Alberto Núñez Feijóo, en el pleno extraordinario del Congreso por la corrupción del 'caso Cerdán'.
Feijóo, a los socios de Sánchez: "Déjense de milongas. Esto no va de Sánchez o la ultraderecha, va de Sánchez o de decencia"
El presidente del PP al del Gobierno: "¿Cómo es posible que venga aquí a hablar de su partido cuando tiene a su familia imputada? Usted es un fraude, no vino a limpiar nada sino a ensuciarlo todo".
Más información: Sánchez revela que se planteó dimitir tras el informe de la UCO sobre Cerdán y decidió no hacerlo tras "oír a muchos".
Era imposible que Alberto Núñez Feijóo pudiese enumerar, "una a una", las 50 preguntas sobre la oleada de tramas corruptas para que las contestara Pedro Sánchez, este miércoles en el pleno extraordinario del Congreso. Apenas tenía 10 minutos, concedidos por la presidenta de la Cámara, Francina Armengol: "Aquí le entrego la lista", le dijo a Armengol, "espero no tener que añadir más preguntas sobre usted".
Y era imposible, de antemano, que el PP se creyera alguna de las medidas del "contundente" plan contra la corrupción que se anunciaba que el presidente venía a presentar a esta sesión. Primero, porque Moncloa había intentado esconder estas explicaciones con la dación de cuentas sobre tres cumbres internacionales.
Pero sobre todo, porque Feijóo también traía ya escrita su sentencia. "Usted es un fraude, no vino a limpiar nada, sino a ensuciarlo todo". Entre otras cosas, porque ese diagnóstico aunaba las tres recetas que le acompañaban.
Tres razones
Una, al PSOE de Sánchez, que vino corrupto de origen: "Usted no eligió a las personas equivocadas para hacer las cosas correctas, sino las personas correctas para hacer las cosas equivocadas", le espetó Feijóo a un Sánchez sudoroso en el banco azul. "Es decir, para llegar al poder y seguir en él".
"Porque no hizo falta ni corromperlos, llegaron y se pusieron manos a la obra... perdón, a las obras. Porque, pobrecito, usted que lo controla todo, y esto se le escapa".
Dos, a los socios que mantienen su apoyo, que antes lo invistieron dos veces y que, de inicio, hace siete años un mes y ocho días, le votaron la moción de censura. "Déjense de milongas", les dijo como conclusión. "Esto no va de Sánchez o la ultraderecha, va de Sánchez o de decencia".
A los diputados del PSOE, claro, ni siquiera los interpeló. "Todos son de la lista de 'super Santos Cerdán' y qué van a hacer", se mofó, citando las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero en el congreso del PSOE, el pasado noviembre, en Sevilla.
Para los de Bildu, levantó Feijóo esta vez el "cordón sanitario" que les tiene impuesto. Aunque lo hizo para explicarles a la cara el porqué de su veto.
Si Sánchez había anunciado, en su discurso que "se retirarán subvenciones a los partidos que mantengan en sus listas y cuadros a personas condenadas por delitos de corrupción", lo que se le pasó por la cabeza al líder del PP, como respuesta, es que probablemente en Junts no se vaya a votar a favor de tal medida... pero en Bildu sí. "Al fin y al cabo, robar es menos que matar".
Precisamente, es de reseñar que al partido de Carles Puigdemont ni siquiera le instara a reflexionar. Feijóo no nombró ni de lejos a Junts, ni a sus siete votos cambiados por la impunidad de la amnistía (ésa fue la única mención).
Pero sí interpeló a Sumar: "Ustedes estaban enfadados hace una semana, ¿y hoy? Esperamos mucho de ustedes", advirtió casi riéndose el líder del PP. "Que los partidos de Ábalos y de Errejon arreglen todo esto... ¿qué podría salir mal?".
Al PNV: "Repasen 2018"
A quien sí apeló directamente, y con saña, fue al PNV. "Revisen los motivos por los que apoyaron la moción de censura en el año 2018", machacó tras describir los casos de Koldo, Ábalos y Cerdán; el del fiscal general; el de la esposa del presidente; el de su hermano... "No sabemos si están subyugados o subvencionados... pero se sabrá", culminó amenazante.
"Eso sí, quién les ha visto y quién les ve... los votantes lo ven y lo verán ustedes, en las urnas".
Y ésa era la tercera razón por la que Feijóo nucleó su alocución en la sentencia sobre el pecado original del sanchismo.
Ése que es "un fraude", ése que "no vino a limpiar nada"; sino "a ensuciarlo todo". Porque le servía de espejo en el que reflejar a las minorías que defenestraron a Rajoy, alegando que presidía un gobierno corrupto y hoy ven que lo que ocurre no es "lo suficientemente grave", porque "al menos, no gobierna la derecha".
El presidente del PP ya avisó este domingo, en el discurso de cierre del congreso nacional popular en Madrid, que "se acabó que a España la gobiernen las minorías". No lo explicó, pero quiere decir que si él un día llega a la Moncloa, advierte de que no será él quien se someta a peticiones, sino quien pedirá a los aspirantes a socios qué ofrecen al proyecto.
"¿Van a tragar con estas medidas cosméticas?", dijo mirando a los escaños de los "puntales del sanchismo. "¡Son de broma!", diagnosticó. Porque lo cierto es que ni una de las 15 anunciadas por el presidente habría evitado las mordidas de Koldo, Ábalos y Cerdán. "Ni el pago de la prostitución con dinero público", concluyó.
Mujeres
Feijóo concluyó dándose por enterado de que "no moverán un dedo", ni por limpios ni por feministas ni por progresistas. "Porque son ustedes los que sostienen a un presidente que nombró y encumbró durante siete años a un presunto acosador de mujeres en Moncloa... y que lo tapó".
Sabe el PP que el asunto feminista, que el voto femenino, es uno de los verdaderos pilares que salvaron a Sánchez el 23-J. Quizá más que el "miedo a la ultraderecha".
Por eso, ahora que los sondeos dan cuenta de que el PSOE se está desangrando por ahí, a causa de las queridas del ministro, los mensajes de una que "se enrolla que te cagas" y el acosador de Moncloa... por eso, lo utiliza manejando como mérito que el propio PP nunca haya hecho bandera del feminismo, "sino ejercicio".
Es decir, como dijo Miguel Tellado en el congreso de hace tres días, "en el PP no cuidamos a las mujeres, en el PP son iguales, y están aquí porque son buenas gestoras y políticas honestas".
Y por eso, Feijóo hizo un repaso interesado del "recorrido moral" del presidente del Gobierno: "Un día se plagia una tesis, al siguiente se convive con prostíbulos con normalidad, y otro se esconden las urnas tras una cortina".
Es decir, usted vino corrupto, se casó con la hija del dueño de unas saunas de cierta fama, y acaba intentando manipular la democracia interna de su partido.
"Así, se mueve el umbral ético hasta que cabe todo, desde un puesto enchufado en la Diputación de Badajoz, hasta una cátedra a quien no ha pisado siquiera la universidad", dijo en referencia al hermano del presidente y a su esposa.
Y todo, para demostrar que "no ha sido falta de control" lo que nos traía este miércoles al Congreso a un pleno extraordinario sobre corrupción, "sino la falta de ética y de decencia" del compareciente.
Porque los protagonistas encarcelados, procesados o encausados, los secretarios de Organización, el fiscal, los altos cargos de Adif o de Carreteras, "están hechos a su imagen y semejanza". Es decir, en conclusión, "¿cómo es posible que venga aquí a hablar de su partido cuando tiene a su familia imputada? Usted es un fraude".