritario entre los españoles, incluso votantes del PP.
La versión oficial explica también que parte de esa campaña será la declaración judicial de hoy como imputada de la esposa del presidente.
"Persecución judicial"
La citación decretada por el juez Juan Carlos Peinado es un ejemplo, explican, de lo que Sánchez tachó de "decisiones de jueces que hacen política", según la expresión utilizada por el jefe del Gobierno en su entrevista en TVE.
Estas fuentes aseguran que afrontan "con tranquilidad" esa declaración, porque que han quedado claras "las intenciones del juez".
En esa "persecución judicial" con motivación política de la que hablan desde Moncloa incluyen la decisión del juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado de sentar en el banquillo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortíz.
El fiscal general hizo amago de dimitir cuando fue imputado hace meses, pero Sánchez mantiene el órdago de aceptar que se siente en el banquillo ostentando el cargo de fiscal general, es decir, de garante del cumplimiento de la legalidad.
Moncloa considera que la pieza del fiscal general es demasiado importante como para entregarla en su pulso con la Justicia.
La ministra portavoz, Pilar Alegría, volvió a mostrar este martes su respaldo a García Ortiz, por entender que no hay indicios contra él, como sostenía un voto particular al auto de apertura de juicio oral.
El Gobierno daba por hecho que el juez Hurtado llevaría a juicio al fiscal general una vez que, por deferencia, pasara la ceremonia de apertura del año judicial.