Algunos de los dirigentes de Vox en Ceuta que forman parte del grupo de Whatsapp.

Algunos de los dirigentes de Vox en Ceuta que forman parte del grupo de Whatsapp.

Política CEUTA

Los WhatsApps de Vox que incendian la comunidad musulmana de Ceuta: "Guerra contra el Islam"

El ministerio fiscal solicita al juzgado que admita los mensajes del chat Gestora Vox por presunta incitación al odio y dos concejales dejan el partido.

31 enero, 2020 03:27

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“Que haya españoles que diga que tenemos que tragar moros por cojones ya es indicativo de lo enferma que está Ceuta y España. De momento la batalla la vamos a plantear en el terreno electoral, pero tal y como están las cosas de mal, no es para nada extraño que al final haya que combatir militarmente (…) Se van a arrepentir no me cabe la menor duda”, es uno de los mensajes del chat de WhatsApp Gestora VOX Ceuta que se filtraron esta semana a la prensa local.

La cúpula de Vox en Ceuta se intercambiaba comentarios contra el Islam o los musulmanes ceutíes en un chat colectivo. Entre otros, el secretario general Juan Sergio Redondo, el portavoz en la asamblea Carlos Verdejo, los concejales Francisco Ruiz ‘Pachi’ y Ana Belén Cifuentes, el asesor de Protocolo David Ricardo Castellanos o la candidata al senado Yolanda Melero.

Esta última se jactaba de “imponerle una cruz a un moro” cuando el 20 el septiembre España le concedió la Orden del Mérito de la Guardia Civil al militar marroquí Mohammed Haramou.

El secretario general de la formación verde en la ciudad autónoma, Juan Sergio Redondo, advertía en otro texto: “Os aseguro que esta gente en breve, si no aceptamos su visión islamizante, empezarán a tratarnos como ocupantes. Algo así como a los israelíes”.

A lo que Francisco Ruiz ‘Pachi’, concejal y policía nacional en excedencia, respondía: “La tercera guerra mundial tendrá que empezar algún día. Y será contra el Islam”.

"Palestinación del territorio"

Tras la denuncia del partido local Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), el ministerio fiscal considera que podrían incitar al odio, o considerarse racistas y xenófobos.

Hacen mención a la “islamización de Ceuta”, o aluden a comparaciones con Israel y Palestina: “Es como una palestinación del territorio”.

Incluso arremeten contra las ayudas que reciben los más desfavorecidos musulmanes o de origen marroquí diciendo que “el islam es una realidad socio laboral” o que ya saben dónde va “casi el 50% del PIB de Ceuta, a ayudas sociales”.

También personalizan haciendo alusión a comentarios de ceutíes en las redes sociales. A una ciudadana musulmana, Siham Abselam, la acusan de “negar la españolidad de Ceuta” por escribir en su Facebook que “en Ceuta antes que las costumbres cristianas estaban las musulmanas”.

Además, responsabilizan al presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, “por su mierda de Ceuta de las Cuatro Culturas”. Sergio Redondo mantiene, “Juan Vivas ha conseguido que las nuevas generaciones de musulmanes nos vean como unos ocupantes herederos de unos genocidas europeos, ya sea portugueses o españoles, los expulsaron de su tierra”.

Esta técnica de laboratorio ha rehusado manifestar su opinión a EL ESPAÑOL. "No quiero que se siga debatiendo ese tema porque espero que se haga justicia si esos WhatsApps son verdaderos. Soy ceutí, siempre nos hemos llevado bien entre todos los ceutíes independientemente de la religión. No me gustaría seguir dando mas leña a este tema porque es lo que ellos quieren".

"Mensajes manipulados"

Efectivamente, Vox ha respondido negando la autoría de los mensajes. Y en su cuenta oficial de Twitter, mantiene que son “unos supuestos mensajes manipulados utilizados de cortina” y que el partido en Ceuta “está viviendo un ataque perfectamente orquestado y organizado desde sectores políticos, económicos y mediáticos locales y extranjeros que buscan desestabilizar”.

En la misma línea, apunta como responsables a los diputados que han abandonado el partido, María del Carmen Vázquez y José María Rodríguez, que “están al servicio de toda esta conspiración”.

Rodríguez, en conversación telefónica con este medio tras el pleno del jueves, aseguró: “De nosotros no salió. Los mensajes son insultantes, zafios… hay un poco de todo… la verdad es que son lamentables”.

El ex concejal de Vox dice que mantenía “desavenencias internas con el partido en cuanto a organización y a los candidatos, pero los WhatsApps fueron la gota que colmó el vaso”, confirma Rodríguez.

Le habían llegado rumores aunque no sabía su validez, y “la persona que me informó finalmente me insistió y me enseñó los mensajes”, explica.

También desconoce quienes son los participantes de este chat porque alude que “el partido ha ido creciendo, algunos chats se han ido anulando, y otros se abrieron. Fueron cambiando porque la organización y algunos cargos cambiaron. Algunos nombres de los encabezamientos de los chats ni los conocía”.

Sin embargo, “anteriormente ya hubo que llamar la atención en otros chats porque alguno había escrito cosas fuera de tono. No se puede decir lo que a cada uno le dé la gana, hay que ser civilizados”.

En definitiva, considera que “abrir un chat para algo oficial es como mínimo imprudente”.

Delito de odio

Cuarenta y ocho horas más tarde de difundirse los mensajes, el ministerio público notificó un decreto en virtud del cual se acuerda formular la denuncia contra los componentes de Gestora Vox por la “comisión de un presunto delito de odio”.

Ahora será trasladado al juzgado competente para ver las actuaciones que haya que realizar a partir de esta fecha. La formación MDyC, igual que dio el primer paso para presentar esta denuncia, se personará como acusación particular “para hacer un seguimiento a esta cuestión porque nos parece esencial”, anunció en rueda de prensa su portavoz, Fátima Ahmed.

En el documento de la fiscalía se relata “como el discurso del odio pretende dotar de una apariencia de legitimidad, de coherencia, de necesidad o de justificación a todo trato discriminatorio que se produce". 

Sin "obviarse" -prosigue el ministerio fiscal- que algunas otras manifestaciones "pueden ser constitutivas de un hecho delictivo" sin perjuicio de ver el alcance, "teniendo en cuenta que puedan haberse producido en el interior de un grupo supuestamente privado pero por personas que sí tienen una relevancia pública y tienen una representación política".

Al mismo tiempo, en la calle, la ciudadanía se manifestó de manera pacífica la tarde del jueves para rechazar los mensajes de odio en una concentración convocada por Podemos Ceuta, a la que también asistieron políticos de otros partidos.