Susana Díaz y Pedro Sánchez se saludan al término del acto.

Susana Díaz y Pedro Sánchez se saludan al término del acto. Efe

Política

El pulso de Sánchez allana el camino a un 'súperdomingo' electoral en mayo 2019

  • Una legislatura de dos años culminaría con elecciones generales, municipales y autonómicas simultáneas.
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24 septiembre, 2016 03:19

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La segunda investidura de Mariano Rajoy se celebra este domingo. Es cierto que al presidente en funciones lo que le pide el cuerpo es ir a terceras elecciones, pero repetirá mandato. Las encuestas electorales del País Vasco y Galicia son tan malas y la marejada interna tan gruesa en el PSOE que a Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que convocar un Comité Federal antes de tiempo.

Rajoy sobre unas supuestas terceras elecciones

La semana que se ha regalado Sánchez desde las elecciones del 25-S a la cita del 1 de octubre en Ferraz es una cuenta atrás imparable hacia su caída. No hay margen para negociar con Podemos, que tampoco quiere pactar. Y los cortafuegos de una consulta a la militancia sobre la abstención a favor de Rajoy, que es lo que más temen en Ciudadanos, o la entelequia del congreso exprés son maniobras poco viables en un plazo tan ajustado.

El escrutinio de las elecciones vascas y gallegas anuncia un probable 'sorpasiño' de En Marea en Galicia y un seguro 'gainditu' (superar en euskera) de Podemos al PSOE en el País Vasco como amarga revancha del 26-J para Pablo Iglesias. La supervivencia de Sánchez depende exclusivamente de unas elecciones que sólo Rajoy quiere. La guerra doméstica del PSOE, que ha dinamitado la campaña socialista en las autonómicas, se vive en las redes sociales. Cuando Adriana Lastra exige resistencia, Eduardo Madina le responde que lo mejor es ganar elecciones.

Cuando Jordi Sevilla tuitea, la película va de maniobras: de ataque y defensa.

Si los barones liderados por Susana Díaz consuman su conjura, y no tienen muchas alternativas para poner fin a este largo período de desasosiego, la última quincena de octubre es ideal para celebrar una ronda de consultas con el rey y convocar un debate de investidura, el tercero de este año de interinidad.

Una tortura de gobierno

Rajoy conseguirá finalmente su objetivo de ser reelecto presidente por segunda vez. Pero la legislatura que le espera será un tormento, con un gobierno en minoría imposible de mantener durante cuatro años. Al mismo tiempo, PSOE, Podemos y Ciudadanos necesitan comprar tiempo.

Los socialistas afrontarán un congreso tan importante o más que Suresnes para su refundación como alternativa real de gobierno. Albert Rivera podrá demostrar que su marcaje a Rajoy produce resultados tangibles y, de paso, repasar las telas de un partido descosido en algunos territorios del país por la velocidad a la que ha crecido. Y Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, compañeros pero no amigos, también gozarán de espacio para dirimir su choque de almas y egos. Iglesias habla de elecciones, pero con la boca pequeña. Se avecina una lucha fratricida por el control de Podemos Madrid. No hay día sin tuit ni mensaje de Telegram que recuerde en Podemos que nadie entra en la tierra prometida sin dejar algo en el camino.

Dos años serían suficientes para librar estas y otras batallas internas, mientras Rajoy gobierna ahogado por su mayoría insuficiente y organiza su sucesión. El PP encontrará el apoyo necesario del Congreso para enfrentar cualquier desafío que venga de Cataluña y sacar adelante medidas económicas más consensuadas que calmen a nuestros socios europeos.

Después, y muchos líderes lo tienen en mente, esta transición política todavía a medio escribir desde que estalló la crisis culminaría en mayo del 2019 con un súperdomingo histórico, en el que se celebrarían de forma simultánea elecciones generales, municipales y autonómicas. Entonces se hablará de una nueva Constitución y del modelo de país que queremos. El momento quizá tenga otros protagonistas. Incluso está por ver si sobreviven los mismos cuatro partidos. Ellos son todavía los encargados de barrer la casa y tienen en su mano evitar que el viento fresco que todavía sopla quede atrapado en esta bochornosa ratonera electoral.  

Sobre 'Las manadas'

No es fácil bautizar una sección en este periódico. El león es la imagen de EL ESPAÑOL desde su nacimiento, del que por cierto se cumple un año el 14 de octubre. Nuestros editoriales son rugidos y a los breves comentarios de opinión les llamamos merodeos. Nuestra sección de temas virales es La Jungla. Cuando le propuse al director firmar una crónica política de análisis semanal los sábados, le dije que podría llamarse La manada.

Pedro J. me respondió que mejor Las manadas en honor a Benito Pérez Galdós. “Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto”. La frase está entresacada de La fe nacional y otros escritos sobre España y ha sido una de las más recordadas durante la reciente crisis institucional, pese a escribirse en 1912 en alusión a la etapa del turnismo. “Es cierto que ahora son cuatro manadas porque están Podemos y Ciudadanos, pero podría funcionar”, dijo.

                                                                                           jorge.sainz@elespanol.com