El agente Morocho, localizado en su casa de Guadalajara.

El agente Morocho, localizado en su casa de Guadalajara. EL ESPAÑOL

España FUGITIVOS

Detenido un agente del Escuadrón de la Muerte, la mafia policial que mataba criminales para ascender

Perú lo reclamaba por 10 asesinatos en un grupo dedicado a ejecutar extrajudicialmente a supuestos delincuentes para ganar condecoraciones.

11 octubre, 2022 10:33

Aquella mafia policial estaba integrada por al menos 96 agentes. Después de engañar a los delincuentes y a miembros la mafia organizada con infiltrados en sus organizaciones, orquestaban escenas del crimen a las que conducían a los criminales como ovejas al matadero.

Ya allí, tras lograr que cayesen en la trampa, los policías los ejecutaban. Luego informaban de que las víctimas habían opuesto resistencia y que los fallecimientos se producían tras un enfrentamiento armado. Gracias a estos hechos, sus superiores les ascendían y les condecoraban por su gran valor policial.

Ese era, básicamente, el funcionamiento del llamado 'Escuadrón de la Muerte', un grupo de policías en Perú que llegó a liquidar a 27 personas en tres años de forma extrajudicial. Ahora, uno de sus miembros, prófugo de la justicia, ha sido detenido cuando se ocultaba en la ciudad de Guadalajara (Castilla-La Mancha). 

[Persiguiendo asesinos y pedófilos: un día con el Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional]

Se trata de Luis Alberto Mío Morocho, un hombre de 52 años, exsuboficial de la Policía Nacional de Perú, que pertenecía a ese entramado corrupto en el seno de las fuerzas del orden de ese país. La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Localización de Fugitivos de UDYCO Central (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) de la Policía Nacional.

La investigación, revelan a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la misma, comenzó hace pocos días cuando los agentes recibieron una solicitud de colaboración por parte de las autoridades judiciales y policiales de Perú, a través de la OCN INTERPOL Madrid. Pedían que se realizaran gestiones para averiguar el paradero de un prófugo sobre el que habían remitido una notificación roja.

De acuerdo con la información inicial, a Morocho le imputaban en Perú el asesinato de diez personas cuando formaba parte del 'Escuadrón de la Muerte'. Según las autoridades peruanas, el grupo ilegal se dedicaba a captar informantes, pagados por la organización, quienes incentivaban a delincuentes de nivel bajo para cometer delitos como secuestros o robos millonarios.

Esa información luego era filtrada al grupo policial. Así, los agentes sorprendían a los delincuentes para abatirles a disparos, informando posteriormente de que los tiroteos habían sido producto de arriesgados enfrentamientos. Así, conseguían más tarde los ascensos que pretendían y las condecoraciones que necesitaban. Se calcula que en torno a unos 100 agentes llegaron a formar parte de esta trama delincuencial. 

Sin documentación

Entre los años 2012 y 2016, y tras falsear información de inteligencia, simulaban enfrentamientos y asesinaban a personas inocentes. A Morocho, en concreto, le solicitaban por estos hechos una pena de 35 años de prisión.

Tras la información, los investigadores iniciaron las gestiones para lograr su localización hasta descubrir que residía con su familia en Guadalajara. Su mujer, explican los investigadores, contaba con varios domicilios a su nombre en distintos pueblos de la provincia, lo que sugiere que Morocho iba ocultándose en uno u otro según le conviniera.

Cuando fue arrestado no llevaba documentación. Ocurrió la semana pasada, en los alrededores de su domicilio y, posteriormente, fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional.