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España SONDEO FIN DE CURSO (V)

Un 79% cree que los contratos de seguridad entre España y China son perjudiciales para las relaciones con EEUU

El 47,7% de los encuestados considera que las adjudicaciones a empresas próximas al Partido Comunista Chino afectan directamente a la seguridad nacional. 

Más información: La valla de Ceuta y Melilla está vigilada también por cámaras chinas que "amenazan" a la seguridad nacional según EEUU

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Los negocios del Gobierno de España en los últimos años con distintas empresas chinas afines y cercanas al régimen de Pekín son vistos con enorme recelo por una gran mayoría de españoles. Hasta un 79,4% de la ciudadanía cree que el acercamiento al gigante asiático en materia tecnológica y comercial puede perjudicar las relaciones internacionales con Estados Unidos.

Así lo revela una encuesta elaborada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, que muestra una amplia mayoría de ciudadanos preocupados por las consecuencias diplomáticas de intensificar los vínculos con China, una tendencia que Moncloa viene fomentando sin tapujos en los últimos años pese a las advertencias de sus socios en la OTAN y en la Unión Europea.

Este consenso es transversal en sexo y edad: lo comparten tanto hombres (78,8%) como mujeres (80,1%), así como jóvenes (79,6% entre 17 y 35 años), adultos (80,1% entre 36 y 59 años) y mayores de 60 años (78,6%).

La preocupación en torno a esta cuestión supera también las barreras ideológicas. Es más intensa en votantes de derechas, especialmente aquellos que simpatizan con el PP (90,6%) y Vox (91,9%). También el 64,4% del electorado del PSOE opina que la proximidad con Pekín perjudica las relaciones con la Casa Blanca.

Solo las formaciones situadas más a la izquierda presentan índices más bajos: Sumar (40,1%) y Podemos (52%) muestran mayor tolerancia a que se enfríen las relaciones con EEUU.

Inquietud por la seguridad nacional

Menos uniforme es la opinión sobre si el acercamiento a China puede ser perjudicial para la seguridad nacional. En este caso, el 47,7% de los encuestados considera que las adjudicaciones a empresas próximas al Partido Comunista Chino afectan directamente a la integridad del país. 

Por el otro lado, un 46,8% cree que no afectará a la defensa del Estado. El dato refleja la división en España sobre el impacto interno de esa relación bilateral.

El análisis por franjas de edad dibuja una tendencia clara: cuanto mayores son los encuestados, más crece la preocupación. Solo el 34,3% de los jóvenes de 17 a 35 años cree que el acercamiento es peligroso para los intereses estratégicos, frente al 48,6% de quienes tienen entre 36 y 59 años y al 55,5% de los mayores de 60.

La división también aparece al segmentar por sexo. Las mujeres (50,5%) se muestran más preocupadas que los hombres (45%). Sin embargo, la mayor brecha aparece de nuevo al observar el voto.

Críticas

Los votantes de derechas son los más críticos con el acercamiento a Pekín. Un 77,8% de los encuestados de Vox y un 75,4% de los del PP consideran la proximidad a China de Sánchez y del PSOE perjudicial para la seguridad nacional.

Por el contrario, solo el 32,5% de los votantes del PSOE consideran que los contratos con empresas chinas supongan una amenaza, pese a lo que vienen advirtiendo desde hace años el Parlamento Europeo, el Reino Unido, Canadá, Australia, Estados Unidos y otros países entre las principales potencias del mundo.

El porcentaje, en esta cuestión, desciende aún más entre los votantes de Sumar (29,9%) y de Podemos (11,7%).

Como ha informado EL ESPAÑOL, el Ministerio del Interior y otras entidades de la Administración General del Estado llevan años comprando toda clase de productos a empresas chinas vetadas en las principales potencias del mundo. cámaras de videovigilancia para distintos organismos gubernamentales a esta compañía china, Hikvision, vetada en Estados Unidos, Reino Unido o el Parlamento Europeo por constituir una amenaza para la seguridad nacional.

Una de esas compras es la que sirvió para colocar en 2021 en el vallado fronterizo de Ceuta y Melilla, una de las infraestructuras más sensibles del Estado, cámaras de videovigilancia de esa empresa.

En aquel momento la inteligencia estatal ya conocía y había alertado de las intenciones del espionaje chino en Occidente, y más concretamente dentro de nuestras fronteras.

En España, esas cámaras son también utilizadas, según los numerosos pliegos analizados por EL ESPAÑOL, por entidades como el Departamento de Seguridad de la Presidencia del Gobierno, Renfe, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Hacienda y Correos, entre otros organismos y entidades a nivel estatal, autonómico, provincial y local que disponen de esta tecnología.

La preocupación se propaga desde hace semanas entre los efectivos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y otros servicios de seguridad del Estado ante la petición del Senado de Estados Unidos de revisar los acuerdos de inteligencia con España, debido a los contratos que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha suscrito con la empresa china Huawei.

Distintas fuentes en activo en la inteligencia estatal consultadas por EL ESPAÑOL han expresado el malestar y "profunda desconfianza" hacia la empresa tecnológica china, señalada por sus vínculos con el Partido Comunista Chino.

La semana pasada, el Senado de los Estados Unidos pidió a Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia del Gobierno de Donald Trump en la Casa Blanca, la revisión de los acuerdos suscritos con España en este terreno, tras conocer los contratos que el Gobierno mantiene con la multinacional china.

En una carta remitida el pasado jueves, el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Tom Cotton, y el Presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Rick Crawford, pedían a la jefa de la inteligencia de EEUU la revisión del intercambio de información con el CNI y los servicios de Información de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

"Le escribimos para instarla a garantizar que cualquier información compartida con los servicios españoles de inteligencia, defensa y aplicación de la ley no revele secretos de seguridad nacional de los EEUU al Partido Comunista Chino (PCCh)", señalan ambos representantes.

En ella manifestaban su incomprensión ante la elección del Gobierno de adjudicar a Huawei cuando existen "tantas alternativas occidentales" para servicios como el de la custodia de escuchas policiales

Así, para muchos votantes conservadores, China representa una amenaza latente en el ámbito geoestratégico y una amenaza directa en el tecnológico. Para parte de la izquierda, sin embargo, el vínculo con China puede verse como una oportunidad económica o una apuesta por un nuevo multilateralismo menos dependiente de Washington.