La directiva de la Asociación de Exparlamentarios, reunida recientemente con Felipe VI en Zarzuela.

La directiva de la Asociación de Exparlamentarios, reunida recientemente con Felipe VI en Zarzuela. Cedida

Política CORTES GENERALES

La Asociación de exdiputados y exsenadores pide a los parlamentarios "no degradar" las Cámaras

La dirección de la organización está formada por miembros de PP, PSOE, UCD, Ciudadanos, Unió y Esquerra Republicana.

2 abril, 2024 02:45

Esa mezcla de desafección, cabreo y sorpresa que cundió de manera transversal en los electores debido al tono de los últimos debates parlamentarios también invadió la última junta de la Asociación de exdiputados y exsenadores. Lo cuentan algunos de sus miembros a este diario: "Quisimos escribir un llamamiento a la cordura y a la mesura. Es todo muy absurdo. No exponen razones, sólo se enfrentan".

De ahí nació un comunicado que lleva por título "A los representantes de los españoles". La asociación, que tiene una profusa actividad y que integra entre sus miembros a todos los partidos reseñables con representación menos a Batasuna y sus derivados, "observa con preocupación el deterioro que se ha establecido en las formas y en las relaciones entre los miembros de las Cortes Generales".

El comunicado habla, entre otras cosas, de "intolerancia" y "degradación" como dos de las señas distintivas de este tiempo que les ha tocado vivir ya desde la barrera. Preside este organismo Juan Van-Halen (PP). Tanto el vicepresidente como el secretario general son socialistas: Manuel Núñez Encabo (a él le tocaba votar cuando irrumpió Tejero el 23-F) y Fernando Sanz.

En la actual dirección figuran, además, exdiputados y exsenadores de UCD, Ciudadanos, Unió y Esquerra Republicana. Como afiliados, se encuentran algunos antiguos representantes de Vox y Podemos. Todas las marcas con la mencionada excepción de  Batasuna. Probablemente sea ésta la única organización con una representación de un extremo al otro del Parlamento.

Su comunicado, debido a esa pluralidad, es muy cuidadoso. No reparte las culpas, no señala. O mejor dicho: señala a todos, conmina a todos. Es de corte institucional y se trata de una interpelación directa, incluso de una invitación al diálogo entre los exdiputados y los diputados; entre los exsenadores y los senadores.

"No sólo se pone en peligro el normal desarrollo de las funciones constitucionales para las que han sido llamados, sino que también se acentúa el deterioro, cuando no el descrédito, de la convivencia, que es inherente a los sitemas democráticos avanzados", reza el comunicado.

La asociación, fundada en 1997, se creó para fabricar ese espacio de encuentro reclamado por exdiputados y exsenadores que dejaban un lugar que les había marcado y donde habían hecho muchas amistades. En su día, se incluyó entre los estatutos "la defensa de la Constitución y del sistema de convivencia".

Entonces, aquello no quería decir demasiado desde el punto de vista político. Hoy –con un partido en el gobierno, Sumar, que propone la revisión de la Transición y con los independentismos como socios de Moncloa– es una declaración de principios.

La revista de la asociación la dirige Pedro Bofill, el propagandista de cabecera que tuvo Enrique Tierno Galván y que luego resultó clave en la fusión entre el PSP y el PSOE. El último número lleva por título "Legislatura incierta y enfrentada". Dice el subtítulo: "La XV legislatura arranca con el segundo Gobierno de coalición, condicionado por el independentismo y los grupos nacionalistas, que abocan a una negociación continua para lograr la gobernabilidad. La concesión de una amnistía y la exigencia de un referéndum continúan tensionando las instituciones con un parlamento dividido y enfrentado".

Bofill consigue que todos los partidos, incluidos los nacionalistas, participen en la revista. El tono editorial de este último número es el mismo que el del comunicado: la alarma por cómo se suceden los debates en el Congreso y en el Senado.

"Es preciso poner fin al deterioro de las relaciones personales y de los grupos parlamentarios recuperando la mesura en las controversias y debates políticos. La crispación y la intolerancia que se han instalado en el comportamiento público de nuestros dirigentes amenazan seriamente la credibilidad de nuestras instituciones y degradan la calidad de nuestra democracia", indica el párrafo mollar.

Por último, la asociación especifica su "llamamiento en favor de la tolerancia y la colaboración entre los representantes de la soberanía nacional y de todas las instituciones contempladas en la Constitución".

Tal y como informó este diario la semana pasada, la indignación entre quienes fueron diputados y senadores resulta transversal y mayoritaria. Varios exportavoces de los grupos parlamentarios más importantes –PSOE, PP, CiU y PNV– van a citarse a comer en los próximos meses para analizar la situación: buscan alguna manera de influir para recuperar el decoro parlamentario.