Tomás Serrano

Política elecciones catalanas

Dejad que los catalanes se acerquen a Puigdemont en bus: un mitin por comarca pero todos en Francia

Junts organiza el tour del exilio: fletará autobuses para que sus simpatizantes crucen la frontera y puedan estar a pocos metros del líder separatista en campaña.

12 abril, 2024 02:20

Carles Puigdemont está decidido a convertir en su principal baza electoral, ante los comicios del 12-M, la épica del "president legítimo" dispuesto a regresar del "exilio" para ser restituido en el cargo, aun a riesgo de ser detenido.

A diferencia de lo ocurrido en las anteriores elecciones catalanas de 2021, esta vez no intervendrá por videoconferencia en los mitines de Junts. Por el contrario, el partido fletará autobuses para que sus simpatizantes crucen la frontera y acudan a los actos que Puigdemont tiene previsto protagonizar en el sur de Francia (la Cataluña norte, en el imaginario de los independentistas) durante la campaña. Los interesados pueden apuntarse a través de la web del expresident.

En lo que ha denominado Operación desconectar pantallas, Junts quiere ofrecer así a sus votantes la experiencia de visitar el "exilio", estar a pocos metros del líder independentista e incluso saludarle personalmente.

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Puigdemont protagonizará los principales actos de campaña en el espacio Jean Carrère de la población francesa de Argelès-sur-Mer, situada a 35 kilómetros de La Junquera. Y cada día recibirá allí una flota de autocares procedentes de una comarca distinta de Cataluña.

Junts ya cuenta con media docena de autobuses de campaña, a los que se podrán sumar cada día otros autocares fletados por las agrupaciones locales del partido, además de votantes que se desplacen en sus vehículos particulares.

Aunque el partido ofrecerá este servicio de forma gratuita, se abre a recibir donativos para financiar la campaña. Además, según ha desvelado El Nacional, tiene previsto calcular la "huella de carbono" provocada por este medio de transporte, que presentará como una consecuencia de la "represión" del Estado español contra los catalanes.

Junts ha diseñado así una campaña personalista, en la que todo gira en torno a la figura del fugitivo de la Justicia: desde el nombre de la candidatura (que se denomina oficialmente Junts+Puigdemont per Catalunya) a las papeletas, en las que aparecerá el rostro del expresidente de la Generalitat, en lugar del logo del partido.

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El partido separatista imita así la estrategia que puso en marcha Podemos (que exhibía la efigie de Pablo Iglesias en sus papeletas) y que también copió Sumar, que llevó la cara de Yolanda Díaz en lugar del logotipo de la coalición, en las elecciones generales del 23-J.

Carles Puigdemont se lo juega a todo o nada: según anunció el martes, tiene previsto retirarse de la "política activa" si tras los comicios del 12-M no es elegido presidente de la Generalitat. En ningún caso se plantea regresar a Cataluña, gracias a la amnistía, para ser el líder de la oposición en el Parlament.

El calendario de visitas a Puigdemont se iniciará el viernes 26 de abril, cuando protagonizará un acto en Argelès-sur-Mer para simpatizantes llegados desde Reus y la comarca del Baix Camp. Al día siguiente recibirá a los del Bajo Llobregat y el cinturón industrial de Barcelona.

Estas citas se repetirán hasta el acto de cierre de campaña, el único que se celebrará en Barcelona, con la aparición de Puigdemont por videoconferencia. Junts también ha intentado explotar su presencia al otro lado de la frontera al proponer que el debate electoral con Salvador Illa (PSC) y Pere Aragonès (ERC) se celebre en Francia. Una posibilidad que el PSC ya ha rechazado.

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Con esta estrategia, Junts busca poner de relieve que Puigdemont juega en desigualdad de condiciones frente a sus rivales, ya que no puede pisar suelo español, mientras el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón intenta tomarle declaración como máximo responsable del Tsunami Democràtic que organizó graves altercados en toda Cataluña en el otoño de 2019.

La necesidad de contrarrestar el protagonismo de Puigdemont llevó al presidente de la Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonès, a aceptar la invitación del Senado para defender este lunes la ley de amnistía, en la Comisión de Comunidades Autónomas de la Cámara Alta.

Aragonès aprovechó su intervención para reclamar un sistema de financiación similar al cupo vasco, que presentó sólo como una estación intermedia, antes de que Cataluña acceda a la independencia mediante un referéndum pactado con el Gobierno.

El PSOE dejó así en manos de Pere Aragonès la defensa de la ley de amnistía, ya que los presidentes autonómicos socialistas rechazaron la invitación para acudir al Senado.

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Carles Puigdemont abandonó su denominada Casa de la República de Waterloo durante la pasada Semana Santa, para instalarse en el sur de Francia, donde desarrollará todos los actos de la campaña.

El pasado sábado protagonizó en la población francesa de Elna la presentación de su candidatura. Allí fue presentado por los dirigentes de Junts como "el president que, tras seis años y medio en el exilio, regresa para culminar lo que miles de catalanes anhelamos, la independencia de Cataluña".

Fue también en la localidad de Elna donde Puigdemont confirmó, el pasado 22 de marzo, su intención de ser candidato a la Generalitat. En aquel acto, decidió poner fin a las elucubraciones que apuntaban a que podía regresar a Cataluña en plena campaña electoral, cruzando la frontera rodeado de miles de fieles, para convertir su detención en un golpe de efecto y un escándalo internacional.

Según advirtió en aquel acto, su "retorno del exilio" no puede producirse "a escondidas, ni como una provocación para hacerse un selfi en la frontera, ni como resultado de una rendición, ni como un acto de servicio al partido para obtener réditos electorales".