Imagen de archivo del Consejo Interterritorial del miércoles 1 de septiembre.

Imagen de archivo del Consejo Interterritorial del miércoles 1 de septiembre. E.E.

Política CORONAVIRUS

Las CCAA destruirán miles de vacunas que no podrán poner por los errores de cálculo de Sanidad

La estrategia del Ministerio de Sanidad ha sido seguir comprando vacunas de Janssen y AstraZeneca mientras limitan su uso a grupos muy reducidos.

12 noviembre, 2021 02:50

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"Sanidad nos dio la orden de destruir las vacunas que estén caducadas, igual que están haciendo el resto de Comunidades Autónomas". Con estas declaraciones explican desde la Comunidad de Madrid el hecho de que hayan caducado en sus almacenes unas 100.000 dosis contra la Covid-19.

Se trata de un hecho no aislado, pues se repite en casi todas las Autonomías. ¿Las razones? Según fuentes de distintos gobiernos autonómicos hay que buscarlas en el error de cálculo del "Ministerio de Sanidad".

Afirman que desde que el equipo de Carolina Darias tomó la decisión ("antes del verano") de no pinchar con los preparados de AstraZeneca y Janssen, los viales de estas firmas no tienen a quién inyectarse y, correspondientemente, están caducando. Pero, a pesar de ello, "la compra sigue", afirman responsables autonómicos afectados por este hecho.

Los datos les dan la razón. Según el último documento de vacunas del Ministerio de Sanidad, España se ha comprometido a adquirir, sólo durante este año, más de 30 millones de vacunas de AstraZeneca y 10 millones de Janssen. Por el momento, las farmacéuticas han enviado casi tres millones de Janssen (España sólo ha recibido y pinchado dos millones, el resto se han donado o cedido por convenio a otros países) y 18 millones de AstraZeneca (se han entregado y pinchado 9 millones, y se presupone que el resto se han donado mediante el mecanismo Covax).

El problema, según las Autonomías, es que las vacunas de Janssen y AstraZeneca que llegan a España no tienen un destinatario, y esto lleva ocurriendo "desde antes del verano", como consecuencia de los criterios implantados por el Ministerio de Sanidad a la hora de administrar la segunda dosis y las pautas de recuerdo.

Por un lado, Sanidad acordó que, tras demostrarse una posible vinculación entre el uso de AstraZeneca y la aparición de trombosis, no se pincharía la segunda dosis de la vacuna anglosueca, sino que se usaría un preparado de Pfizer o Moderna.

Además, y por estos posibles trombos asociados a la vacuna, el Ministerio decidió que AstraZeneca no se utilizara para personas menores de 65 años (excepto si ya se habían vacunado de la primera dosis). Esto hizo que el grupo poblacional que podía emplear el preparado fuera muy reducido.

Primero, en Cataluña

Algo similar ocurre con la segunda decisión del equipo de Carolina Darias. La monodosis de Janssen se cerró a un grupo de edad muy determinado por su facilidad a la hora de inyectarla (una única dosis), lo que redujo sus posibilidades de uso.

Del mismo modo, cuando se tomó la decisión de poner una dosis de recuerdo, el Ministerio descartó usar la misma vacuna (como avalaban muchos estudios) y optó por la mezcla. De nuevo, empleando Pfizer y Moderna, vacunas de ARN mensajero.

La Comunidades Autónomas afirman que, cuando se dio por primera vez la voz de alarma de que se estaban caducando vacunas (ocurrió en Cataluña en septiembre), no estaba pasando en otras regiones. "Ahora sí nos pasa porque la población a vacunar se ha reducido y la mayoría de las dosis que caducan son vacunas de Janssen y AstraZeneca que no se pueden utilizar", denuncian.

Además, las Comunidades no tienen potestad para donar vacunas, pues es algo que hace el Ministerio de Sanidad en el ejercicio de sus competencias, bien mediante el mecanismo Covax o mediante venta o cesión bilateral (venta y acuerdo entre países).

Responsables de la Sanidad extremeña aseguran que no les han caducado las dosis, pero porque se han saltado las órdenes del Ministerio de Sanidad. Fuentes de la Consejería han confirmado a EL ESPAÑOL que se "adelantaron" a la fecha propuesta por la ponencia de vacunas para pinchar terceras dosis en residencias. "Nos salió muy bien", afirman, recordando que no les han caducado más de 50 viales (unas 500 dosis).

Por parte de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid confirman la noticia adelantada por la cadena SER de que han tenido que desechar 117.977 vacunas, bien por "por haber superado la fecha límite para su administración" o "por roturas o incidentes en la cadena de frío".

Desde la Consejería de Sanidad de Enrique Ruiz Escudero afirman que las dosis que se han tenido que descartar son en un "90%" de Janssen y AstraZeneca. Según los datos publicados en el portal de Transparencia, la región ha desechado unas 48.000 unidades de Janssen, 42.000 de AstraZeneca; 17.000 de Moderna y 11.000 de Pfizer.

En declaraciones a este diario, Madrid acusa al equipo de Carolina Darias de no haber permitido que continuaran las vacunaciones con AstraZeneca o Janssen, "indicando segundas dosis con vacunas de ARNm (Pfizer o Moderna) a ciudadanos que recibieron estos preparados".

Devoluciones

Una de las soluciones por las que han optado otras Comunidades, como la Valenciana, ha sido devolver las vacunas a los almacenes del Ministerio de Sanidad para que este los volviera a distribuir y los ceda en ventas con terceros países.

Pero, según fuentes autonómicas, estas donaciones tienen dos problemas: el mecanismo Covax no acepta vacunas que no salgan desde la fábrica de origen, y la fecha de vencimiento no puede ser superior a tres meses.

Por ello, cuando la Comunidad de Madrid planteó al Ministerio de Sanidad devolver las dosis a punto de caducar para su posible donación, el Ministerio lo descartó indicando su destrucción "como ya hacían otras Comunidades".

El Ministerio hace hincapié en los plazos, porque los países receptores no aceptan partidas con vencimiento menor a tres meses. La fecha es lógica, puesto que existe una gran complejidad a la hora de realizar los envíos, la distribución y la planificación de inyección de los viales.

Un registro

De todas formas, si hay algo en lo que coinciden todas las Comunidades Autónomas es en que Sanidad debería tener un registro en el que se contabilizaran más allá de las vacunas adquiridas por España, las que han llegado al país y las que se han inyectado. Piden que el documento que emite diariamente el Ministerio incluya "las vacunas donadas, las caducadas y las que se han desechado por otras razones".

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya reconoció en el mes de septiembre que esta herramienta no existía en su departamento y que era potestad de las Autonomías gestionar sus vacunas una vez el Ministerio hacia el reparto correspondiente.

El Ministerio de Sanidad y las Administraciones autonómicas tampoco cuentan con un registro de vacunas por su fecha de caducidad, algo que sería lógico para ordenar su inoculación atendiendo a su fecha de fabricación.

Además, cuando en septiembre la ministra se refirió a la caducidad de las vacunas en Cataluña, hizo alusión a que las Comunidades las gastaran con la dosis de refuerzo que se había aprobado para personas vulnerables, algo que se podía hacer, pero sólo con preparados de Pfizer y Moderna, "precisamente los que no están caducándose en nuestros almacenes", dicen en fuentes autonómicas.