Félix Bolaños, secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos

Félix Bolaños, secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos

Política 40 CONGRESO DEL PSOE

Sánchez encarga a Bolaños la reforma federal de la Constitución para intentar gobernar hasta 2027

El "congreso de la unidad" del PSOE gesta una reforma federal de la Carta Magna que impulsará el Estado social y evolucionará la Monarquía.

18 octubre, 2021 01:52
Alberto D. Prieto Dani Valero

A pesar de la audacia y la discreción con la que Pedro Sánchez ha establecido su nuevo hito, a nadie debería sorprenderle que del 40º Congreso del PSOE haya salido una Secretaría de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos. Tampoco que el titular de la cosa vaya a ser su ministro de la Presidencia, su más fiel escudero, primero silente y discreto en las oficinas de Moncloa y ahora ungido como Félix 'SuperBolaños', el todopoderoso hombre fuerte del presidente... y quién sabe qué más en el futuro.

El futuro es lo que se imagina el líder socialista, a corto, medio y largo plazo. Primero, retomar la iniciativa política con un proyecto ambicioso; luego, renovar el mandato dentro de dos años y llegar hasta 2027 (al menos); y finalmente, una España federal con "nuevas instituciones de corresponsabilidad que den soporte político a la solidaridad entre los territorios".

La reforma constitucional en la que el secretario general del PSOE quiere embarcar a su partido levanta opiniones diversas dentro del mismo. La presidenta, Cristina Narbona, se felicitaba de ello, "porque antes o después habrá que hacerlo"; la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, pedía "consenso a la oposición", y Emiliano García Page advertía a todos de que "harán falta más que tres quintos para atreverse a esto". El responsable del asunto, Bolaños, se limitaba a responder que "no hay mandato concreto, hay que trabajar".

En todo caso, el PSOE sabe que precisa del "consenso del conjunto de la sociedad española, también de las fuerzas políticas", según admite la ponencia del congreso. Los socialistas opinan que estos retoques son "necesarios y urgentes" y que son "la mejor manera de defender el Pacto Constitucional". De hecho, el propio Sánchez dejó caer en su discurso lo difícil que lo ve: "¡Pero si el PP no quiere ni quitar la palabra 'disminuido' que hoy define en la Constitución a las personas con discapacidad!".

Pero el trabajo en realidad está muy avanzado. Se pretende establecer las "competencias exclusivas" del Estado, para cerrar el modelo autonómico -aunque quizá ya no se llamara así- y propiciar el "multinivel" al gusto de cada territorio "pero con un techo". Busca establecer "nuevos derechos" y blindar otros ya reconocidos en las leyes. Y ambiciona "evolucionar" la Monarquía con mecanismos de "transparencia y ejemplaridad".

Derechos sociales

Con este movimiento, el presidente del Gobierno y su colaborador más estrecho consideran que tienen anzuelos con los que salir de pesca a la izquierda, a la derecha e incluso a la periferia. La separatista.

Podemos no rechazará que las pensiones queden protegidas por el texto constitucional, en un movimiento pendular respecto al de aquel verano de 2011, en el que se reformó el artículo 135 a toda velocidad: entonces, Bruselas impuso establecer el criterio de "estabilidad presupuestaria" como prioritario.

De hecho, la hoy vicepresidenta segunda Yolanda Díaz utilizaba ese ejemplo hace menos de tres años cuando, como diputada en la comisión del Pacto de Toledo daba la vuelta al argumento de "no hay dinero". En su opinión, la justicia social era (es) lo prioritario. "Y a partir de ahí, con esa voluntad política", se mira el dinero.

Tal como dice la ponencia del congreso socialista (en su párrafo 606), la reforma constitucional debe "incorporar como derechos fundamentales la protección social y la sanidad, el acceso a la educación y a los servicios sociales, y la garantía del poder adquisitivo de las pensiones".

Ya lo dejó establecida la Propuesta socialista de reforma constitucional de octubre de 2015. De ahí que más arriba dijéramos que no debe sorprender este movimiento audaz: "Reconocer como derechos fundamentales las nuevas formas de convivencia", "dotar de contenido el derecho a la vivienda" o, por ejemplo, "reforzar los derechos medioambientales y así reforzar la Alianza Intergeneracional". 

Modelo de Estado

El Partido Popular se quedaría sin argumentos para acusar a Sánchez de "querer romper España" si su Gobierno orilla cualquier veleidad republicana y trabaja por la consolidación de la Monarquía como modelo de Estado. La ponencia marco de este 40º Congreso socialista dice expresamente (en su párrafo 2358) que el PSOE impulsará "medidas como la reforma constitucional [...] para profundizar en la transparencia y rendición de cuentas de todas las instituciones del Estado, incluida la Casa Real".

Félix Bolaños, ministro de Presidencia y nuevo secretario de reforma Constitucional del PSOE.

Félix Bolaños, ministro de Presidencia y nuevo secretario de reforma Constitucional del PSOE. Efe

Y el texto aprobado por los delegados se ocupa de recordar -como hacía cualquier ministro al que se le haya preguntado estos días al respecto- que eso es "algo que además coincide con la voluntad manifestada por la Jefatura del Estado".

No en vano, ya informó este periódico en diciembre de 2020 que Moncloa y Zarzuela trabajaban en una renovación de la Corona "como la de la Perestroika". Y que Pedro Sánchez quería consolidar a Felipe VI como un Rey "diferente", igual que hizo Felipe González con Juan Carlos I en 1982. 

Federal "multinivel"

Si ya todo esto es complicado, la mayor dificultad estriba en seducir al sector nacionalista. Pero hay que recordar que ya hay una "mesa de diálogo, negociación y acuerdo" entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat.

Y dos cosas muy importantes para quien sepa leer entre líneas la prestidigitación de las palabras con la que juega Sánchez siempre que habla. La primera, que el PSOE siempre ha defendido como mérito de su paternidad de la Constitución que ésta "incluye su propio manual de instrucciones para reformarla"... y que al convocar la Mesa, el presidente siempre dijo que se hablaría "dentro del marco constitucional".

Es decir, que se puede hablar de cosas fuera de la Carta Magna si se respeta la vía establecida para alcanzarlas. Lo que significa reformarla.

Y la segunda, que el rimbombante nombre con tres sustantivos que tiene la Mesa lo inspiró Miquel Iceta en un libro (La tercera vía: Puentes para el acuerdo, Libros de la Catarata), publicado en 2017, pocos meses antes del golpe del 1-O. El ministro de Cultura suele acertar en los pasos de Sánchez, probablemente porque los sugiere, y es el mayor defensor de "una reforma federal de la Constitución", como explicó en su entrevista del pasado junio en este diario.

En conversación con este diario, en todo caso, Iceta baja el diapasón: "Sigo pensando que no hay más camino que ése, y celebro que se alimente esa perspectiva, aunque no preveo movimientos a corto plazo".

En todo caso, el plan es que esa España no ponga techo a las competencias autonómicas, sino ponerle suelo a las estatales. Es decir, "fijar un catálogo de materias exclusivas" que queden en manos del Gobierno central y que cada territorio coja, de las demás, las que pueda y quiera. ¿Eso es una federación o una confederación? Es "una solución multinivel", explican fuentes del Gobierno.  

Y eso sí, reformar las instituciones para que "haya un gobierno no sólo dividido por territorios, sino compartido por corresponsabilidad y eficiencia", añaden.

Elección del presidente

El documento aprobado por los 1.700 delegados socialistas este fin de semana, que servirá de mandato a Félix Bolaños además, prevé otros retoques a la Carta Magna. Así, el párrafo 2214 habla de emprender, "con espíritu constructivo", determinadas reformas actualicen el texto constitucional "al siglo XXI".

Los objetivos de "reforzar el Estado del Bienestar, desarrollar el Estado de las Autonomías en un sentido federal, ampliar derechos y libertades e incorporar Europa al Texto Constitucional" se complementan con la "limitación al aforamiento de diputados, senadores y miembros del Gobierno a las actividades realizadas en el ejercicio de su cargo", olvidando la derogación que una vez pregonó Sánchez.

Y además, una propuesta interesante: copiar el modelo vasco y asturiano para elegir presidente del Gobierno "para evitar situaciones de bloqueo".

El párrafo 2360 reconoce el fracaso de los partidos ante "la cultura del bloqueo", de la que culpa al Partido Popular expresamente. Pero añade que esta opción por "evitar el funcionamiento de las instituciones [...] estuvo a punto de impedir la elección de un presidente del Gobierno y la formación de un Ejecutivo".

Sánchez prevé que la Constitución reformada fije un "mecanismo de elección del presidente del Gobierno" que reforme el artículo 99 de la Constitución. Así, se permitiría siempre "la presentación de varios candidatos/as al mismo tiempo", para garantizar "la investidura del que logre un mayor apoyo parlamentario".