Pedro Sánchez y Adriana Lastra, en una de las últimas Ejecutivas del PSOE antes de la dimisión.

Pedro Sánchez y Adriana Lastra, en una de las últimas Ejecutivas del PSOE antes de la dimisión. Efe

Política CRISIS EN EL PSOE

Sanchez usará la salida de Lastra para un reajuste del PSOE y Moncloa: sus bazas, Cerdán, López y Hernando

Los tres son los hombres que más suenan para coordinar el partido. Pero las fuentes internas les ven menos ventajas que inconvenientes. ¿Y una mujer?

19 julio, 2022 03:20

"Dime tú si un presidente autonómico tiene un problema o necesita una indicación de estrategia política, ¿a quién va a llamar en Ferraz con autoridad?". Los únicos nombres que salen a la palestra, hable uno con quien hable en el seno del PSOE son los de Santos Cerdán (ganador), Patxi López (recuperado) o Antonio Hernando (revivido). Y aun así, no hay consenso alguno en que cualquiera de ellos reúna las condiciones que necesita hoy el PSOE.

La caída de Adriana Lastra, sea verdad su dimisión o sea un "relato pactado" ha tenido varios efectos en la familia socialista este lunes. 

El primero, el de romper el pequeño buen ciclo de Pedro Sánchez. Había encadenado, por fin, un éxito indudable de la cumbre de la OTAN, su llamativo giro a la izquierda en el Debate sobre el Estado de la Nación y el inicio de su remontada en las encuestas.

El segundo, el de la extraña excusa esgrimida en la carta de renuncia. ¿Una alta directiva debe dejar su puesto por sufrir un embarazo de riesgo? ¿O debería renunciar temporalmente a sus funciones, siendo suplida por su adjunto o adjunta, a la espera de regresar de la baja médica y/o maternal?

La polémica tiene aún menos sentido (o más, entiéndase) tratándose de un partido político, que debe dar ejemplo a la sociedad. Mayormente, si es el PSOE y compite duramente por el relato feminista.

Y el tercero, mirando al futuro, ¿dónde está el banquillo de Pedro Sánchez? ¿Le que da alguien de quien tirar? ¿Hay autoridades políticas que impongan ese respeto que precisa un partido de gobierno, en unas circunstancias durísimas en Moncloa por la crisis y la guerra, con sus socios de coalición y con los aliados parlamentarios?

Pero el principal es que le abre la puerta a Sánchez para impulsar la remodelación que tiene pendiente, a la vista de que la que impulsó hace ahora un año no ha surtido los frutos deseados. "El jefe tendrá que tomar decisiones", aseguraban tras el 19-J algunos de su círculo más cercano. "Hay que cambiar dinámicas", advertían otros desde un mes atrás...

Santos Cerdán

La opción más fácil para el presidente del Gobierno es dejar las manos libres al secretario de Organización, Santos Cerdán, como ganador de una batalla desigual. El político navarro aceptó calladamente y sin responder en público, los desplantes públicos de Lastra y la invasión de las tradicionales competencias de su cargo. A pesar de ser un hombre de confianza de Sánchez, no entró en la batalla, hizo su trabajo. Simplemente.

Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, y Pedro Sánchez, secretario general y presidente del Gobierno.

Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, y Pedro Sánchez, secretario general y presidente del Gobierno. Pablo Lasaosa

Porque la figura de la Vicesecretaría general "no siempre ha existido", explican las fuentes consultadas en el seno del PSOE. "Y menos, con atribuciones; es un cargo meramente representativo... o siempre lo fue".

Cuando el pasado mes de julio, Pedro Sánchez acometió su profundísima crisis de Gobierno, ya eliminó a Lastra de la portavocía parlamentaria. "Simplemente, aplazó hasta septiembre el anuncio", entre otras cosas porque su sucesor, Héctor Gómez, no iba a estrenarse hasta el inicio del periodo de sesiones. Y eso le permitió a Lastra armar el relato de que lo dejaba "para dedicarse en cuerpo y alma al partido".

Es más, Sánchez le concedió algunas atribuciones, como la coordinación de los grupos parlamentarios (causando fricciones con Gómez) y la comunicación (generando mensajes que no han funcionado y designando a uno de los suyos, Felipe Sicilia como portavoz del partido). Ella, además, fue tomando posiciones en los territorios. Y eso fue lo que generó los choques con Cerdán.

"Santos conoce cada casa del pueblo", explica un dirigente del PSOE que ha trabajado a su lado. "Sabe advertir, tomar decisiones, castigar incluso si hace falta", pero tiene una carencia: el liderazgo, porque nunca sale en los medios.

Por elección propia, el actual número tres del PSOE (aunque ha caído la dos) prefiere no tener el foco sobre él y actuar en la sombra. "Pero en política la autoridad y la potencia te la da también ser el que marca la pauta... sin arriesgarte a que los focos te quemen, es muy difícil que puedas tomar las riendas".

Patxi López

En ese sentido, quien sí puede, sabe y tiene experiencia es Patxi López. Fue secretario general del PSE-EE durante muchos años, y ha sido el único lehendakari socialista de la democracia. En realidad, el único no nacionalista. "Además de tener tele, es una figura muy querida en el partido", añade otra fuente socialista que trabajó junto a López en el pasado.

Patxi López y Pedro Sánchez, antes del debate de las primarias.

Patxi López y Pedro Sánchez, antes del debate de las primarias. Efe

Pero éste ya no es su tiempo, opinan otros. "Patxi ha sido recuperado para la causa, y sí tiene autoridad moral... no está claro si la tiene política", añade otra exdirigente socialista. "Él se enfrentó a Pedro Sánchez por la Secretaría general y, por mucho que el líder le haya perdonado, él quedó muy tocado". Para las hemerotecas quedará siempre la pregunta: "Pero Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?".

Entre la terna, hay quien lo ve, en todo caso, como el mejor colocado. Entre otras cosas, porque no tiene enemigos (como Cerdán) ni recuerda épocas pasadas (como Hernando). "Si Pedro ha superado los inconvenientes que tuvo con él, no me extrañaría que se decidiese por él". Otros señalan que "su nombre lo ha puesto ahí el entorno de Lastra, así que no hay que fiarse mucho".

Eso sí, es un ex de casi todo: del poder político, del poder orgánico y de la disputa por el liderazgo. "Todo el mundo pensaría que está ahí puesto como premio a haberse plegado al líder, como un encargado de Moncloa sin poder real... la autoridad tendría que volver a ganársela desde cero", concluye otra de las fuentes.

Antonio Hernando

Hace sólo nueve meses que Antonio Hernando regresó al redil sanchista. El presidente retomó el contacto con su viejo amigo en abril de 2021, por impulso de Óscar López, con quien ya había vuelto a contactar, poco a poco. Pasaron de ser los tres inseparables chicos de José Blanco y, de ese modo, ascender en el escalafón del PSOE a distanciarse por mor de las luchas de poder.

Pedro Sánchez y Antonio Hernando, juntos en el Congreso

Pedro Sánchez y Antonio Hernando, juntos en el Congreso Efe

"No creo que Antonio vaya a tomar responsabilidades en el partido, eso no encaja", señala una de las personas más cercanas al presidente del Gobierno. "Su papel es hoy de fontanero de confianza, y su figura está gastada en el PSOE". Otros dicen de él que "además es el PSOE viejo, el de cuando Rubalcaba encadenaba derrotas, no tiene sentido".

Pero hoy, Óscar López y Antonio Hernando son, probablemente, las dos personas más cercanas a Sánchez, en el trabajo diario. Ambos son su pareja de confianza en Moncloa, el jefe de Gabinete y el adjunto. Pero uno fue el jefe de campaña de Patxi López contra Sánchez en las primarias del regreso. Y el otro fue "el rostro del mercenario" tras la dimisión del hoy presidente, cerrado en el "no es no".

Y eso es algo que "nunca tiene que volver a pasar en política", apunta uno de los defenestrados de las purgas de Sánchez, que guarda lealtad al partido "y a la militancia". De hecho, esta fuente plantea que cualquiera de esos nombres citados supondría un nombramiento palaciego, alejado de las bases.

...y además, ¿por qué todo hombres? Cada vez, se ven menos figuras femeninas de peso en la cúpula de Sánchez. Una última fuente sugiere mirar bien la lista de la Ejecutiva y mirar "alguna de las ministras con trayectoria orgánica". ¿Pilar Alegría, tal vez? Pero al otro lado del teléfono, se hace el silencio...