Barrio de El Puche, en Almería.

Barrio de El Puche, en Almería. Europapress

Andalucía

Detenido y a prisión el presunto autor del apuñalamiento de un joven de 20 años en Almería

El suceso tuvo lugar en la madrugada del pasado miércoles 30 de abril en un cruce de la avenida Mare Nostrum de la barriada de El Puche de la capital.

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EFE
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Un juez de Almería ha ordenado el ingreso en prisión, provisional, comunicada y sin fianza del presunto autor del apuñalamiento de un joven de 20 años que murió en la madrugada del miércoles 30 de abril en un cruce de la avenida Mare Nostrum de la barriada de El Puche de la capital.

El presunto autor, detenido esta semana por la Policía Nacional, ha sido puesto a disposición judicial este sábado por la mañana, acogiéndose a su derecho a no declarar ante el juez de guardia, tras lo que ha ingresado en prisión por un delito de homicidio, según han informado fuentes judiciales a EFE.

Varios testigos han situado al sospechoso en las inmediaciones del lugar del crimen durante la madrugada en la que ocurrió el suceso, según esas mismas fuentes. Uno de ellos ha relatado que estuvo con el investigado durante esa noche y que este portaba una navaja de grandes dimensiones.

Según su testimonio, tras ausentarse brevemente, regresó minutos después con las manos manchadas de sangre y le confesó haber matado a una persona, solicitándole incluso que se deshiciera del arma homicida.

Este relato ha sido respaldado, también según fuentes judiciales, por otro testigo, quien aportó una grabación de vídeo que recoge al detenido abandonando una reunión de amigos a las 03.10 horas y regresando a las 03.47 horas, justo un minuto antes de la llamada de auxilio al 112 que alertó de la presencia del joven herido en la calle.

En las primeras fases de la investigación, la Policía Nacional barajó inicialmente otras hipótesis, incluyendo la posible implicación de una tercera persona, denunciada días antes por una joven que acompañaba a la víctima.

No obstante, la falta de evidencias que situasen a dicho sospechoso en el lugar del crimen y el conocimiento que el ahora detenido tenía del entorno del Puche, una zona de arquitectura laberíntica y difícil acceso para no residentes, hicieron que las pesquisas se centraran en él.

Los agentes recogieron varias informaciones anónimas procedentes del entorno del barrio que apuntaban al arrestado como autor de la agresión mortal con arma blanca. Estas aportaciones incluían su localización en una zona conocida como el 'Huevo Frito' y la identificación de testigos clave.

En la entrada y registro realizada en el domicilio del detenido, los investigadores encontraron indicios de que las prendas que vestía aquella noche habían sido lavadas y que sus zapatillas no se hallaban en el inmueble. Además, observaron que la mayoría de los cuchillos de la vivienda estaban ocultos o bajo custodia de la madre del arrestado, quien manifestó miedo a que su hijo pudiera usarlos.

La reconstrucción de los hechos realizada por la Policía refleja que tras cometer presuntamente el apuñalamiento, el arrestado regresó a la reunión donde se encontraba su grupo de amigos. Allí habría confesado el crimen, mostrando sus manos ensangrentadas y pidiendo ayuda para deshacerse del arma.

La reacción de los presentes, que incluyó aspavientos y una retirada apresurada, ha sido considerada coherente con el relato de los hechos y la grabación de las cámaras.