La Guardia Civil revela que los pasajeros judíos expulsados del avión de Vueling "manipularon elementos de seguridad"

A su llegada, los agentes se encontraron con la "agresividad" y la "resistencia a la autoridad" de varios de los monitores que acompañaban a los 44 menores en el avión, lo que les obligó a actuar y reducir a una de las responsables del grupo "por seguridad".

Así fue el incidente acontecido en un vuelo de la compañía aérea Vueling, tal y como han narrado a EL ESPAÑOL fuentes de la Guardia Civil que presenciaron los hechos.

Un suceso que ha provocado la reacción del gobierno israelí, que ha acusado de antisemitismo a la aerolínea. A esta reacción le sucedió un comunicado oficial de la aerolínea para defenderse de las denuncias por discriminación llegadas desde la nación hebrea.

"Sacar mascarillas"

"Se solicitó la presencia policial porque había un grupo de 44 menores y ocho monitores armando griterío y manipulando elementos de seguridad del avión, tal como sacar las mascarillas, manipular botones de aviso al personal de vuelo", señalan agentes que presenciaron los hechos.

El "escándalo" que estaban provocando a bordo era tal que tampoco permitían a la azafata informar a los pasajeros del uso de los medios de seguridad, algo que el protocolo marca como una indicación obligatoria antes de cada vuelo.

En ese momento, desde la tripulación del vuelo de la aerolínea se informó a los menores y a la directora del grupo que debían "mantener el orden"; advertencia de la que hicieron caso omiso, al igual que a las muchas otras que se realizaron previamente, tal y como ha razonado la compañía.

A partir de ahí, el piloto tomó la decisión de desalojar al grupo entero "por comportamiento disruptivo", por lo que avisó a la Guardia Civil para que procedieran al desembarque.

"A la llegada nuestra, los agentes no escuchan cantar a nadie ni saben que son judíos, simplemente se les informa de que esas personas deben abandonar el avión por su conducta incívica y desproporcionada", relatan desde la Guardia Civil.

Durante el desalojo fue cuando la "actitud altamente conflictiva", que desde Vueling sostienen que tuvieron estos pasajeros, fue un paso más allá.

"El comportamiento de algún monitor fue agresivo, incluso una vez abandonada la aeronave, en el finger o puerta de embarque", continúan desde el Instituto Armado.

Dada la situación, los cuerpos de seguridad procedieron a engrilletar a una de las monitoras por seguridad, aunque aseguran que "no fue detenida". Se trata de una mujer de 21 años, la directora del grupo Kinneret que regresaba a París en ese vuelo como responsable de los menores.

Los agentes la propondrán después para una sanción por la Ley de Seguridad Aérea. De este modo, la Guardia Civil acredita que la actuación fue "totalmente rutinaria y correcta".

"Incidente antisemita"

El desalojo de los adolescentes ha provocado la reacción contundente del gobierno israelí. El ministro de la Diáspora y de Lucha contra el Antisemitismo de Israel, Amichai Chikli ha asegurado que se trata de "uno de los incidentes antisemitas más graves".

A través de su cuenta de X, el ministro sostiene que los menores, de entre 10 y 15 años, "cantaban canciones en hebreo" mientras estaban a bordo del avión.

Las acusaciones "antisemitas" del gobierno israelí van más allá, ya que el ministro relata que "la tripulación de la aerolínea Vueling dijo que Israel es un estado terrorista y obligó a los niños a bajar del avión"; algo que "niega rotundamente" la compañía.

Por su parte, la diputada francesa Caroline Yadan exige responsabilidades a la compañía aérea Vueling, alegando que "es un hecho gravísimo".

Ante las acusaciones, la compañía aérea ha respondido y ha negado que la decisión de la tripulación de desalojar al grupo estuviera "relacionada con la expresión religiosa de los pasajeros involucrados", la cual, recalcan, respetan "absolutamente".

"Dicha decisión fue tomada única y exclusivamente para garantizar la seguridad de todos los pasajeros. En Vueling rechazamos categóricamente cualquier forma de discriminación sin excepciones", concluye el comunicado de la compañía.

Testimonio de los jóvenes

Tras llegar a Francia, uno de los jóvenes ha explicado ante C News, un medio de comunicación francés, cómo fue el desalojo del grupo del avión.

Según narra, fueron avisados por la tripulación de que "si no guardaban silencio llamarían a las fuerzas del orden" después de que uno de los menores levantara la voz "casi gritando".

Tras cinco minutos en los que, según su testimonio, el comportamiento "fue impecable y no hicieron ningún ruido", llegó la Guardia Civil al avión y habló directamente con la directora del grupo.

"Una de las primeras preguntas que le hicieron era sobre la nacionalidad del grupo", sostiene el joven. Además, afirma que uno de los efectivos de la Guardia Civil les dijo que "había sido informado de que había personas de nacionalidad israelí".

"Y aunque nos estábamos comportando bien, nos hicieron salir del avión poco después", concluye su testimonio.

"Una actuación correcta"

Sin embargo, tanto la Guardia Civil como la compañía aérea aseguran que la actuación fue adecuada y "correcta". Y es que Vueling ha confirmado que "la actitud conflictiva de los pasajeros ponía en riesgo el desarrollo del vuelo".

Ambos coinciden en el relato de los hechos, ya que la aerolínea ha señalado que cuando ya fueron desembarcados, en la terminal, "el comportamiento del grupo continuó siendo agresivo".

"Algunos individuos mostraron una actitud violenta frente a las autoridades, que incluso derivó en la detención de uno de los responsables del grupo", ha explicado la compañía.

Pero, además, la intervención de la Guardia Civil sobre un grupo tan grande de pasajeros de más de 50 personas ha traído consigo la reivindicación del propio cuerpo de seguridad sobre su labor en los aeropuertos internacionales.

Alegan que se enfrentan "casi a diario" con problemas de disturbios en aviones y en las terminales y que no disponen de personal suficiente para enfrentarse a ellos, lo que provoca más complicaciones en la gestión de los hechos.