Ester Muñoz, nueva portavoz parlamentaria del Partido Popular en el Congreso.

Ester Muñoz, nueva portavoz parlamentaria del Partido Popular en el Congreso. EP

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Ester Muñoz, la Reagan del PP, comparte su credo y comunica como una actriz: 'Yo entiendo a Marx por eso soy anticomunista'

De la sobremesa familiar en León a la primera línea del Congreso, la nueva portavoz del PP une pasión lectora, instinto político y cultura del esfuerzo. Es amiga de Tellado, que la fichó para Feijóo hace apenas tres años.

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"¿Cómo describes a un comunista? Es alguien que lee a Marx y Lenin. ¿Y cómo describes a un anticomunista? Es alguien que entiende a Marx y Lenin".

Ester Muñoz no sólo cita esta máxima de Ronald Reagan: la encarna. Porque la nueva portavoz del PP en el Congreso la pronuncia en primera persona y porque, como el presidente estadounidense, "el gran comunicador", ella también usa la ironía como arma política.

Para él, era una broma que usaba para explicar todo su sentido de un solo brochazo. Para ella, una declaración de principios que resume el credo de quien ha convertido la política en una vocación, nacida en sobremesas familiares y madurada en los libros que engulle desde pequeña.

No es casualidad. En su entorno, nadie duda de que la política le apasiona, pero lo que realmente la distingue es la pasión por las ideas. Y, sobre todo, por demostrar que si alguna vez está en minoría, nunca se siente en inferioridad.

Natural de Valencia de Don Juan, León (1985), Muñoz es la mayor de cuatro hermanos. Su madre, médico de familia, recorría la geografía leonesa para atender a pacientes en pueblos que el AVE nunca soñó alcanzar. Su padre, comerciante, levantó tiendas de muebles en la capital. De ambos heredó el sentido del deber y el gusto por la conversación.

De niña, Muñoz soñaba con ser arqueóloga. La Historia le fascinaba: los grandes personajes, las batallas, las ideas que cambiaron el mundo. Dudó entre estudiar Historia o Derecho, pero la política, teatro de pasiones y argumentos, se impuso.

Fue en esa mesa familiar donde aprendió a escuchar, a preguntar, a disentir. Mientras los primos se iban a jugar, ella se quedaba, atenta a las discusiones de sus abuelos, padres y tíos.

La lectura fue (es) su refugio y su escuela. Sus compañeros del PP en León la evocan "en ese AVE que ya nunca sabes a qué hora llegará", siempre con un libro en la mano: ensayo, biografía, historia política. "Rara vez un best seller... no es raro verla hojeando las memorias de un líder extranjero o un tratado de política".

Aún estudiante, a los 18 años, se afilió al Partido Popular en plena guerra de Irak. Lo hizo con la determinación de quien no busca un sitio cómodo, sino una causa. "Ya entonces tenía claro que quería dar la cara por el PP", recuerda un compañero de aquella época. Era una joven "de ideas claras y verbo afilado".

Muñoz aprendió a dominar la escena lejos de los focos. Si Reagan, del que ya era fan, fue actor antes de recorrer Estados Unidos como comercial de General Electric, ella, tras su máster de Derecho en Madrid, se curtió como comercial de ventas.

Su círculo más cercano asegura que fue allí, entre clientes y argumentos, donde aprendió a leer la sala, a calibrar el tono, a captar la atención, "aunque siempre ha sido decidida y directa", apunta un amigo.

Este miércoles, el PSOE recibió la confirmación de la primicia de EL ESPAÑOL de que sería designada portavoz con una bienvenida durísima, calificándola de "hooligan". Y ella lo agradeció con sorna: "Viendo cómo elige Pedro Sánchez a sus colaboradores, me habría inquietado que aplaudiese mi elección, la verdad".

Amiga de Tellado

Hoy en el Congreso, su estilo también es así de directo y rápido, casi teatral: no lee notas, prepara sus intervenciones, pero "siempre improvisa algo en su contrarréplica con la agilidad de quien escucha de verdad", para rebatir con efectividad.

Sus rifirrafes con ministros como Félix Bolaños o Fernando Grande-Marlaska son ya marca de la casa. "Siempre ha sido así de rápida, muy viva de mente", apunta un amigo de León. "Mírala en sus intervenciones: recoge elementos de la réplica del ministro y los convierte en munición".

Feijóo la ha elegido porque encarna el modelo que quiere para el PP: firmeza en el fondo, talante en las formas. Frente a la política del tuit y el relato, Muñoz quiere representar el esfuerzo, el trabajo y el mérito.

En el Comité de Dirección del PP y en el hemiciclo, destacó desde el primer día. Tanto que su ascenso ha sido meteórico, levantando alguna envidia, pero siempre pendiente de caídas y remontadas.

Ahora sustituirá a Miguel Tellado en la dirección de los 137 diputados del PP, pero fue él mismo quien se la recomendó a Alberto Núñez Feijóo, tras conocerla en León.

Desde entonces, ambos han formado un tándem de confianza y eficacia... y ¿mimetismo? Directos en lo profesional, afables en lo personal.

La afinidad política ha trascendido al plano personal, y en Génova auguran más que coordinación, sintonía, entre el partido y el grupo parlamentario.

"Él es un tipo estupendo, muy gracioso. Una persona muy honesta, además", lo definió Muñoz en una entrevista con este diario.

Va de siglas: EBAU y ELA

En la dirección nacional, como vicesecretaria de Educación y Sanidad, Muñoz ha cosechado éxitos. Impulsó una EBAU única para toda España, coordinando a las Comunidades Autónomas del PP, primero, y sumando otras regiones, después.

También sacó adelante la Ley ELA, aunque lamenta que el Gobierno no la haya dotado de presupuesto. "No sólo siguen muriendo cada día los enfermos más afectados, es que todos los días siguen sufriendo injustamente todos los demás que la padecen y sus familiares", lamenta cada vez que se le pregunta por el asunto.

Su relación con Feijóo es profesional y exigente, y se sorprendió al comprobar que el presidente del PP devuelve los documentos leídos y corregidos. Para Muñoz, la política es trabajo, no espectáculo.

En otro paralelismo con su admirado Reagan, ella también fue criada en una familia de provincias, con valores religiosos. Aprendió pronto que nada se consigue sin esfuerzo: se fue joven de casa para estudiar y buscarse la vida.

"A mí me han enseñado a trabajar, a que nada se consigue gratis, a que sin esfuerzo no se consigue nada. Que si te caes, te levantas una vez y otra", se autodefinió en aquella entrevista con EL ESPAÑOL.

Amistades y puentes

Llegó a Madrid con 26 años, tras estudiar en Coruña y Murcia. Trabajó en el gabinete de Carlos Floriano, entonces vicesecretario electoral del PP, y fue elegida senadora con apenas 30 años. Allí, su estilo ya era llamativo: "Imagínate, esa manera de comunicar, rodeada de señores que le doblaban en edad".

Tras una legislatura, quedó fuera de las listas y volvió a empezar desde cero en León. "De senadora a personal eventual, la galleta fue muy grande", recuerda una fuente cercana.

Pero pronto volvió a destacar: fue nombrada delegada territorial de la Junta, luego presidenta provincial, y en poco más de seis meses, de nuevo a Madrid. "¡Y ahora, portavoz!".

Poca gente lo sabe, pero Muñoz mantiene desde hace una década una buena amistad con Jokin Bildarratz, exportavoz del PNV en el Senado. Coincidieron una legislatura en la Cámara Alta y siguen en contacto. 

La política es también el arte de tender puentes, pero con los nacionalistas vascos, que este miércoles acusaban al PP de "haberlos roto todos", a ella le tocará volverlos a construir desde su nuevo cargo.

Algunos la comparan con Isabel Díaz Ayuso por ser mujer "y por no callarse", añade entre risas una de las fuentes consultadas.

Ella nunca ha rehuido su cercanía a la lideresa madrileña, y defiende el trabajo de la presidenta y del alcalde José Luis Martínez Almeida, y siente Madrid como acogedora.

Pero su hogar sigue siendo León, aunque le queden pocos amigos allí, porque los del conservatorio, donde estudió violonchelo, también se fueron.

Ester Muñoz ya no le da a la música, prefiere la natación y el senderismo a la noche. No es fiestera, y si celebra, lo prefiere con una comida y un café largo para protagonizar ella ahora sus sobremesas. Y si sale, es a bailar. Como mucho, pide un Puerto de Indias con Sprite, "que sabe a gominolas".