Por si fueran pocos los enfrentamientos entre la facción socialista y morada del Gobierno llegó NutriScore. El semáforo nutricional avalado por Alberto Garzón para el etiquetado de productos ha acabado en un enfrentamiento entre ministerios (Agricultura y Consumo) que al final ha terminado ganando Luis Planas

El proyecto de etiquetado nutricional (implantado en Francia y otros países del entorno europeo) evalúa por colores y letras (verde mejor y rojo el peor) los productos del supermercado. La gama cromática varía según un algoritmo que compara elementos negativos (azúcares, grasas, etc.) y, por otro, los positivos (verdura, proteína, fruta).

Aunque sobre el papel la iniciativa parece buena, en la práctica supone un gran problema para productos como el jamón ibérico, el aceite o el queso, productos típicos de la agricultura y ganadería española que por su porcentaje de grasas no se consideran saludables, pese a formar parte de la dieta mediterránea. Por lo tanto, son demonizados en los estantes del supermercado por este semáforo nutricional. 

Además, el problema se agrava por cuanto hay productos ultraprocesados que consiguen una buena puntuación jugando con los ingredientes para obtener del algoritmo de NutriScore la deseada nota en verde. 

Precisamente por el perjuicio que supondría para los productos españoles, Luis Planas está en contra de NutriScore. Desde hace ya más de un año el ministro de Agricultura venía avisando a Garzón de que debía cambiar de estrategia. Finalmente, ha ocurrido. El ministro de Consumo ha reconocido este jueves en Barcelona que NutriScore se ha caído de la agenda. 

Ha ocurrido mientras que Garzón anunciaba la puesta en marcha de un real decreto regulará la emisión publicitaria de alimentos y bebidas "no saludables" dirigida a público infantil y adolescente. La ley afectará a la publicidad en televisión, radio, salas de cine, Internet, redes sociales, webs y apps con contenidos dirigidos a menores de 16 años. Es decir, no más anuncios del helado del verano en la televisión. 

NutriScore

Sin nombrar siquiera el semáforo nutricional, Garzón ha afirmado que su intención es, ahora, apostar por los perfiles nutricionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son mucho más restrictivos. La propuesta está más alineada con el proyecto que defiende Planas, porque la OMS tiene en cuenta las combinaciones de alimentos y no los alimentos por grupo de productos (como NutriScore). 

De hecho, Luis Planas afirmaba hace unas semanas que "nada que dañe a la dieta mediterránea puede ser aprobado por el Gobierno de España". Un discurso que ha reiterado en multitud de ocasiones y por el que confesó haber conversado con Alberto Garzón para "buscar una solución". 

Para entender por qué perjudica NutriScore a los productos españoles sólo hace falta poner el ejemplo del aceite de oliva. Inicialmente estuvo etiquetado en la letra D (en una escala de la A a la E) y tras un cambio de algoritmo (impulsado por España), pasó a la C. Esto siguió sin agradar al sector, porque se equiparaba al virgen extra con el aceite de colza. Los dos tenían la misma etiqueta. 

Aun así, el Gobierno español está a favor de poner en marcha un semáforo nutricional. Es algo que se lleva reclamando años para luchar contra los problemas de obesidad que existen entre la población infantil.

Según el estudio ALADINO 2019, el 40,6% de los niños españoles de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso. De ellos, el 23,3% están en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad. Además, en este informe se señala que el 76,2% de los escolares necesitan mejorar su alimentación. 

La UE y el PP, en contra

El paso atrás de Alberto Garzón también da la razón al Partido Popular, que ha intentado parar, en varias ocasiones, la implantación del semáforo nutricional. Los populares proponían que se paralizara la puesta en marcha de este etiquetado (que ya está presente en algunas marcas) a la espera de que Bruselas apruebe un etiquetado nutricional obligatorio estandarizado en toda la UE. 

De hecho, el PP apuesta por tomar el proyecto de etiquetado italiano. Afirman que responde más a las peticiones de los productores locales y es más acorde a la dieta mediterránea.

"El sistema italiano, Nutrlnform Battery, tiene en cuenta la participación de cada producto en una dieta equilibrada y contempla sus cualidades nutricionales en relación con las necesidades diarias recomendadas por la Unión Europea", argumentaba el PP en declaraciones a EL ESPAÑOL.

En estos momentos, una coalición de países de la UE como Italia, Grecia y la República Checa buscan frenar la implementación del sistema francés (NutriScore) en Europa, debido a las dudas que genera su uso. Una posición que congratula a los populares y en la que creen que también "debe estar España".

El pasado 28 de abril, la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo aprobó su opinión sobre la Estrategia "De la granja a la mesa", en la que se subrayaba la necesidad de un marco jurídico armonizado de la UE para desarrollar un sistema obligatorio de etiquetado nutricional en la parte delantera del envase. En ese debate es donde España debe luchar por no poner en marcha NutriScore, según el Partido Popular... y también según el ministro socialista Luis Planas.

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