Julio Borges, expresidente del Parlamento venezolano, durante su conversación con EL ESPAÑOL.

Julio Borges, expresidente del Parlamento venezolano, durante su conversación con EL ESPAÑOL. Biel Aliño

España HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Julio Borges, expresidente de la Asamblea venezolana: "Sánchez ya no es parte de la solución de mi país, es parte del problema"

"Zapatero es el abogado y el lobbista de Maduro y tiene una agenda económica y de poder"

"Desde hace años se ha venido tejiendo una complicidad política y de negocios entre el Gobierno de Sánchez y el entorno de Maduro"

"Venezuela es un narcoestado gracias al silencio cómplice por intereses económicos de muchos. Ahí están las maletas de Delcy, los rescates de Air Europa y Plus Ultra..."

"La concesión de un Nobel de la Paz está por encima de la problemática izquierda-derecha"

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Las claves

Julio Borges, expresidente de la Asamblea venezolana, critica a Pedro Sánchez por no felicitar a María Corina Machado por su Nobel de la Paz, calificando al gobierno español como parte del problema en Venezuela.

Borges sostiene que existe una complicidad política y económica entre el gobierno de Pedro Sánchez y el entorno de Nicolás Maduro, influida por José Luis Rodríguez Zapatero.

El político venezolano exiliado describe a Venezuela como un 'narcoestado' con intereses económicos oscuros involucrando a España, y menciona operaciones de inteligencia de EE.UU. en el país.

Borges ve al gobierno de Maduro en una posición frágil, destacando la falta de liderazgo y legitimidad, y la posibilidad de conspiraciones internas.

Julio Borges salió de Venezuela en 2018 cruzando hasta Colombia. Era el presidente del Congreso venezolano. Dieciocho años antes, había cofundado el partido Primero Justicia junto con Henrique Capriles y Leopoldo López.

Huyó meses después del fracasado proceso de negociación entre la Mesa de Unidad Democrática, opositora, de la que Borges era el representante, y la delegación de Nicolás Maduro. Fue en Santo Domingo. "Yo me negué a firmar el acuerdo", explica.

"A mí entonces Maduro me abrió varios procesos. Por terrorismo, por magnicidio... y salí huyendo para Colombia, entonces presidida por Iván Duque. Cuando Gustavo Petro, en 2022, alcanzó el poder, abandoné el país por temas de seguridad, que para los venezolanos disminuyó bastante, y recalé en España, donde ya estaba mi familia".

Actualmente se encuentra vinculado profesionalmente a la Universidad Internacional Europea y a la Universidad Cardenal Herrera Oria. Como abogado, colabora con un despacho en Estados Unidos.

Además, es vicepresidente de Estrategia, Comunicación y Relaciones Internacionales de Primero Justicia. "Y desde aquí continúo metido en la lucha".

Su conversación con EL ESPAÑOL tiene lugar el viernes. El martes, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, por fin explicó el motivo de por qué no felicitó por su Nobel de la Paz a María Corina Machado, la líder opositora que vive en la clandestinidad en Venezuela.

Ante los micrófonos de la SER, Sánchez no sólo eludió de nuevo felicitarla después de 4 días de silencio. Aseveró que nunca se pronuncia sobre los Nobel de la Paz. Luego la hemeroteca demostró que era incierto. Lo hizo anteriormente hasta en seis ocasiones a otros galardonados.

EL ESPAÑOL ha hablado durante varios días con distintos políticos venezolanos en el exilio para recabar sus opiniones por lo ocurrido esta semana.

Las conversaciones, muy breves, ("no tengo más que decir") han venido marcadas por la cautela, las respuestas cortas y la diplomacia larga.

Borges, sin embargo, habla sin cortapisas sobre este gesto de Sánchez y lo interpreta, verbaliza y resume con contundencia: "Ya se han caído las caretas y no es tiempo de diplomacia".

Pregunta. ¿Por qué?

Respuesta. Porque ya no hay nada que cuidar. Esto es un entramado de intereses donde el Gobierno de España ya no puede ser parte de la solución para el problema de Venezuela: se ha convertido en parte del problema.

Borges asegura que lo ocurrido ha provocado que el Gobierno español se haya convertido en parte del problema venezolano.

Borges asegura que lo ocurrido ha provocado que el Gobierno español se haya convertido en parte del problema venezolano. Biel Aliño

Borges recuerda bien la huida de su país, porque tuvo su origen en aquella negociación en República Dominicana. Por la parte del Gobierno de Nicolás Maduro estuvieron tres Rodríguez: Jorge Rodríguez, entonces ministro; su hermana, Delcy Rodríguez, y José Luis Rodríguez Zapatero como mediador.

"Aquello, la no firma, le trajo consecuencias muy negativas a Nicolás Maduro", explica. A nivel internacional "entró en un proceso de deslegitimación. El parlamento de Venezuela fue reconocido internacionalmente como el único órgano democrático, tras las marchas de protesta que tuvieron lugar en 2017".

Fue a partir de ahí, resume, "cuando el régimen venezolano cae en el descrédito internacional".

Julio Borges, en Valencia, donde tiene lugar la entrevista de EL ESPAÑOL.

Julio Borges, en Valencia, donde tiene lugar la entrevista de EL ESPAÑOL. Biel Aliño

¿Cree que las relaciones de Zapatero con el régimen de Maduro han influido en la no felicitación del Gobierno español a María Corina?

Esto es un tema claro y concreto. Desde hace muchos años se ha venido tejiendo una complicidad política y de negocios entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Zapatero con el entorno de Maduro. Fuerte, bilateral.

Se gesta también fuera de Venezuela, donde se ha dado protección a todo lo que hacen regímenes de izquierda de fuera de Venezuela de los que se han hecho cómplices: Bolivia, con Gustavo Petro en Colombia, con México, con Cuba... Regímenes de izquierda que no son democráticos. Y ese es el pecado original de Pedro Sánchez.

Zapatero tiene un papel protagónico en todo esto. Lo viví en carne propia, en el proceso de negociaciones con Maduro en República Dominicana cuando yo era presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.

El expresidente socialista iba allí de mediador, pero era el abogado de Maduro. Luego se pone el sombrero de lobbista de Maduro, luego el de canciller de Maduro... O se puede poner también el de embajador de Sánchez en Venezuela. Así, lo ocurrido [con María Corina] se resume en que hay una agenda económica y de poder que va por delante.

¿Cómo califica ese no gesto, ese silencio ante el Nobel? Que en realidad, ya es un gesto en sí...

Lo que ha ocurrido es muy grave porque la concesión de un Nobel de la Paz está por encima de cualquier ideología. Lo supera todo, y por eso no lo citan. Porque ese premio está por encima de la problemática izquierda-derecha, de los negocios y la corrupción.

Si se niegan a felicitarla, lo que ya genera es indiferencia entre los que defendemos el orden democrático en Venezuela. Con toda sinceridad, lo ocurrido me es indiferente. Que no haya tenido la deferencia de unirse a las felicitaciones que le ha hecho el mundo entero a esta mujer, después de 25 años de lucha por la democracia...

Desde hace muchos años se ha venido tejiendo una complicidad política y de negocios entre el Gobierno de Sánchez y Zapatero con el entorno de Maduro

Quienes se han quedado descolocados son ellos. Ha sido un motivo de alegría mundial de toda la opinión pública en todos sus ámbitos: políticos, económicos, periodísticos, sociales, ciudadanos... Toda España se ha alegrado, y que el Gobierno español no lo haya hecho, francamente, me trae sin cuidado.

¿Por qué cree que hay una dicotomía entre la postura de los españoles con respecto al premio a María Corina, a lo que representa, y la del Gobierno español?

Los españoles viven ya intensamente la política hispanoamericana porque la viven en la calle. Desde hace unos años hay una creciente comunidad hispanoamericana en España, situada ya en 5 millones de personas, que es mucho.

Ese boca a boca de los inmigrantes ha servido para sensibilizar mucho a los españoles sobre dictaduras como la de Cuba, Venezuela o Nicaragua. Ahí está México, donde se destruyó el Poder Judicial, o la Nicaragua de Daniel Ortega, que va contra las universidades y la Iglesia.

Luego, en el nivel de los medios de comunicación, el tema de la política hispanoamericana, salvo excepciones como EL ESPAÑOL, a nivel general no le dan un espacio de presencia.

El político venezolano se encarga en el exilio de la estrategia, comunicación y relaciones internacionales de Ahora Justicia.

El político venezolano se encarga en el exilio de la estrategia, comunicación y relaciones internacionales de Ahora Justicia. Biel Aliño

¿Y a nivel gubernamental?

Es nulo. Creo que Sánchez comete a propósito un error que le va a suponer un juicio histórico muy grande. Él cree que su posicionamiento con Venezuela y otros países latinoamericanos es un tema de izquierda-derecha, y no es así.

Viviendo en España, Julio Borges está al tanto de los escándalos de corrupción que comenzaron con un avión, una recepción a pie de pista y de madrugada por parte del entonces ministro José Luis Ábalos, unas maletas y una mujer: Delcy Rodríguez.

Sánchez cree que su posicionamiento con Venezuela y otros países latinoamericanos es un tema de izquierda-derecha, y no es así

Julio Borges se muestra convencido de que todo estos hechos también han influido en la postura actual del Gobierno de Sánchez. "Venezuela se ha convertido en un narcoestado con el silencio cómplice y criminal por intereses económicos de muchos".

Sostiene el político en el exilio que ahí está "el tema de las maletas de Delcy, pero también los rescates de Air Europa y Plus Ultra, los intereses petrolíferos..."

El mismo Víctor de Aldama "participó en asignaciones a empresas operando en el mercado negro y vendiendo cupos petrolíferos sin control, mediante financiaciones y sobornos que sirven a intereses particulares en España".

También subraya que "se ha permitido que lobbies hayan servido de entrada a empresas españolas en Venezuela. Eso es sacarle provecho económico a un país que se mueve en el oscurantismo, y hacen de eso una multinacional".

¿Qué le parece el anuncio de Donald Trump sobre su permiso para que la inteligencia estadounidense pueda realizar operaciones en Venezuela?

El primer Gobierno de Donald Trump tuvo como problema que la CIA estaba negada a ayudar en labores de inteligencia. Y por eso es muy importante ahora que Trump haya anunciado esto.

Porque ahora será posible la acción de distintos organismos de inteligencia, tanto estadounidenses como de otros países aliados, y que sea más sofisticada.

Considera que "lo importante" es que esto va a servir "de laboratorio para poder trabajar contra países que son enemigos de la democracia y que está demostrado que están en Venezuela, como Irán o Rusia".

Julio Borges, en otro momento de la entrevista.

Julio Borges, en otro momento de la entrevista. Biel Aliño

"De hecho", prosigue, "estos dos países tienen una importante penetración en las fuerzas armadas venezolanas y desarrollan proyectos de control y de todo tipo. Es que las fuerzas armadas de mi país no son de Venezuela ya: pertenecen a otras dictaduras internacionales".

El plan de transición

La debilidad del Gobierno de Maduro se hace evidente con respecto al plan de transición para Venezuela, negociado durante meses también por José Luis Rodríguez Zapatero y rechazado por Estados Unidos, según lo publicado por el Miami Herald también esta semana.

En este punto, Borges no tiene claro si se ha tratado de una estrategia conocida, que contase con el plácet de Nicolás Maduro, o si ha sido una negociación hecha a sus espaldas. "Es una pregunta muy interesante, porque podrían ser las dos cosas", resume.

El plan, que pivotaba sobre Delcy Rodríguez como líder, mantenía las estructuras del régimen y contemplaba también que Nicolás Maduro se exiliase en Turquía o en Catar, siendo éste último país uno de los implicados en la negociación, finalmente fallida.

"Maduro está en un equilibrio frágil. Se encuentra sobre algo tan endeble que si le quitas un ladrillo se cae entero. Está acorralado, sin liderazgo ni legitimación".

Por ello, "es el momento de que cada quien se señale en la traición, y que Maduro se entere. Pero es que luego eso se puede interpretar como una facción, que puede quedar dentro o fuera de la jugada. Así son estas dinámicas".

Maduro, considera Borges, "puede ser que juegue a que sabe lo que está ocurriendo pero que haga luego el movimiento de que lo traicionan. En los últimos años ha habido gente cerca de él y conspirando, como buena mafia. Ya ha pasado esto en otras ocasiones".