Junts interpreta la reunión con Illa en Bruselas como el reconocimiento de Puigdemont como presidente en el exilio

Junts interpreta la reunión con Illa en Bruselas como el reconocimiento de Puigdemont como "presidente en el exilio" Tomás Serrano

Política

Junts interpreta la reunión con Illa en Bruselas como el reconocimiento de Puigdemont como "presidente en el exilio"

Los mensajes y una cuidada escenografía otorgaron un carácter institucional a la cita, con la que el 'expresident' se siente rehabilitado.

Fuentes del Gobierno y de Junts aseguraban anoche que la reducción de la jornada laboral no se trató en la reunión

Más información: Illa recibe a Puigdemont en la 'embajada' de Cataluña en Bruselas y da un paso más para rehabilitarlo políticamente

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El decorado del encuentro podía haberlo diseñado esa multinacional sueca del mueble que ha llenado las casas de medio mundo de estancias impersonales.

Dos sillones de cuero negros, una mesa de cristal de diseño y unas paredes blancas con el escudo de la Generalitat serigrafiado como único distintivo componen la postal de la cita más esperada en Cataluña del último año.

El president en ejercicio, Salvador Illa, aprieta la mano -visiblemente rígido- del considerado president en el exilio para el independentismo, Carles Puigdemont. Este último, algo más sonriente, asume que su interlocutor reconoce así su cargo simbólico viniendo a visitarlo a Bruselas.

Aunque esta vez, la reunión no se celebró en la acogedora residencia del líder de Junts en Waterloo, sino en las frías instancias de la delegación de la Generalitat en Bruselas.

El encuentro debe analizarse como ocurre con las audiencias privadas en el Vaticano, donde nunca hay información oficial más allá de unas líneas protocolarias, y toca interpretarlas con los gestos.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa (i), saluda al líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont (d).

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa (i), saluda al líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont (d). Europa Press

Aquí las señales las aporta el propio atrezzo, muy diferente al que Puigdemont lució con Santos Cerdán en 2023, con quien posó junto a una foto de urna del 1-0; y unos escuetos mensajes en forma de tuits.

El de Illa sostiene: "Hoy me he encontrado con el presidente Carles Puigdemont, tal y como he hecho con el resto de expresidentes de la Generalitat". Y ahí, entienden en Junts, está el reconocimiento tácito a la figura del fugado.

El resto del texto del líder socialista defiende que "el diálogo es el motor de la democracia para que Cataluña siga avanzando". "Hoy damos un buen ejemplo", concluye.

Desde la Generalitat insisten en que la reunión había sido diseñada por el propio Illa, quien tenía una "voluntad firme" de avanzar en el camino de lo que han venido a llamar "normalización democrática" de Cataluña.

En cambio, en Junts entienden que Illa actúa más bien como un emisario del presidente, Pedro Sánchez, quien necesita los votos de los independentistas para mantener viva la legislatura.

Jornada laboral y Presupuestos

Dentro de los muchos rubicones que Sánchez deberá cruzar en los próximos meses, uno se alza nada más alzar la vista y otro marcará el camino político de los meses sucesivos.

En el primero, el Gobierno deberá recabar los apoyos para aprobar la reducción de la jornada laboral. Se trata de una de las banderas -quizás la más importante- para Sumar, que cuenta con el rechazo de Junts.

El Pleno de la próxima semana tiene previsto comenzar el debate para su tramitación. Sin embargo, fuentes del Gobierno y de Junts aseguraban anoche que el tema de la jornada laboral no se había tratado en la reunión de la tarde.

En el asunto más de fondo, el de los Presupuestos, Sánchez también necesita los votos de los siete diputados de Junts en el Congreso. Al igual que necesita a Podemos.

Por eso en el Gobierno asumen que se trata de una negociación demasiado compleja en la que lo más factible es fracasar. En ese caso, según reconoció el presidente en su entrevista de este lunes en TVE, seguiría adelante con las cuentas prorrogadas.

En cualquier caso, todo gesto para allanar el terreno es bienvenido en Moncloa, donde tampoco descartan que algún día los protagonistas de esa foto sean Puigdemont y el propio Sánchez.

Desde el Ejecutivo mantienen la puerta abierta desde que comenzó la legislatura, aunque probablemente el secretario general del PSOE no decida cruzarla si no encuentra un compromiso firme a cambio.

Amnistía política

Para Junts esa sería la verdadera amnistía política que pretenden obtener del Gobierno, a la espera de que el Constitucional se pronuncie sobre la amnistía judicial que el Supremo le niega a Puigdemont.

Aunque ya esta reunión con Illa deja suficientes elementos para poder presentarla en el mismo sentido a su electorado.

"Esta tarde he sido recibido por el presidente, Salvador Illa, en la delegación de la Generalitat ante la Unión Europea. Le agradezco la amabilidad y la conversación", escribía este martes Puigdemont en la red social X, en respuesta al mensaje de Illa.

"En situación de normalidad democrática -proseguía el tuit del líder de Junts-, esta reunión habría tenido que producirse hace muchos meses y no en Bruselas sino en el Palau de la Generalitat, en la capital de Cataluña. Hoy volvió a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad".

Puigdemont subrayaba así su condición de presidente en el exilio. Y de la misma forma, daba a entender que Salvador Illa también lo había reconocido.

Fue una reunión de una hora y media de duración, un tiempo más que suficiente para dotar de contenido al encuentro.

Pero los detalles de su puesta en escena estaban milimetrados por ambos equipos. Y, por el momento, lo único que trasciende es el relato que las dos partes ofrecen y con la que uno y otro se sienten satisfechos.