Pedro Sánchez conversa con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, este miércoles en Bruselas.

Pedro Sánchez conversa con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, este miércoles en Bruselas. Moncloa

Política CONSEJO EUROPEO

Pedro Sánchez pide a la UE "calma" para "salvar el turismo" ante la oleada de restricciones por la Covid

El presidente, rodeado de nerviosismo, defenderá el mercado único en un Consejo exprés, mientras la Comisión pide poderes para cerrar fronteras.

16 diciembre, 2021 06:03

La sexta ola de la Covid no sólo se ha desbocado en Europa, también ha desatado el nerviosismo en los gobiernos europeos. Y en Bruselas, que pide "medidas más drásticas" ante la variante ómicron. El único de los 27 jefes de Estado y de Gobierno que parece mantener la calma estos días en Bruselas es Pedro Sánchez.

El jefe del Ejecutivo español será el único que se atreva con la cafeína este jueves, a primera hora, al desayunarse el punto uno del orden del día del Consejo Europeo: la pandemia, la campaña de vacunación y la oleada de restricciones que están comenzando a lanzar los socios de la Unión Europea.

El revuelo de este Consejo, reducido a una sola jornada, menos atención a la prensa y en el que han vuelto las dificultades para acreditar a las delegaciones, reúne a un club de mandatarios con menos horas de sueño que en los anteriores. De norte a sur y de este a oeste se impone el teletrabajo en Bélgica, el pasaporte Covid en Polonia, y nuevas salvaguardas fronterizas en Portugal e Irlanda.

Sánchez llegó este miércoles a Bruselas, para participar en el Consejo -previo paso por la Cumbre de la Asociación Oriental-, y para pedir "calma" a sus socios. España es líder europeo en vacunación, su Gobierno presume de que los ciudadanos han mantenido "la costumbre preventiva" de la mascarilla "incluso en exteriores" y, hasta hace pocas fechas, presentaba índices de contagios relativamente tolerables.

Pero ya no: la Incidencia Acumulada (IA) llegó a 441,69 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, a punto del riesgo extremo. Y la tasa de positividad superó el 12%, cuando la OMS hace saltar la alerta por encima del 5%.

"Prudencia"

A pesar de ello, la intervención del presidente ante el Consejo se centrará, en este punto, en "una apuesta por la prudencia". Sánchez pedirá a sus socios que centren sus esfuerzos en alcanzar una tasa de vacunación como la española, superior al 90% de la población diana, iniciar la administración de terceras dosis e inmunizar a los menores entre los 5 y 11 años. "Somos un destino seguro", apunta una ministra en charla con este periódico, "y queremos que lo sea toda la UE".

El objetivo de Moncloa, en realidad, es "salvar la recuperación del turismo", según las fuentes consultadas. El ala económica del Ejecutivo sostiene que en 2021 "ya se ha recuperado todo el turismo nacional", y muestra las cifras de afiliación a la Seguridad Social en hostelería y servicios como prueba. El entorno de la ministra de Industria, Reyes Maroto, por su parte, anticipa un cierre de año "con cifras del 50% de visitantes extranjeros respecto a los datos de 2019", que fue el año récord.

Y las cuentas de 2022 están hechas -ahí está la clave- contando con que el sector turístico recuperará el 80% de la actividad de ese último ejercicio comparable. Por eso Sánchez insistirá en el Consejo en que no hay que tomar una sola decisión que vaya contra el mercado único.

Al contrario, la delegación española trataba de fijar en el borrador de conclusiones de la reunión los términos de una reforma de las recomendaciones vigentes para viajes internos y procedentes de terceros países. Pero siempre, según las fuentes oficiales, teniendo en cuenta de que estamos en una situación muy distinta a la de hace un año "gracias a la vacunación".

Oleada de restricciones

Pero todo esto se choca con un clima muy poco propicio en Bruselas.

Italia, el más fuerte aliado de España desde la llegada de Sánchez a Moncloa -y el país más golpeado por la crisis económica derivada del coronavirus junto al nuestro- imponía este mismo miércoles pruebas PCR obligatorias a viajeros procedentes de la UE, incluso a los vacunados.

El Ejecutivo de Mario Draghi teme el regreso a las peores cifras de Incidencia Acumulada: en apenas un mes ha subido 230 puntos, hasta los 375, con casi 400.000 nuevos contagios. Roma ha preferido sacrificar la importante campaña turística de la Navidad. Y a última hora de este miércoles, ni siquiera había comunicado oficialmente a la Comisión Europea los términos exactos de sus nuevas restricciones.

Mientras, Finlandia -uno de los Estados miembros más libres de covid- comunicaba su cifra de contagiados más alta de toda la pandemia al tiempo que reconocía el estancamiento en sus cifras de vacunación y anunciaba la exigencia de test negativos a los turistas de terceros países.

Y ante la psicosis desatada, la Comisión Europea proponía por sorpresa arrogarse nuevos poderes para "coordinar" la respuesta de la UE ante la crisis sanitaria: Ursula von der Leyen quiere que el Consejo la autorice a decretar cierres de las fronteras exteriores de la Unión.

Sánchez y Von der Leyen

El objetivo es que la decisión sea una sola cuando haya momentos de emergencia (como el actual). Es decir, que el colegio de comisarios se haga cargo de la responsabilidad para evitar la repetición del caos de las primeras olas.

A falta de que Sánchez se pronuncie sobre esta última propuesta, lo cierto es que Moncloa desea que impere "la calma y la prudencia" entre sus socios europeos. España se quiere apoyar en el plan presentado por la Comisión para insistir en las lecciones aprendidas tras casi dos años de pandemia.

"La receta de lo que funciona está clara", insisten las fuentes del Gobierno consultadas por este diario. El Ejecutivo, en este caso además, saca pecho presumiendo de liderazgo en la toma de decisiones a nivel europeo en la lucha contra el virus: "Al inicio, apostamos por no decidir cierres manera unilateral; después impulsamos el fondo de recuperación; y finalmente propusimos el certificado Covid", recuerda una fuente de Moncloa.

"En todos los casos, empezamos solos, o casi", reconoce una ministra española en conversación con este diario, "pero se fue escuchando nuestra voz hasta que se tomaron las decisiones". De ahí que ahora Madrid tenga esperanzas en que triunfe su "llamada a la prudencia".

Según lo propuesto por Von der Leyen, los líderes europeos deberán dar luz verde a un nuevo mecanismo de gestión de crisis y resiliencia. Bruselas no quiere centrarse en la pandemia, sino ofrecer un catálogo de herramientas de "alerta temprana" frente a cualquier tipo de crisis, "pandémica o no", para asegurar una respuesta colectiva "eficaz", "rápida" y "reactiva".