José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, en Moncloa.

José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, en Moncloa. Efe

Política PSOE-PODEMOS

Podemos se une con Esquerra y Bildu para bloquear la reforma de pensiones de Escrivá

La formación de Yolanda Díaz avisa al PSOE de que su plan "incumple el pacto de coalición, reduce el poder adquisitivo y no sube las pensiones".

5 noviembre, 2021 06:04

Unidas Podemos advierte al socio mayoritario, el PSOE, de que no apoyará "ninguna medida que suponga un perjuicio para los trabajadores". La frase está muy medida, para no alimentar el ruido que está rodeando al Gobierno de coalición desde hace ya 15 días, pero las fuentes consultadas admiten que desde el ala morada del Ejecutivo ya se le ha transmitido a la socialista que la propuesta de Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es inadmisible en los términos en los que ha sido formulada.

Al menos, en los términos en que el plan de José Luis Escrivá ha sido publicado en los medios. Porque a jueves por la noche, el documento aún no estaba en poder del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, negociador jefe de Podemos en los asuntos económicos del Gobierno. Además, añaden las fuentes consultadas, la medida propuesta tropieza en tres puntos: "Incumple el pacto de coalición, reduce el poder adquisitivo de los trabajadores y no sube las pensiones".

La formación liderada por Yolanda Díaz, además, unirá sus fuerzas con Esquerra Republicana y con Bildu. Juntos, los 53 votos en el Congreso, harán imposible incorporar la subida de un 0,5% en las cotizaciones durante 10 años mientras ésta esté repartida entre empleador y empleado, como sugería el ministro de Seguridad Social en la reunión con los agentes sociales el pasado martes.  

La argumentación de los tres grupos es muy similar. Subir la cotización de los trabajadores les "restará poder adquisitivo en el sueldo neto". Y eso no lo van a admitir, más aún en el contexto de inflación disparada en el que nos encontramos, con un IPC en el 5,5% que multiplica por seis la previsión del Gobierno para todo 2021, y que fuentes de Hacienda no ven moderarse "hasta el verano de 2022", como pronto.

Además, Unidas Podemos, ERC y Bildu entienden que subir las cotizaciones sólo para alimentar el fondo de reserva (la llamada hucha de las pensiones) hará que "paguen más para cobrar lo mismo". Y eso tampoco lo pueden admitir. No sólo por principios, como formaciones de izquierdas, sino porque sería reconocer que el sistema no es sostenible y que "esto es un parche".

"Humildad" y "equilibrio"

En septiembre de 2016, José Luis Escrivá presidía la AIReF. Entonces, su trabajo era estudiar y hacer informes. Y en ellos, según las diapositivas que usó para una charla titulada ¿Es sostenible el sistema de pensiones?, ya advertía de la "gran incertidumbre al proyectar ingresos y gastos a medio y largo plazo". Y recomendaba "humildad a la hora de evaluar el reequilibro de las cuentas de la Seguridad Social a partir de la próxima década". 

Es decir, de esta década en la que estamos. La que comenzó con él como ministro de Inclusión y Seguridad Social, y su trabajo es eliminar esa "incertidumbre" con "humildad" para conseguir el "reequilibrio de las cuentas". Su última propuesta en la mesa del diálogo social, la de subir un 0,5% las cotizaciones de cada trabajador durante 10 años, no ha sido muy audaz ni imaginativa en lo esencial. Pero ciertamente sí en lo político.

Escrivá quiere subir las cotizaciones para ingresar más. Algo que parece de perogrullo, hasta que se entra en los detalles. Y ahí viene la audacia: primero, porque la oposición ya le ha dicho que "subirle los impuestos al trabajo" puede ser el remate de esta recuperación económica que hasta su jefa, Nadia Calviño, reconoce que "está llena de incertidumbres y desequilibrios globales".

"A la basura"

Es decir, que se puede mandar a la basura la creación de empleo. Y hoy si hay un dato macroeconómico que arroja unas cifras compatibles con el eslogan de "recuperación robusta" que trata de vender el Gobierno, es ése.

Gabriel Rufián, en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados.

Gabriel Rufián, en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. ADP

Fuentes del Ministerio de Economía admiten que "está ocurriendo algo nuevo", y es que el PIB español no está necesitando crecer mucho para crear mucho empleo: "Antes se necesitaba más porcentaje de PIB para lograr menos de empleo, y se ha invertido esa correlación".

Y aún hay más audacia, en segundo lugar, porque Escrivá no tiene aliados para esta batalla. Los sindicatos ponen como condición que lo pague el empleador; los empresarios, ya está dicho más arriba adónde querrían que fuese el documento de la propuesta; la oposición advierten del "lastre para la recuperación" que sería aplicar la medida... ¿y los socios? Todos ellos, de los ministros de Unidas Podemos a Compromís, dicen "no".

Subir las cotizaciones de los trabajadores no les gusta, lo miren como la miren. Y el PSOE tiene 120 diputados, es decir, que le falta encontrar 56 votos en el Congreso para cumplir, de aquí a final de año, con el hito marcado en el Componente 30 del Plan de Recuperación presentado a Bruselas. Y sin ese examen pasado, la Comisión Europea no empezará a mandar los 26.000 millones de fondos Next Generation EU previsto para 2022.

"Globos sonda"

No va a encontrar esos votos ni en su socio de Gobierno, si esta propuesta no cambia de arriba abajo. Como ya informó este periódico este jueves, los morados dieron por rota la tregua del martes por la mañana sólo 12 horas después, al ver en los medios el plan de Escrivá, que ni había pasado por la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, que preside Nadia Calviño.

"Cada cierto tiempo, Escrivá lanza un globo sonda, con el permiso de Pedro Sánchez, a ver cómo cae", apuntan las fuentes de Unidas Podemos. "En este caso, le queda poco tiempo para cerrar un pacto", señalan recordando que el acuerdo debe estar sellado antes del 16 de noviembre. "Pero en los términos en los que hemos conocido esa propuesta, no la votaremos".

El mismo término utilizaba Joan Baldoví, diputado de Compromís, en conversación con este periódico: "Lo que menos nos gusta son las formas del ministro, con globos sonda... escucharemos, porque siempre estamos abiertos a negociar, pero debo decir que la propuesta no nos suena bien".

Desde Esquerra Republicana, insisten en que necesitan "ver la propuesta", porque lo conocido no les satisface, y además no se fían de los socialistas. "Aquí todo el mundo sabe del saqueo al que PSOE y PP han sometido a la caja de las pensiones, para pagar, por ejemplo, deuda. Y con el dinero de todos, no es siquiera suyo".

La formación liderada en Madrid por Gabriel Rufián insiste en que "el tema de las pensiones es un problema de redistribución de recursos. Y por eso pedíamos una auditoría de caja de la Seguridad Social".

Por su parte, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, dejaba claro en rueda de prensa que "un mecanismo así no puede suponer una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores". Y advertía a Escrivá que un plan para que "los trabajadores paguen más para recibir lo mismo no es una solución".