Feijóo, a su entrada a Las Ventas.

Feijóo, a su entrada a Las Ventas. Rodrigo Mínguez

Política TAUROMAQUIA

Una tarde con Feijóo en Las Ventas: "Un presidente debe gobernar para todos los ciudadanos"

Miguel Ángel Perera brinda un toro al presidente del PP, que, pese a no considerarse aficionado, acude a Las Ventas para reivindicar "la libertad".

17 mayo, 2024 23:52

Son las seis menos cuarto de la tarde y un tipo calvo y corpulento abraza a Feijóo.

—Yo soy de Vox, ¿eh? Bueno, yo voto a Vox…— le advierte (y matiza) este hombre, mientras se hace un selfie con el presidente del PP.

—Hasta hoy…— le reta el político.

—Bueno, sí... Quizá... Puede que hasta hoy...— desliza el hombretón, dubitativo, mientras un guardaespaldas le desabraza del gallego.

Pero Alberto Núñez Feijóo no dura ni un segundo tranquilo. Apenas puede darle un sorbo a su tónica con cuatro hielos en la terraza de una taberna cercana a Las Ventas.

Feijóo: "Sánchez dice una cosa sobre la tauromaquia y sus ministros otra"

Al instante, una mujer le enhebra el brazo y le pide una foto. Luego, un grupo de chavales. Después, una familia. Se suma una pareja de ancianos.

Feijóo ha venido a darse un baño de masas a los toros. Juega en casa y se nota. No es aficionado a la tauromaquia, pero reivindica la Fiesta Nacional por una cuestión de "libertad" y para "resaltar la riqueza que supone que haya distintas formas de cultura".

Especialmente, ahora, como oposición al Gobierno con el ministro del ramo más antitaurino de la Democracia. Y la Monumental de Madrid es un caladero de votos para los partidos de derechas, que colocan stands en los aledaños del recinto.

"No se prodiga usted mucho por las plazas de toros. Bueno, hasta hoy...", le recuerda EL ESPAÑOL a Feijóo, minutos antes de entrar junto a él al coso.

"No soy muy aficionado, pero he venido a reafirmar, una vez más, que los ciudadanos son libres. Y son muchos los españoles que, desde hace años y años, disfrutan de una afición tan importante como ésta", insiste.

Así se pronuncia Feijóo a escasos metros de la Puerta de Arrastre de Las Ventas, mientras decenas de personas se arremolinan a su alrededor en su camino a los tendidos.

Varios simpatizantes se hacen un 'selfie' con Feijóo en los alrededores de la Plaza de Toros de Las Ventas.

Varios simpatizantes se hacen un 'selfie' con Feijóo en los alrededores de la Plaza de Toros de Las Ventas. Rodrigo Mínguez

Alberto Núñez Feijóo, en el Tendido 1 de Las Ventas.

Alberto Núñez Feijóo, en el Tendido 1 de Las Ventas. Rodrigo Mínguez

Uno de ellos es el matador Ortega Cano, que también asiste como público a la octava corrida de la Feria de San Isidro de 2024, con toros de La Quinta. El cartel: Miguel Ángel Perera, Emilio de Justo y Ginés Marín. Semejante terna ha dejado las taquillas sin billetes.

Una mujer se acerca a Feijóo y a Ortega Cano, y se coloca entre ambos, porque quiere una fotografía con el presidente del PP y con el viudo de Rocío Jurado. "Es que me gustan los dos", se explica.

Ortega Cano y Alberto Núñez Feijóo atienden a varias fans.

Ortega Cano y Alberto Núñez Feijóo atienden a varias fans. Rodrigo Mínguez

Pese a lo poco que pisa las plazas —hasta hoy—, Feijóo se entremezcla entre la jet set de Las Ventas. Le saluda el torero Gonzalo Caballero. Y El Soro. Y el alcalde de Sevilla la Nueva.

Pero no todo son elogios. Una joven se acerca y pide al gallego "menos tontunas y más aliarse ya con Vox". "Que buena falta le hace a España", añade, airada.

Un grupo de extremeños también tiene demandas que hacer al líder de la oposición: "A ver si los políticos nos ponéis ya el AVE, que hemos tardado cinco horas en venir hasta Madrid".

El baño de masas de Feijóo en Las Ventas se produce unas horas después de que Pedro Sánchez declarase en una entrevista en La Sexta que no le gustan los toros, pero que no tiene en mente prohibirlos.

"Sánchez dice una cosa y sus ministros hacen otra. Es un contrasentido", insiste Feijóo durante su charla con EL ESPAÑOL. "Nosotros tenemos clara nuestra apuesta por la libertad y que la pluralidad en la cultura es una riqueza", subraya. "Y un presidente debe gobernar para todos los ciudadanos", añade.

Al líder del Partido Popular le acompaña este viernes su cuadrilla: el senador Alfonso Serrano y la diputada y presidenta del PP de Fuenlabrada Noelia Núñez, entre otros.

El senador Alfonso Serrano, la diputada y presidenta del PP de Fuenlabrada Noelia Núñez y Alberto Núñez Feijóo.

El senador Alfonso Serrano, la diputada y presidenta del PP de Fuenlabrada Noelia Núñez y Alberto Núñez Feijóo. Rodrigo Mínguez

Se acercan las siete de la tarde y Feijóo atraviesa por fin, no sin dificultad, la Puerta de Arrastre. Desde la taberna donde dejó su tónica a medio beber hasta la plaza de toros hay 260 metros de distancia, según Google Maps. Pero la lluvia de selfies no cesa. Y la cuadrilla pepera tarda casi una hora en recorrer media calle y un paso de cebras.

Suenan clarines y timbales y Feijóo se coloca, flanqueado por los suyos, en la barrera del Tendido 1. Esa a la que acude Perera para brindarle la muerte del toro Vidriero.

Ginés Marín, en un quite por chicuelinas.

Ginés Marín, en un quite por chicuelinas. Rodrigo Mínguez

Tras dos sustos, un rotundo espadazo pone fin a la vida del animal y Feijóo, y el resto de las 24.000 almas que llenan la plaza, piden la oreja pañuelo en mano. El presidente del festejo —que es el presidente que manda aquí, no el del PP— la deniega.

Desde el Tendido 1 Feijóo también observa la cara de rabia de Ginés Marín tras una tarde sin ni un gramo de suerte con la espada. Y cómo se torna en rojo sangre el pálido traje de luces de Emilio de Justo, tras dos peligrosas volteretas que le dan los 543 kilos de Periquito. Y cómo se repone el torero cacereño y, sin zapatillas, le pega al animal dos tandas de muletazos que revientan los tendidos. Y los duelos de chicuelinas y porta gayolas.

El hombre que se propone desalojar a Sánchez de la Moncloa y gobernar España pretende, primero, comprenderla. Y ha elegido una plaza de toros para entender ese misterio tan español que provoca que 24.000 personas contengan la respiración cuando un matador cuadra a un toro, acaricia el albero con las manoletinas y engurruña la muleta.