Carles Puigdemont, este jueves, durante su mitin en Elna (Francia).

Carles Puigdemont, este jueves, durante su mitin en Elna (Francia). Enric Fontcuberta EFE

Política ELECCIONES CATALANAS

Moncloa cree que la amenaza de Puigdemont de volver al conflicto de 2017 reforzará a Illa

El Gobierno da por suspendidas las reuniones con Junts hasta después de las elecciones catalanas del 12 de mayo.

22 marzo, 2024 02:01

Moncloa asegura que el mensaje de "confrontación" de Carles Puigdemont reforzará al candidato socialista Salvador Illa, da por suspendida la mesa de diálogo con Junts hasta después de las elecciones autonómicas catalanas del 12 de mayo y minimiza la candidatura del expresident de la Generalitat.

Su análisis, coincidente con el del candidato del PSC, Illa, es que no habrá efecto Puigdemont en las elecciones, es decir, que su candidatura no supondrá un incremento sustancial de las opciones electorales de Junts.

No lo fue en las dos anteriores elecciones catalanas y ahora los socialistas explican que sus estudios indican que Puigdemont es visto por los electores como un "candidato del pasado".

"Ojalá ERC presentara a Oriol Junqueras y Junts a Puigdemont", explica un destacado miembro del Gobierno.

Sobre la intervención de Puigdemont en el sur de Francia anunciando su candidatura, fuentes de la Moncloa quitan hierro a su mensaje de reafirmación de la vía unilateral hacia la independencia.

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Aseguran que es "retórica electoral" dirigida a sus bases que prevén ver incrementada durante la campaña. Añaden que, en todo caso, remite a una etapa ya pasada de "confrontación" y a la que la mayoría de catalanes no quiere regresar, la de 2017 con el procés. Entienden que ese mensaje le será favorable al PSC. 

Moncloa da por hecho, según sus encuestas, que el 12 de mayo Illa pueda ganar por segunda vez las elecciones, mejorando su resultado de 2021. Su objetivo es que por primera vez no haya mayoría independentista, es decir, de la suma de ERC, Junts y CUP.

Para la investidura, Illa necesitaría el apoyo de uno de los dos partidos independentistas. Los socialistas ven esa opción difícil, pero no imposible. Creen que ambos partidos no están interesados en poner fin a la legislatura de Sánchez, pensando en la posibilidad de un triunfo de la derecha y, además, Junts necesita al Gobierno del PSOE y Sumar para "acompañar" el largo proceso de aplicación de la ley de amnistía.

Contactos suspendidos

Fuentes del PSOE y de Moncloa, que forman parte de las negociaciones con Junts que se celebran en Suiza ante un verificador internacional, explican también que han decidido que no es posible mantener esos contactos en este momento.

El acuerdo firmado por ambos partidos en noviembre prevé que las reuniones sean cada mes, y hasta ahora se tiene constancia de cuatro. Tras la última, el partido de Puigdemont instó a abordar en las próximas la celebración de una consulta de autodeterminación y un sistema de financiación propio para Cataluña similar al cupo del País Vasco.

Estas fuentes ya aseguraban antes de producirse la confirmación por parte de Puigdemont, que el expresident de la Generalitat no volvería a España antes del 12 de mayo, que esperará a la celebración de la sesión de investidura, en función de los resultados.

Para esa fecha podría estar aprobada la ley de amnistía, pero estaría en marcha el periodo de dos meses que tienen los tribunales para aplicarla.

Considera que cuando venga podría ser detenido, pero prevé que no se le mantenga en prisión preventiva, sino que salga en libertad, porque la ley prevé que con su publicación queden sin efecto las medidas cautelares, por falta de peligro de fuga y porque en este momento la orden de detención es sólo por malversación.

Por otra parte, fuentes del Gobierno dicen estar satisfechas por la decisión del PP de llevar, a través del Senado, la tramitación de la ley al Tribunal Constitucional. Lo consideran una decisión muy equivocada para los intereses del PP, de manera similar a lo que ocurrió con la Comisión de Venecia que terminó volviéndose contra el partido de Alberto Núñez Feijóo.