La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en Moncloa.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en Moncloa. Efe

Política PRESUPUESTOS

Hacienda incluye en el Presupuesto una "reforma fiscal limitada" contra el criterio de Calviño

La cesión del ministerio socialista a las exigencias de Podemos pone en juego los compromisos con la UE al dificultar todo el diálogo social.

28 septiembre, 2021 02:46

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El mismo motivo por el que los Presupuestos (PGE) se han acelerado de manera repentina en la última semana puede verse perjudicado como resultado de las consecuencias del acelerón. Hacienda ha aceptado incluir en las cuentas públicas de 2022 una "reforma fiscal limitada", según ha podido confirmar este diario en fuentes gubernamentales.

Será un "punto de encuentro" que responda a alguna de las dos demandas principales de Unidas Podemos: el tipo mínimo del 15% en Sociedades y la subida del IRPF a las rentas más altas, y a todo ello se negaba la vicepresidenta Nadia Calviño hasta el pasado fin de semana.

Este mismo lunes, se reunieron en la sede de Hacienda la ministra María Jesús Montero y Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos y enviado de Yolanda Díaz a estas negociaciones.

Fuentes del Gobierno explican a este diario que la necesidad de cumplir antes de fin de año los compromisos con Bruselas era la razón por la que Calviño dio la orden el martes pasado de cerrar el borrador cuanto antes. Cómo serán las prisas de Moncloa, que este lunes por la mañana, hubo una llamada desde Presidencia al entorno de Díaz planteando la posibilidad de llevar el proyecto de ley este mismo martes al Consejo de Ministros.

Pero esas mismas prisas habrían provocado la cesión socialista en contra del criterio expresado por la vicepresidenta primera hasta ahora: "Hay que respetar el mandato dado a la comisión de expertos y esperar a sus conclusiones en febrero", sostenía Calviño. Y es que, a la vista de que Unidas Podemos no se daba por aludida -es decir, que no renunciaban a ninguna de sus exigencias en la negociación-, Montero ha ordenado adelantar determinados ajustes fiscales en el proyecto de ley.

Nacho Álvarez  y María Jesús Montero, en la negociación de los Presupuestos 2021.

Nacho Álvarez y María Jesús Montero, en la negociación de los Presupuestos 2021.

Fuentes de su departamento aseguraban este lunes que toda la documentación está preparada, a la espera de la orden política. Si Moncloa todavía insiste en llevar los PGE este mismo martes al Consejo de Ministros, no tiene más que "dar la orden".

Y eso que en Podemos todavía anoche afirmaban que "las posiciones están muy alejadas", y esperaban la concreción de los ajustes a los que se aviene el equipo económico del Gobierno, en manos socialistas, para confirmar si hay avances o no.

"Se arriesgan a elecciones"

Porque, en todo caso, los morados quieren comprobar la voluntad de cumplir con el resto de demandas políticas: ley de Familias del Ministerio de Ione Belarra -con financiación asegurada para su prestación universal por crianza-, mejoras en el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el desbloqueo de la Ley de Vivienda.

"Si no hay intervención de los alquileres para bajar precios, como se firmó, o lo paramos nosotros o lo paran los socios de investidura", advierten fuentes del entorno de Díaz y Belarra. Así se lo transmitió también Gabriel Rufián a Félix Bolaños el pasado martes, dentro de la ronda de contactos del ministro de la Presidencia con los grupos parlamentarios.

De hecho, este mismo jueves está prevista una reunión en el Congreso de representantes de Unidas Podemos con portavoces de ERC, Bildu, BNG, Más País, y Compromís para presionar al PSOE con el desbloqueo de la ley de Vivienda. "Si presentan el borrador sin cumplir esas exigencias, a lo que se arriesga el PSOE es a acabar en elecciones... y ellos lo saben", concluyen las fuentes moradas. 

Daños colaterales

Esa cesión del PSOE ante Unidas Podemos no sólo lograría asegurarse sus 35 votos en el Congreso y una buena disposición para negociar con los socios parlamentarios de ERC y Bildu -del PNV ya se encargan los socialistas-. Como decíamos, también traería otros daños colaterales como resultado.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, reunidos con sindicatos y empresarios..

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, reunidos con sindicatos y empresarios.. MTES

La patronal está de uñas a causa de la campaña de Unidas Podemos contra las grandes empresas, -"el Ibex" por un lado y la "oligarquía eléctrica" por el otro-. Y sobre todo, si se confirma la imposición de un tributo de Sociedades al 15% "como mínimo, fijo y de golpe" en un momento de incertidumbre económica, en el que hasta las cifras oficiales del INE contradicen el discurso de la "recuperación robusta" de Calviño.

El Gobierno tiene abiertos al menos dos frentes en el diálogo social que debe sellar antes de fin de año, si quiere que la Comisión Europea dé su visto bueno a la libración del primer paquete de los 27.000 millones de euros de fondos Next Generation EU previstos para el año que viene. Y otros dos más en los que necesita mantener la paz social a toda costa.

Dos mesas cojas

En el primer apartado está la reforma de las pensiones, estancada en lo mollar: cómo reducir el impacto en las cuentas de la Seguridad Social de la jubilación de los babyboomers. Y también, la reforma laboral, en la que patronal, Calviño y la Comisión Europea defienden una posición y la ministra del ramo, la contraria... y esa ministra es Yolanda Díaz: ¿cómo podrá Sánchez contentar a una vicepresidenta sin contrariar a la otra? O mejor dicho, ¿en qué deberá ceder el PSOE esta vez para que Podemos acepte tragar un sapo?

Las dos negociaciones son preceptivas para cobrar de la UE. Y en ambas, la mesa es de tres patas y aun así cojea. Los sindicatos hacen frente con Unidas Podemos, y mientras, el PSOE tiene que hacer equilibrios entre sus socios y las patronales. CEOE y Cepyme tienen poco que ganar, nulas motivaciones para regalarle un acuerdo al Ejecutivo... y mucha fatiga acumulada de pactos que sostienen a un Gobierno que, consideran, cada vez aprieta más en unas circunstancias nada propicias.

Y en el segundo apartado, con grandes empresarios, autónomos y pymes muy molestos con los últimos ninguneos, habrá que afrontar un mes durísimo para la prórroga definitiva de los ERTE producto de la pandemia -y el diseño del "modelo estable de este instrumento"-. Además de, finalmente, otro empujón al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que entre en vigor el 1 de enero.

Si a Sánchez no se levantan los socios de una mesa, se lo pueden hacer los agentes sociales de la otra.