
Manfred Weber, Alberto Núñez Feijóo, Dolors Montserrat y Cuca Gamarra saludan desde el escenario al cierre del congreso del PPE en Valencia.
Feijóo cierra el cónclave del PPE en Valencia: "España ha sido el centro de Europa, otros ven en su ombligo el centro del mundo"
El líder del PP promete "corresponder" a la confianza de los 1.500 delegados e invitados "con un cambio en España, para que vuelva a ser fiable y a construir una Europa más fuerte".
Más información: Aznar achaca el "colapso energético" a "un Gobierno que agoniza" por "incompetencia y sectarismo".
Tras un discurso de Dolors Montserrat que levantó las ovaciones entusiastas de los 1.500 delegados e invitados en el congreso del PP Europeo, Alberto Núñez Feijóo subía al estrado para cerrar el evento, entre gritos de "¡Oa, oa, oa, Feijóo a la Moncloa!" y "¡Presidente, presidente!".
Era un preámbulo de por dónde iba a ir su discurso. Porque Feijóo es para el PPE todavía una promesa. Cuando llegó al cargo, hace tres años, se presentó como la gran esperanza de los populares europeos, un mes después, en el cónclave que elevó a Manfred Weber en Rotterdam (Países Bajos). Desde entonces, el PPE ha dejado de "estar a la defensiva", en palabras del alemán, a ser poco menos que hegemónico en la UE.
Y pese a que Feijóo "ha ganado todas las elecciones desde entonces", como destacó el bávaro reelegido líder del PPE en su discurso de aceptación, por su parte, el gallego se quedó con la miel en los labios en julio de 2023. Pero prometió Feijóo "corresponder" a la confianza de todos los presentes en Valencia "con un cambio en España para que vuelva a ser fiable y a construir una Europa más fuerte".
Porque, a pesar del gran apagón del lunes, al congreso de estos dos días en Valencia no ha faltado nadie. "Sólo nuestro amigo Luís Montenegro", primer ministro portugués, que esta noche tiene su primer debate electoral en Lisboa. Una contienda televisiva que iba a ser el pasado lunes, pero que se retrasó por el "cero energético" en la Península.
Feijóo, con elegancia al no nombrarle, pero con vehemencia al calificarle, sacó a pasear a Pedro Sánchez desde su discurso de despedida. "Gracias por haber hecho de España el centro de Europa", bramó ante los concurrentes, "mientras otros creen que su ombligo es el centro del mundo".
El líder del PP español mezcló su argumentario con agradecimientos y menciones a casi todos los líderes presentes. Así felicitó "a nuestro amigo, el presidente Weber, y a Dolors", recién proclamada nueva secretaria general del PPE, "una española que llevará el alma catalana al centro de Europa".
También pidió aplausos para el "presidente electo de Venezuela", Edmundo González, y para su "amigo", el presidente José María Aznar, a quien agradeció "lo que haces y has hecho por la democracia y la libertad".
Se deshizo en elogios a Friedrich Merz, que en una semana será canciller alemán "y volverá a poner en marcha el motor de Europa"; al finlandés Petteri Orpo; al griegoKyriakos Mitsotakis; al polaco Donald Tusk, "que ha recuperado a Polonia para la democracia", y al italiano "y amigo querido de España" Antonio Tajani, viceprimer ministro italiano.
"Corazón, cabeza y alma de la UE"
En su discurso, Feijóo reivindicó al Partido Popular (así lo dijo, sin el adjetivo europeo o español) como "el corazón, la cabeza y el alma de Europa". Es costumbre creciente de los líderes políticos del PPE insistir en ello, ahora que la hegemonía del centro derecha en la UE es evidente. "Somos los mejores para diseñar la Europa del presente y dibujar la del futuro: la que protege, innova, compite y defiende su modelo pero también sus fronteras".
En ese punto, el político español hizo una concesión al ala más dura, que parece haberse adueñado del discurso del PPE en el tema migratorio. "Queremos una Europa que ordene sus flujos migratorios con responsabilidad y humanidad. Que acoja a quien llegue y que exija respeto a quien acoge".
Pero después se permitió el lujo de hablar de su libro, el de la Europa rural, la del reto demográfico, la del sector primario y la reindustrialización.
La Europa de un líder político que nació "en un pueblo de menos de un millar de habitantes, donde queda ya un solo bar". Y lo hizo poniéndose como ejemplo (junto a Weber, originario de otra población pequeña en Baviera) de que "ésa es la Europa a la que nos debemos, sin más intereses de dentro o de fuera".
Por eso, Feijóo clamó por un PPE que "escuche los problemas reales de los ciudadanos" y una UE "que hable con voz propia" en el mundo. "Una voz diversa pero que no dividida; respetuosa pero no sometida; diplomática pero que no se calle", haciendo referencia sin mencionarlo tampoco expresamente, a Donald Trump y su guerra de aranceles.
En definitiva, una Europa "que no se diluirá ante Estados Unidos o China", competitiva e innovadora. Y "una España no tampoco se diluirá, como lo que es, una de las naciones más antiguas de la tierra". Al referirse a nuestro país en términos positivos, Feijóo recordaba esas raíces o se proyectaba al futuro, dejando en vacío el presente, para que todos entendieran el sanchismo como un paréntesis lamentable.
"Escuchar, liderar, cumplir"
"Volveremos a ser fuertes en Europa", proclamó. "Porque el futuro no se espera, se construye y se reconstruye. Y los problemas y los retos no se esquivan, se afrontan".
El lema de este congreso de Valencia era "Escuchar, liderar, cumplir". Y en esos tres puntos basó el líder del PP su discurso. "España necesita cambio, lo sabéis todos, me comprometo a ello, y os digo que está cada vez más cerca, porque lo piden más ciudadanos. Y construiremos más y mejor Europa desde España también. Lo haremos desde la responsabilidad, la honradez y la verdad".
De nuevo, la comparación, por omisión, con el presente de España, el único país grande con Gobierno socialista entre los grandes y medianos de la UE. Feijóo logró colocar en "cero absoluto" a Sánchez en todos los aspectos que tocó en su alocución: sector primario, innovación, Estado de derecho, transparencia e igualdad.
Por eso, además, concluyó con la renovación de "un compromiso del PP español, y también personal, para lograr la inversión de 12.000 millones en la Comunidad Valenciana que nos ha acogido estos días", en los que además se cumplían seis meses desde las trágicas riadas de la dana. "Debemos resetear esta economía e invertir en las infraestructuras hidráulicas e hídricas que le está negando el Gobierno de España".
Carlos Mazón, que se había pasado fugazmente por el congreso unas horas antes, ya no estaba presente para ser enfocado por las cámaras al calor de esas palabras. El president valenciano volaba en ese momento hacia Madrid, para iniciar una visita comercial a Nueva York.
Pero hay que decirlo, entre la retahíla de nombres que salieron de los labios de Feijóo no había estado el de Mazón. "Nos reivindicamos como lo que somos, Europa es una potencia global del mundo", selló el presidente del PP. "Y tenemos a Ursula von der Leyen, a Roberta Metsola, a Manfred Weber y a Dolors Montserrat, los liderazgos sólidos que necesitamos".