Montero y Moreno, juntos en un acto de la Comisión Europea

Montero y Moreno, juntos en un acto de la Comisión Europea

Andalucía

La quita de deuda, primera gran batalla del curso político andaluz, que acabará en elecciones en menos de un año

El PP andaluz insiste en que no es la solución, mientras el PSOE eleva el tono y acusa de "malversación" al presidente andaluz, Juanma Moreno.

Más información: Moreno insiste en que Andalucía no asumirá la quita de deuda: "Al final esto es un 'salvar a Sánchez"

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La quita de la deuda que ofreció el Gobierno central a las autonomías se perfila como la primera gran batalla política del nuevo curso político que arranca esta semana en Andalucía. El PP -y el Gobierno andaluz- insisten en que no es necesaria; el PSOE eleva el tono y acusa al presidente de la Junta de "malversación" por no aceptarla.

De fondo, no hay que perder de vista, están las elecciones andaluzas que han de celebrarse en menos de un año: antes del verano de 2026.  Las encuestas del Centro de Estudios Andaluces (Centra) apuntan a una holgada mayoría de Juanma Moreno, pero sondeos de medios de Prisa apuntaban este mismo lunes a un crecimiento de Vox que puede arañar al PP por la derecha.

Sobre esta cuestión habló este mismo lunes el secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo. El cordobés calificó de "misión imposible” el intento que la ministra andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, hace cada semana por intentar convencer a los andaluces de que los privilegios para los socios, la financiación privilegiada que hoy ERC lleva al Congreso, el cupo separatista, es
 bueno para Andalucía.

Ante eso, ha reiterado que “es incompatible ser candidata y mantener a Andalucía infrafinanciada e impulsar los privilegios a los independentistas”. Además, considera que la secretaria general del PSOE-A es una “candidata fantasma”, cuya jornada laboral en Andalucía sólo consiste en “una tarde o una mañanita a la semana, porque el resto lo pasa trabajando para Pedro Sánchez y para sus socios independentistas, en Madrid”.

Ese es uno de los caballos de batalla del Gobierno andaluz frente a esta propuesta: Andalucía necesita mejor financiación, no quita de deuda.

Presupuestos

Así, Repullo abundó en que España sigue "sin Presupuestos y con un gobierno inestable, Montero lleva meses dándonos la turra con un señuelo, una mentira más: la reestructuración de la deuda”.

“Otra exigencia del independentismo para investir a Pedro Sánchez como presidente, con la que pretende ahora engañar a los andaluces”, dice, “pero tampoco le funciona. Porque las mentiras tienen las patas muy cortas, señora Montero”.

"La reestructuración de deuda no soluciona la infrafinanciación crónica de Andalucía ni se puede utilizar para mejorar sus servicios públicos, por lo que perpetúa y agrava la desigualdad territorial que sufre Andalucía”, insistió Repullo, quien cifra, como ya ha hecho antes el PP andaluz, en más de 1.500 millones el dinero que la comunidad deja de percibir cada año del Gobierno central.

El PSOE andaluz, lógicamente, no comparte esta visión. De hecho, eleva el tono y acusa al Gobierno andaluz de un delito: malversación. Así lo señaló el portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Presidencia del Parlamento andaluz, Mario Jiménez este lunes.

El onubense indicó que Moreno podía incurrir en un delito que ha descrito de "malversación por omisión" por la renuncia a una quita de su deuda, que sería de 19.000 millones, a cuenta de los mecanismos de financiación del Estado, que la pasada semana aprobó el Consejo de Ministros como proyecto de ley que enviará al Congreso.

Jiménez sostuvo, además, que Moreno debe ser "presidente de Andalucía antes que marioneta de Núñez Feijóo", por cuanto ha sostenido que el presidente andaluz "no puede responder a estrategias absurdas y suicidas de Núñez Feijóo" y ha considerado en esta misma línea que "Moreno Bonilla está jugando con fuego, pero quienes se van a quemar son los andaluces".

Final de curso

Esta primera batalla, la de la quita de deuda, es una asignatura que se quedó pendiente para septiembre porque, en realidad, ya se abordó a finales del curso pasado. No hubo acuerdo. Y no lo hay ahora.

Desde el Gobierno andaluz se barajan varios argumentos para rechazar la quita de la deuda. Uno, sobre todo económico: Andalucía no tiene problemas con su deuda y se financia bien sin esta ayuda 'extra' del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El segundo argumento es más político: el Gobierno andaluz no quiere ser cómplice de lo que desde San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, tachan de estrategia para mantener a Sánchez en la Moncloa vía Cataluña.

¿Por qué? Porque entienden que es, en realidad, un compromiso de Sánchez con los independentistas catalanes que han ampliado al resto de comunidades para esquivar la acusación. No quieren ser parte de este plan, insisten.

Así las cosas, ni Moreno ni Montero cambiarán de postura al menos hasta las elecciones andaluzas. Tampoco después está claro que pueda haber acuerdo, pero antes se antoja imposible. Quedan meses por delante y esta no será la única trinchera. Sí, quizás, la más larga.