La Policía confirma que el atentado a Vidal-Quadras se planificó al menos tres meses antes

Una vez más, indican fuentes próximas a la investigación, la prueba fundamental de la que han conseguido tirar del hilo es la motocicleta que apareció calcinada en una zona despoblada de Fuenlabrada, como reveló EL ESPAÑOL.

Cuando los investigadores encontraron la moto, la misma tarde del crimen, no se había carbonizado por completo. Este hecho propició que se pudiera recuperar el número de identificación del vehículo.

Ese número llevó hasta el detenido de Málaga, Adrián R. B., un joven parado de 22 años. El hombre, tras ser detenido por la Policía, declaró que Naraya Gómez, el presunto inductor del crimen y único encarcelado por el caso, contactó con él el pasado mes de septiembre.

Naraya Gómez, el chií de Lanjarón (Granada), le pidió que pusiera a su nombre aquella motocicleta, una BMW de color negro que el sicario francés de origen tunecino, autor material del ataque, emplearía más tarde en el crimen. 

A cambio de esa gestión le pagó 500 euros. También puso a su nombre el seguro del automóvil utilizado para huir de Madrid, tal y como creen los investigadores de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional.

[La Policía halla la moto calcinada de los agresores de Vidal-Quadras y baraja la hipótesis de los sicarios]

El chico de Málaga realizó el encargo en septiembre y siguió con su vida. Fue detenido apenas 11 días después del ataque a Alejo Vidal-Quadras. Sostuvo ante el juez de la Audiencia Nacional que no sabía en qué se iba a emplear aquella motocicleta. El pasado viernes quedó en libertad provisional con medidas cautelares, por lo que sigue figurando como investigado en la causa.

Los agentes estiman que el crimen se habría comenzado a planificar durante el período estival. Buena parte de las indagaciones se centran en comprobar los movimientos aquellos días de Naraya Gómez y de su novia, también arrestada en el caso. 

Más arrestos

Mientras tanto, otra parte de las pesquisas se centran en localizar a otros implicados en la preparación de los hechos. Fuentes próximas a la investigación insisten en que la operación es más grande de lo que ha sido acreditado hasta ahora. Tienen en su punto de mira a más intermediarios sobre los que están recabando pruebas para proceder a su arresto. Por eso no se descartan más detenciones en las próximas jornadas.

[Uno de los tres detenidos preparó el ataque contra Vidal-Quadras y contrató al sicario]

El juez Francisco de Jorge, del Juzgado de Instrucción Nº5 de la Audiencia Nacional, asumió esta investigación al poder tratarse de un delito de terrorismo. De hecho, al principio de la investigación se valoró la posibilidad de que una organización relacionada con el régimen iraní estuviera tras el atentado.

El mismo Vidal-Quadras comunicó a la Policía que detrás del tiroteo podría estar el régimen de Teherán debido a sus relaciones con la oposición de este país.

Conforme ha ido avanzando la investigación, y tal y como ha contado este diario, los agentes no aprecian tanto que detrás esté Irán como tal, sino alguna organización afín a los postulados del régimen de los ayatolás.

La gran cantidad de errores y la nula profesionalidad de los implicados indicaría que no estamos ante un trabajo cuidadoso y bien planificado, como el que podrían orquestar agentes del Vevak, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad Nacional de Irán.

Las fuentes consultadas señalan que la pista de Irán, pese a todo, sigue siendo la principal del caso, pero de momento no se vincula al régimen de los ayatolás. 

Hasta el momento sí ha quedado acreditada la implicación de los tres detenidos en los hechos, al proporcionar al autor material de los mismos el apoyo logístico necesario para llevar a cabo la acción.

Las fuentes de la investigación consultadas por este diario señalan que el atentado fue preparado de manera meticulosa durante semanas. La Policía ha podido comprobar las numerosas vigilancias de Naraya Gómez, el presunto inductor, y Ayari, el sicario, sobre Vidal-Quadras desde muchas jornadas antes a dispararle a las puertas de su casa.