Un imán español procedente de Ceuta que participó el domingo y el lunes en la Fiesta del Trono en Marruecos, con la polémica acreditación colgada al cuello.

Un imán español procedente de Ceuta que participó el domingo y el lunes en la Fiesta del Trono en Marruecos, con la polémica acreditación colgada al cuello.

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"Ceuta ocupada" y "Melilla ocupada", en las credenciales para la Fiesta del Trono de Mohamed VI

La polémica coincide justo con el viaje privado de Pedro Sánchez a Marruecos para pasar unos días con su familia.

2 agosto, 2023 03:12

"Ceuta ocupada" y "Melilla ocupada" se podía leer en árabe en las credenciales colgadas de los cuellos de los invitados españoles en la recepción real con motivo de la Fiesta del Trono organizada por Mohamed VI en Tetuán (Marruecos). 

Tal y como ha podido confirmar EL ESPAÑOL, ese lema político estaba inscrito, para mayor escarnio, en las acreditaciones de quienes procedían precisamente de las dos ciudades autónomas españolas.

"Es un permiso de circulación para moverse, que llevaban los que se sentaron en la tribuna", explica un ceutí invitado en conversación con EL ESPAÑOL. "No podemos hacer nada. Son cosas políticas. En Marruecos siempre se refieren a Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas", añade esta fuente.

La polémica coincide justo con el viaje privado de Pedro Sánchez a Marruecos para pasar unos días con su familia. Parte de las comitivas de las ciudades autónomas españolas continúan en Marruecos. Este martes visitaron la ciudad rifeña de Chefchauen, en un recorrido organizado por el gobernador de Tetuán. 

Mohamed VI celebró el domingo el vigésimocuarto aniversario de su subida al trono con una recepción en la que había invitados de Ceuta, Melilla y el Sáhara Occidental "como un símbolo cultural, y para promover la convivencia", explica una autoridad regional a EL ESPAÑOL.

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Las acreditaciones se recogían en Rabat y en Tetuán. Las de la capital las entregaban los ministerios de Exteriores y de Asuntos Islámicos. Las de Tetuán las remitía el Ministerio del Interior.

En las tarjetas, además de "Ceuta ocupada" y "Melilla ocupada", figuraban los datos personales de la persona en cuestión, el cargo, su lugar de procedencia y también el ministerio anfitrión. Junto a líderes de asociaciones y representantes religiosos, también acudieron empresarios melillenses y ceutíes con proyectos en Marruecos. 

En los últimos meses, y pese a la sintonía del Gobierno de Sánchez con la monarquía alauita tras el cambio de posición de España en el Sáhara, Marruecos no ha dejado de reivindicar públicamente la soberanía de las dos ciudades autónomas. En abril, el presidente del Senado de Marruecos, Enaam Mayara, aseguró en una conferencia que Ceuta y Melilla "son ciudades ocupadas" que su país recuperará algún día.

Unos meses antes, en octubre del año pasado, el Gobierno marroquí dirigió un escrito al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en el que aseguraba: "Melilla sigue siendo un presidio ocupado y por este hecho no podríamos hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso".

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Los ciudadanos de Ceuta y Melilla invitados a la Fiesta del Trono entraron por la frontera en dos grupos, uno dirigido por el imán Driss Ouhhabi, en calidad de representante del Ministerio de Asuntos Islámicos en Ceuta, y el otro bajo el mando del Ministerio del Interior marroquí, supervisado por Omar Dudú. Dudú se refugió en Marruecos en 1987 tras ser acusado de secesión, después de estar en la dirección del PSOE y liderar movimientos musulmanes en Melilla en los años 80.

Protesta en la frontera

En el paso fronterizo para acceder de Melilla a Beni Enzar, dieron preferencia a los ciudadanos que cruzaban a Marruecos para asistir a la ceremonia real. Esta deferencia despertó la indignación de quienes guardaban largas colas para acceder al país vecino, que protestaron airadamente.

Como es habitual, numerosas personalidades marroquíes y extranjeras presentaron sus respetos al monarca marroquí. "El 47% de los asistentes eran de nacionalidad europea, de ellos la mitad españoles. Por primera vez, también asistieron marroquíes que residen en Israel", detalla una de las fuentes.

Se echó en falta en esta ocasión la presencia de políticos españoles. José Bono o José Luis Rodríguez Zapatero acudieron en otros aniversarios. En esta ocasión, diplomáticos y autoridades religiosas residentes en Marruecos representaron a España. Entre estos, saludaron al soberano el embajador, Ricardo Díez-Hochleitner, y el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat.

A todos se les hizo guardar una distancia prudencial "para preservar al monarca de cualquier virus o infección, ya que tiene las defensas bajas por la enfermedad crónica que padece", explican fuentes de la inteligencia marroquí. De hecho, el año paso se suspendió la celebración y los dos años anteriores tampoco se festejó el día por la pandemia de Covid.