La ministra de Igualdad, Irene Montero, al inicio del pleno celebrado este jueves en el Congreso.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, al inicio del pleno celebrado este jueves en el Congreso. Chema Moya EFE

Política IGUALDAD

La Ley Trans pasa su primer examen en el Congreso con la abstención de Ciudadanos

La norma, una de más reivindicadas por el Ministerio de Igualdad, busca facilitar y acelerar los cambios de sexo registrales.

6 octubre, 2022 15:28

Aprueba. El Gobierno de coalición, en bloque y con el apoyo de los socios habituales, ha rechazado las dos enmiendas a la totalidad -de PP y Vox- que amenazaban con tumbar la norma, una de las más reivindicadas por el Ministerio de Igualdad y que más escollos han creado en el Ejecutivo, principalmente por un sector del grupo socialista. 

Todavía quedan muchos pasos que dar antes que la ley eche a andar

"A su proyecto reaccionario se les para con más derechos", ha lanzado la ministra de Igualdad, Irene Montero, desde la tribuna del Congreso. "Vamos a terminar el año con la ley aprobada", ha adelantado.

PP y Vox se quedan solos en su oposición frontal a la Ley Trans.

El proyecto legal lleva varias semanas tramitándose en la Comisión de Igualdad del Congreso por la vía de urgencia, lo que debería reducir a la mitad los plazos de aprobación. Además, se ha concedido a la Comisión plenos poderes legislativos, una fórmula que se utiliza para leyes que no son orgánicas y que, a grandes rasgos, implica que las enmiendas parciales no necesitan debatirse en el Congreso. Sí las totales, como ha ocurrido este jueves.

Los dos partidos de la derecha, que se han quedado solos, consideran que se trata de un texto "ideologizado" (PP) y "una batería de medidas de adoctrinamiento e ingeniería social" (Vox) y pidieron, al igual que con la Ley del Aborto, su devolución al Gobierno. No dieron los números. Un total de 193 votos en contra (PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu, ERC, PNV, BNG, PDeCAT, Junts, Más País) votos en contra de las enmiendas frente a 143 a favor (PP y Vox), con 9 abstenciones (Ciudadanos).

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En este punto, aunque por razones distintas, coinciden con una parte del feminismo que se opone a la norma. Es el caso de la socialista Carmen Calvo, que finalmente votó en contra de las enmiendas tras semanas tensionando el seno de la coalición. Este hecho, el de la división interna, ha sido una de las principales dianas del discurso de la derecha, pero no sólo.

"Esta ley quiere fomentar la transexualidad", ha comenzado la portavoz de Vox, Carla Toscano, que llevaba una camiseta con el lema 'Biology is real'. Su discurso fue especialmente criticado por otros partidos -"repugnante", la llamó Sara Giménez, de Ciudadanos-, sobre todo un fragmento sobre las familias tradicionales, que son "las que necesita España".

La ministra de Igualdad, Irene Montero, al inicio del pleno celebrado este jueves en el Congreso.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, al inicio del pleno celebrado este jueves en el Congreso. Chema Moya EFE

Toscano, que fue la primera en hablar tras la ministra, se posicionó también "en contra de la visión de la ideología de género [...] Supone una discriminación sobre personas que se puedan sentir un ornitorrinco o Lady Gaga". "Su modelo de sociedad necesita niños y adultos rotos", ha espetado en medio del discurso, provocando un abucheo.

"Se lo tenemos que dejar claro a Vox y al Partido Popular: las mujeres trans no borran a ninguna otra mujer", ha respondido Giménez (Ciudadanos). "Me da vergüenza [...] Me parece arcaico en materia de igualdad y en materia de feminismo".

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Por la parte del PP, la diputada María Jesús Moro Almaraz se ha preguntado "por qué es mejor para los derechos de las personas trans que un menor pueda cambiarse el nombre". "Nos preocupa el tratamiento de los menores. Esto es un desgarro para las familias", ha opinado.

El malentendido

La escritura de la Ley Trans ha sido objeto de multitud de tergiversaciones e información falsa o interesada. Según propone el propio texto, la ley reconoce la libre autodeterminación de género, como reivindica el colectivo LGTBI, al permitir el cambio de sexo registral sin requerir un informe médico de disforia de género y dos años de hormonación.

La ley, eso sí, exige ratificar que se quiere modificar el sexo en el Registro Civil en dos ocasiones, con tres meses de diferencia. Así, si se quiere revertir la situación, hay que esperar seis meses y acudir a la jurisdicción voluntaria, por lo que sigue siendo un proceso largo.

Lo que sí facilita es el cambio de la mención registral del sexo a partir de los 16 años y que entre los 14 y los 16 años los menores presenten la solicitud "asistidos por sus representantes legales". En el caso de los menores de 12, siempre asistidos por sus tutores, podrán cambiarse de nombre.

Independientemente del debate parlamentario de este jueves, la ley trans traerá cola. Desde algunas familias del movimiento LGTBI se dice que la ley no puede retroceder en derechos, sino que sólo puede crecer e incorporar temas que se quedaron fuera, como los derechos de las personas no binarias, los menores o las personas migrantes. Desde otras, ligadas al PSOE, esperan poder modificar o eliminar otras partes del texto que las organizaciones LGTBI consideran innegociables.