Pedro J. Ramírez: "Sánchez acabará prorrogando la vida útil de las nucleares porque se lo van a exigir desde Cataluña"

El presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, se ha mostrado convencido este jueves de que, tras "marear la perdiz y hacer electoralismo", el presidente Pedro Sánchez "acabará prorrogando la vida útil de las centrales nucleares, porque se lo van a exigir desde Cataluña".

Ramírez ha lamentado que, al igual que ocurrió con la dana, ante el apagón del 28 de agosto lo que le importó a Pedro Sánchez "no fue resolver el problema y asumir responsabilidades, sino construir el relato", ha indicado en La Hora del Suscriptor de EL ESPAÑOL.

Los suscriptores de EL ESPAÑOL en La Hora del Suscriptor Javier Carbajal

Y en ese relato diseñado por la Moncloa, primero se agitó "el fantasma del ciberataque" y luego se ha lanzado la hipótesis de que quizá "nunca se sepa lo ocurrido". Y en todo momento, para eludir sus responsabilidades, el Gobierno ha lanzado un culpable alternativo: "un chivo expiatorio, los ultrarricos de las nucleares", a los que aludió Sánchez en su comparecencia del miércoles ante el Congreso.

Sánchez llama “ultrarricos de las nucleares” a los dueños de las renovables que él promueve

Porque a Sánchez no le importa que, como "consecuencia de la demonización de la energía nuclear", las empresas que gestionan la planta nuclear de Almaraz (Iberdrola, Endesa y Naturgy) digan: "Ahí te quedas, toma las llaves".

Sobre el papel jugado por la exministra Teresa Ribera (hoy comisaria europea) en el diseño del sistema eléctrico español, Pedro J. Ramírez considera que ha demostrado ser "una persona muy oportunista, a imagen y semejanza de su jefe".

A juicio del periodista, el Gobierno de Sánchez "no es un gobierno ideológico, aunque finja serlo, aunque haga de la ideología una coartada con eslóganes fáciles de transmitir".

"No creo que Sánchez tenga una visión ideológica en el sentido intelectual", ha aclarado el director de EL ESPAÑOL, "como sí la tenía Zapatero, que trató de reinventar la izquierda en base al feminismo, el ecologismo y las leyes de igualdad".

Las nucleares responden al ataque de Sánchez: "Las centrales no fueron una rémora en el apagón"

"Empezó poniendo la bandera española más grande que jamás se ha exhibido en un mitin, cuando fue elegido secretario general del PSOE", ha recordado, "y luego es capaz de decir que España y Cataluña son dos países distintos", como hizo esta semana durante un acto celebrado en Barcelona.

En cualquier otro político se podría suponer que estas palabras han sido un lapsus, pero "en el Cercle d'Economía, en Barcelona, y por parte de Pedro Sánchez en este momento, es evidente que fue intencionado", ha valorado Ramírez.

Por otro lado, el director de EL ESPAÑOL ha encontrado "lamentable" y "muy frustrante" que en la actual legislatura no sean posibles los acuerdos entre los dos grandes partidos, el PSOE y el PP.

Acuerdos que a su juicio serían deseables en ámbitos como la política energética, las infraestructuras o la política exterior, que requieren una continuidad más allá del partido que gobierne en cada momento.

"Si no polarizamos estamos muertos": preocupación en el Gobierno al no poder dar respuesta a la sensación de caos

Pedro J. Ramírez ha considerado un "grave error" que el PP haya votado este jueves en el Congreso en contra del decreto de medidas contra los aranceles. En su opinión, los populares deberían haberse abstenido porque "no hay nada que sea repudiable" en el decreto, aunque en muchos aspectos resulte insuficiente.

No obstante, mucha más responsabilidad tiene el Gobierno, ya que "le corresponde la iniciativa de ofrecer pactos y ámbitos de acuerdo a la oposición". En lugar de ello, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha elegido como lema "polarizamos o nos morimos", ha ironizado Pedro J. Ramírez sobre las declaraciones efectuadas por un ministro al periodista Fernando Garea.

El coste de esta situación para España, ha añadido Ramírez, "no puede ser la polarización, que empieza por las palabras y se extiende a las conductas, y eso siempre termina mal", ha sentenciado.

Con todo, el director de EL ESPAÑOL se ha mostrado convencido de que "la sociedad española no es tan idiota como para creerse los estereotipos caricaturescos que maneja el Gobierno para polarizar. La mayoría de los españoles no queremos que nos polaricen".