Begoña, la etarra 'chivata' que dio el soplo para matar a un concejal y ahora quiere ser edil en País Vasco

Begoña, la etarra 'chivata' que dio el soplo para matar a un concejal y ahora quiere ser edil en País Vasco

España TERRORISMO DE ETA

Begoña Uzkudun, la etarra que dio el soplo que sirvió para matar a un edil, será concejal con Bildu

La información que facilitó resultó fundamental en el crimen, perpetrado la Nochevieja de 1984, y por ello la condenaron a 18 años de cárcel. 

14 mayo, 2023 02:13

El día que ETA mató a José Larrañaga ArenasTxiki para los amigos, era la tercera vez que intentaban asesinarle. Concejal en el ayuntamiento de Azcoitia, fue durante la dictadura jefe provincial del Movimiento y se había acercado a las filas de la Unión de Centro Democrático (UCD) con la llegada de la democracia. Por ello, la banda terrorista le tenía desde hacía algunos años entre sus objetivos y, en cuanto pudo, le liquidó pegándole seis tiros a bocajarro. 

Larrañaga, que por entonces trabajaba como empresario y secretario judicial a tiempo parcial, tenía 58 años estaba casado y tenía tres hijos, un chico de 22 años y dos chicas de 19 y 17. Ya no vivía en el municipio guipuzcoano, sino que había tenido que huir a Logroño junto a los suyos para ponerse a salvo de los terroristas. Pero en la Navidad de 1984 regresó para celebrar la Nochevieja. Larrañaga nunca llegó a pisar el año 1985. 

Para perpetrar aquel asesinato fue indispensable la información proporcionada por una mujer: Begoña Uzkudun Etxenagusia. Se trata de una etarra cuyo nombre regresa a hora a la actualidad al figurar como una de las 44 personas que EH Bildu lleva en sus listas a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M en el País Vasco y en Navarra.

Begoña y los otros 43 fueron condenados por pertenencia y colaboración con ETA.  De todos esos, hay siete que fueron a la cárcel por su participación en asesinatos de la banda. Begoña, uno de ellos, va de número 3 en la candidatura de Bildu al Ayuntamiento de Régil (Guipúzcoa).

La condenada será con toda seguridad concejal, ya que va en puestos de salida y Bildu gobierna ininterrumpidamente en la localidad desde 2011. En las pasadas elecciones de 2019, la formación obtuvo el 71,23% de los votos y tiene cinco concejales de los siete que hay en el Ayuntamiento. Los dos restantes pertenecen a un partido local, Errezilgintza. 

Ya pasó antes

A pesar de la polémica, no es la primera vez que ocurre. En las anteriores elecciones municipales Bildu llegó a presentar a 18 personas condenadas por terrorismo, según ha recordado Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la Asociación de las Víctimas del Terrorismo (AVT). Entonces, sólo una tenía delitos de sangre. Ahora, ha subido la apuesta. 

Begoña Uzkudun fue condenada en 1989 a 18 años de cárcel por su soplo en el asesinato de Larrañaga. Junto a ella, la Audiencia Nacional condenó a José Antonio López Ruiz, alias Kubati, a 30 años de prisión. Salió de la cárcel en 2006. 

En diciembre de 2015, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) envió una denuncia a la Audiencia Nacional contra 76 miembros o exmiembros de la banda terrorista ETA por presunto uso de documentación falsa para reducir sus años de condena. Ella era uno de esos 76. 

Covite argumentaba que todos los denunciados habrían presentado expedientes falsos de estudios universitarios cursados en la Universidad del País Vasco y la UNED para acogerse a beneficios penitenciarios. Algunos de ellos llegaron a reducir hasta la mitad de su estancia en prisión gracias a dichos estudios.

Según el colectivo, las pruebas halladas indicaban que había documentos falseados, como por ejemplo el uso de DNI con números correlativos, la duplicación de números de identificación o fechas de exámenes de acceso hasta diez años después de haber comenzado los estudios. En otros casos, ni siquiera constaban las vías de acceso a los estudios.

Asesinato en Nochevieja

La vida de Larrañaga era la de alguien que sabía que le querían matar. La de una persona constantemente acechada por los terroristas. Un tipo que los últimos años de su existencia los pasó en huida permanente. ETA intentó matarle dos veces. A la tercera lo consiguió. El primero de los atentados tuvo lugar el 13 de abril de 1978.

Begoña va en las listas de EH Bildu 40 años después de su participación en uno de los crímenes de ETA.

Begoña va en las listas de EH Bildu 40 años después de su participación en uno de los crímenes de ETA. E.E.

Esa noche, José salió a las 22:30 horas de un bar camino a su casa. Pocos minutos después varios miembros de un comando local le dispararon desde un coche que previamente habían logrado robar. Le alcanzaron tres balazos en la pierna derecha. Larrañaga sobrevivió.

Dos años después, el 11 de abril de 1980, se produjo el segundo intento de asesinato. Los terroristas perpetraron el ataque siguiendo el mismo modus operandi. Los disparos le alcanzaron en el pecho y le hirieron de gravedad, según recogen los datos de ese suceso recopilados por la Fundación de Víctimas del Terrorismo.

Un mes más tarde, los pistoleros estrecharon el cerco. El 12 de mayo de 1980, ETA asesinaba a su amigo Ramón Baglietto, también concejal en el Ayuntamiento de la misma localidad, Azcoitia.

Poco después, Larrañaga abandonó el pueblo, la localidad en la que siempre había vivido y donde había ejercido como edil, y se marchó a Logroño presionado por su familia. Se marchó acosado por los terroristas, si bien nunca dejaba de regresar a su tierra natal para visitar a los suyos. Fue en la Nochevieja de 1984 cuando ETA consumó los intentos previos de asesinarle.

Al filo de las 21.30 de ese 31 de diciembre, Txiki Larrañaga se encontraba en el Bar Alameda, tomando algo con sus amigos de toda la vida, celebrando el final del año.

Las crónicas de la época describen que ya no quedaba mucha gente en la calle. La mayoría de los vecinos ya se habían retirado a sus casas, para disfrutar en familia de la última cena de 1984. Larrañaga nunca logró llegar a la suya.

Nada más puso un pie fuera del local, miembros del comando Goyerri de ETA lo acribillaron a cara descubierta. Herido, Larrañaga se desplomó en la acera de la calle tras recibir cuatro disparos en el rostro. Uno de los tiradores lo remató con una bala en la cabeza. Inmediatamente después, los terroristas se dieron a la fuga con un vehículo que habían robado horas atrás.

Una de las crónicas de la época narrando el atentado.

Una de las crónicas de la época narrando el atentado. Covite

Esa misma noche, tras el crimen, Román Sudupe, alcalde de Azcoitia y presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), fue a la casa de la víctima para presentar sus condolencias a la familia, rota de dolor por el asesinato. El funeral se produjo al día siguiente.

El PSOE en el funeral

Al sepelio asistió el delegado del Gobierno socialista en el País Vasco, Ramón Jáuregui, el presidente de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Xabier Aizarna el vicepresidente del Parlamento vasco y dirigente del PSOE, José Antonio Maturana; y el portavoz de Coalición Popular en el Parlamento autonómico, Jaime Mayor Oreja.

En octubre de 2011, una de sus hijas rememoró los hechos en una entrevista en La Rioja: "Estábamos esperándole para cenar y nos llamaron para decirnos que le habían matado. Nosotros creíamos que mi padre ya había cumplido, nos habían echado del pueblo. ¿Qué suponía mi padre para ellos?".

Su hija explicaba que desde lo ocurrido se quedaron "sin guía y sin luz, muertos todos también con él". "Lo que realmente le pasaba a mi padre es que era militante de la derecha, español y un valiente. Siempre me ha parecido una idiotez eso de perdonar. Perdonar es un problema moral mío con Dios, pero no tiene nada que ver con lo que pedimos, que es justicia. Si yo perdono o dejo de perdonar será un problema mío, íntimo. Sé que ahí (en Azcoitia) tenían mucho cariño a mi padre, pero ahora me doy cuenta de que había una cobardía enorme por parte de todos", añadió. 

Casi 40 años después, una de las personas condenadas por el asesinato de su padre podrá ocupar un puesto como el que él en su día ostentó.