Oriol Junqueras, líder de ERC, en un mitin durante uno de sus permisos para salir de prisión.

Oriol Junqueras, líder de ERC, en un mitin durante uno de sus permisos para salir de prisión. EP

Política INDULTOS

El Gobierno considera que Junqueras "renuncia a la autodeterminación" al dejar la vía unilateral

"La autodeterminación como su propio nombre indica es unilateral", afirman fuentes gubernamentales, que advierten que "esto sólo acaba de empezar".

10 junio, 2021 02:58

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El Gobierno se sorprendió con la carta de Oriol Junqueras el pasado lunes. La misiva publicada por el diario Ara, de corte independentista catalán, fue acogida con una enorme satisfacción en Moncloa y entre los ministros más implicados en la negociación con el Govern de Pere Aragonès.

Se contaba con que el entorno del president diese un paso en ese sentido, pero no que fuera el mismo líder de ERC "el que personalmente dijese aquí estoy yo". Y de sus palabras, el Ejecutivo de Pedro Sánchez infiere que Junqueras "ha renunciado a la autodeterminación".

Según las fuentes del Gobierno consultadas por este periódico, "la autodeterminación como su propio nombre indica es unilateral", de modo que "renunciar a la unilateralidad no puede significar otra cosa".

En realidad, Junqueras no renuncia expresamente a nada, aunque se haya ganado las críticas del entorno de Carles Puigdemont y de la CUP. La textualidad exacta es la siguiente: "Seguimos creyendo que la mejor vía para hacerlo, como siempre hemos defendido, es la vía escocesa. La vía del pacto y el acuerdo, la vía del referéndum acordado. Es la opción que genera más garantías y reconocimiento internacional inmediato. Porque sabemos que otras vías no son viables ni deseables en la medida en que, de hecho, nos alejan del objetivo que hay que lograr".

Es decir, que en su reconocimiento de que hay vías "no viables" remaraca el líder de Esquerra que no hay cambio alguno, que la escocesa es la que "siempre hemos defendido". Y que si la unilateralidad debe ser descartada es porque "nos alejan del objetivo", no por una cuestión moral o jurídica.

Pero a eso, en el Gobierno responden que "aquí lo que hay es unos políticos que admiten que ya no se van a saltar la ley porque si lo hacen, saben que acaban en la cárcel", explica a este periódico una de las personas más implicadas en los contactos con ERC. "¡Esto es lo que hay de verdad!... pero lo han dicho por primera vez, y lo ha dicho Junqueras".

El calendario de Sánchez

Y eso es lo que el Ejecutivo considera "un buen gesto", suficiente como para "aprovecharlo". Ya lo dijo el presidente este miércoles desde Buenos Aires, en una rueda de prensa conjunta con el jefe de Estado argentino, Alberto Fernández: "Es la obligación del Gobierno explorar cualquier oportunidad para la distensión".

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ante la Casa Rosada de Buenos Aires.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ante la Casa Rosada de Buenos Aires. Efe

A la vuelta de su gira latinoamericana, Sánchez tiene previsto recibir a Aragonès en Moncloa. Según su propio calendario, "ése será el primer hito" de una sucesión de hechos que desembocará en la "mesa del reencuentro", en la que dijo que "no vetará" a Junqueras. De lo que se deduce, claramente, que la negociación no se retomará hasta que el líder de Esquerra esté indultado.

Y este periódico ya anticipó que Sánchez ha urgido al ministro de Justicia para que el perdón se pueda aprobar en un par de semanas... como muy tarde, en el Consejo de Ministros del 6 de julio.  

Las razones

En todo caso, en Moncloa nadie se engaña. "Esto sólo ha empezado, pero será un proceso largo y tortuoso", añade esta fuente del Gobierno, que se jacta de que "los que decían que los condenados ni siquiera habían pedido el indulto, o que lo volverán a repetir", en referencia a la oposición, tienen que revisar sus postulados. "Ahora, la posición de Junqueras te lleva a matizar mucho de lo dicho, ¿no?".

Sánchez sabe que la opinión pública no sólo rechaza los indultos de manera mayoritaria -hasta el 72% de los votantes del PSOE-, sino que la inmensa mayoría cree que los concederá por necesidad política, más que por convencimiento en que es "lo mejor para la concordia, la convivencia y el reencuentro".

Los 13 votos de ERC en el Congreso -unidos a los cinco de Bildu, con quien mantiene un acuerdo parlamentario- son clave siquiera para convalidar decretos.

Pero el presidente trata de que no haya una sucesión de hechos que confirme esta tesis, que ya sugería el propio Tribunal Supremo en su informe negativo a las medidas de gracia. Pero tome la decisión cuando la tome, el Gobierno sí parece realmente persuadido de que "ERC que está apostando por el diálogo". Y que, en ese cambio de paradigma, no puede minimizar los indultos. Al contrario, tratará de capitalizarlos como un logro".

El papel del PSC

En este punto, quien jugará un papel clave es el PSC, desde Barcelona y desde Madrid. Con Salvador Illa, ofreciendo su mano tendida al Govern de Aragonès, y con Miquel Iceta, engrasando las relaciones.

Iceta no es sólo ministro y líder del PSC, sino el autoproclamado "padre de los indultos", con esa guasa con la que se suele conducir en la política. Últimamente, trata de guardar un perfil más bajo, al compás del ritmo que marca Moncloa para minimizar el altísimo coste político de la decisión para el Gobierno.

Miquel Iceta, ministro de Política Territorial, charla con la prensa en el patio del Congreso.

Miquel Iceta, ministro de Política Territorial, charla con la prensa en el patio del Congreso. Efe

Este miércoles, en la sesión de control, el titular de Política Territorial contestó en la sesión de control al diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos García Adanero: "¿Defiende el Gobierno el derecho de autodeterminación?".

Y no es que el PSOE haya defendido nunca ese supuesto derecho, pero el PSC sí hizo bandera en el pasado del "derecho a decidir". Un sucedáneo dialéctico de "autodeterminación", también, es un eufemismo de "secesión".

Como llegó a admitir el propio Illa en una entrevista con este periódico, cuando el PSC se manifestó contra la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, con el entonces president José Montilla al frente, inició un camino que culminó con la indisciplina de sus diputados en el Congreso, votando en contra del resto del PSOE y a favor del "derecho a decidir".

Hoy el PSC abjura de todo lo que se acerque a la desmembración de España y habla de "reencuentro" entre España y Cataluña. Pero sobre todo, "entre catalanes". Y fue precisamente el talante de Illa el que motivó el cambio de cromos con Iceta el pasado mes de enero. Pedro Sánchez entendió que había muchas más opciones de "dar un vuelco" en las urnas catalanas del 14-F e iniciar todo este proceso contra el procés.

Iceta defendió el indulto de los responsables del golpe a la Constitución sólo pocos días después de su detención y fuentes del Gobierno lo dan como "seguro candidato" a sentarse en la "mesa de gobiernos" junto a Sánchez y frente a Junqueras y Aragonès. Y a empujar a ERC en la gestión de todo este movimiento. Así es como imaginan las fuentes del Ejecutivo central el papel facilitador de Iceta con Esquerra: "Deben manejarse con cuidado, porque enseguida Junts y la CUP lo han acusado de traidor".