Pedro Sánchez, con la mascarilla en su mano, en las escalinatas de Moncloa.

Pedro Sánchez, con la mascarilla en su mano, en las escalinatas de Moncloa. ADP

Política INDULTOS

Moncloa da por superados los indultos: "A la gente le importa más la factura de la luz y las mascarillas"

El Gobierno cree que Casado pide elecciones por miedo a Ayuso: "Tiene un problemón, según pasa el tiempo, más riesgo para seguir siendo presidente del PP".

26 junio, 2021 02:44

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Después de más de mes y medio hablando de indultos, Pedro Sánchez ha logrado parte de lo que buscaba al abrir el debate antes de sustanciar su decisión. El hecho en sí ya está "amortizado", la batalla se ha colocado entre quienes quieren "concordia" y los que no. Y de inmediato, además, su Gobierno ha aprobado tres medidas de corte popular -la oposición en el Congreso y en las CCAA les dice "populistas"- y ya se ha "pasado página".

Al menos, en el debate político y en el hastío de la ciudadanía, que es lo que cuenta. Es decir, lo que buscaba Iván Redondo, jefe de Gabinete, secretario de Estado y estratega máximo de Moncloa, era que la oposición del Partido Popular gastara todos sus argumentos antes de que el Consejo de Ministros concediera las medidas de gracia a Oriol Junqueras y el resto de cabecillas del procés. Y, de inmediato, contraatacar con el fin de las mascarillas obligatorias y la vuelta del público a los estadios de fútbol.

La decisión de bajar el IVA de la factura de la luz fue sobrevenida, tomada hace poco más de una semana, y de manera coyuntural. Pero no deja de alimentar el concepto de que la "magnanimidad" del Gobierno Sánchez no se limita a los golpistas del 1-O... que no deja a nadie atrás. "A la gente le importa más la bajada del IVA de la luz y las mascarillas que los indultos", opina una fuente del Gobierno, "porque son cosas que afectan a sus vidas".

Casado pide la dimisión de Sánchez

En Moncloa sorprendió la exigencia de Pablo Casado, el miércoles pasado, en la sesión de control al Gobierno del Congreso, de que Sánchez convoque elecciones. No se lo esperaban como respuesta a la concesión de los indultos. Pero, a toro pasado, el entorno del Gobierno lo considera como consecuencia de dos fuerzas principales que no tienen nada que ver con el Ejecutivo de coalición sino, ambas, con "la debilidad de liderazgo en el Partido Popular".

Ayuso y Abascal

Según fuentes del Gobierno la clave hay que buscarla en que "según pasa el tiempo, Casado tiene más problemas para mantenerse como presidente del PP". Por un lado, por la emergencia de Isabel Díaz Ayuso, cuya apuesta como lideresa madrileña se asemeja mucho a la de una líder de la oposición, pues olvida a los grupos políticos en la Asamblea regional y dirige todos sus mensajes a confrontarse con Sánchez.

Y, por otro lado, en Moncloa se es consciente del rumor que hizo correr Vox al calor de la semana de los indultos. Los de Santiago Abascal colocaron el mensaje de que estaban calibrando la conveniencia de una nueva moción de censura contra Sánchez. Y fuentes del PP admiten que el movimiento de Casado era una venda antes de la herida, aprovechando que este miércoles no había pregunta parlamentaria del presidente de Vox.

"La situación en la que nos está colocando el PP es lamentable", explica un miembro del Gobierno a este diario, refiriéndose no tanto al Ejecutivo como al país. "Tiene tanto interés en que se convoquen elecciones porque tiene un problemón en el interior del PP por su liderazgo".

No es la primera vez que fuentes de Moncloa hacen de la necesidad virtud. Después del ayusazo del pasado 4-M, el entorno del presidente ha decidido aprovechar el golpe en su beneficio. Cuando la política madrileña pasó de ser una presidenta apoyada en un equilibrio parlamentario precario a ser la baronesa con mayor predicamento del PP, por mor de su resultado electoral y el descalabro del PSOE en la región, las oficinas más cercanas a Sánchez decidieron desviar la amenaza hacia Casado. 

Y la marcha de Colón, cuando Casado "no se atrevió siquiera a entrar a la plaza" y, además, vio cómo Ayuso era la estrella para los militantes congregados alrededor de su comparecencia ante los medios en Génova, terminó de apuntalar el argumento. "No es que Ayuso le mueva la silla", apuntan las fuentes del Gobierno, "son los gritos de la gente".

"Váyase", señor Sánchez

En realidad, la dirección del PP sí que se había guardado una última bala para cuando Sánchez sacara de la cárcel a los líderes del 1-O. En la sesión de control, Casado sorprendió con la exigencia de ir a las urnas, una especie de botón nuclear que la oposición sólo debe pulsar en momentos definitivos: "Si cree usted que sus indultos son tan buenos", le espetó a Pedro Sánchez, "convoque usted elecciones y sométalos al juicio de los españoles".

Lejanamente, aquello recordó al "váyase, señor González" que el 2 de marzo de 1993 marcó un antes y un después en la política española, cuando José María Aznar se veía ganador y quería acelerar la caída del felipismo.

Aznar, el 2 de marzo de 1993: "Váyase, señor González".

Según los diarios de sesiones de aquella IV Legislatura, Felipe González había solicitado una comparecencia en sesión plenaria para "explicar la situación del desempleo en España y las medidas para hacer frente al mismo". Y el líder de la oposición le recordaba desde la tribuna que él era "el mayor y último responsable" de todo, "del paro, de clima general de corrupción y del deterioro de la vida pública en España".

Tras los fastos de 1992 -los Juegos de Barcelona, la Expo de Sevilla-, España se había sumido en una enorme crisis económica y el paro había aumentado en más de 500.000 personas -hasta los "más de tres millones de personas a las que ustedes no les dan la oportunidad de trabajar", reprochaba Aznar-, con el inicio de una crisis que supuso, incluso, dos devaluaciones de la peseta, la moneda corriente de entonces.

José María Aznar se veía ganador -como hoy Casado, en cada sondeo de intención de voto- y quería acelerar la caída del felipismo... y como, efectivamente, las "medidas de urgencia" del Gobierno socialista no surtieron efecto, González convocó elecciones, como había reclamado el líder popular. Pero, contra todo pronóstico -y sobre todas las encuestas- el socialista las ganó. Sólo tres meses después, el 6 de junio de 1993.

No habrá adelanto

Hoy, las fuentes consultadas en Moncloa confirman que "no va a haber adelanto electoral en ningún caso, la legislatura se agota". Pero detectan en Casado las mismas prisas de Aznar hace casi 30 años: "El PP cuando está en la oposición no hace política, sólo ataca y ataca, desgasta para volver a sentarse en el banco azul cuanto antes".

Y más, si tiene prisa, señalan en Moncloa. "¿Cómo que elecciones? ¿Ahora que salimos de la pandemia y que hay estabilidad política? ¿Cuando llegan los fondos de recuperación?", insisten las fuentes consultadas. "Es que es el único que lo pide, por algo será...".

Moncloa cree que no hay riesgo ni en las encuestas, "que tienen sentido, porque son la foto del momento y nada más", aunque den ganador al PP sobre el PSOE, ni en el mismo mensaje de Casado. "Es lógico que se agarren a los indultos. Pero, ¿qué van a estar, dos años con eso? ¿Es que no van a proponer nada más?".

El Gobierno se siente fuerte. Es más, se ha reforzado con la decisión "valiente" del presidente dando los indultos, y asegura que lo que salga de la mesa con el Givern nunca será malo para España: "Si se empeñan en la autodeterminación y la amnistía, sólo alimentarán la frustración".

Y concluyen que si Casado se agarra a su idea de hacer oposición "profundizando en el malestar", no le dará resultado. "Según la gente vaya viendo que la cosa mejora, las encuestas se darán la vuelta".